Desde el 2013 no salía en Caracas a divertirme y estar en la calle a las 8pm.
Las dos últimas veces (hace casi 4 años) fui a ver el excelente film venezolano
“La Casa del fín de los tiempos” y a un seminario de Ensayo Literario en el
CELARG (Altamira-Caracas).
Al mencionado Taller del Celarg en el 2013, no regresé más
porque terminaba al anochecer y todas las calles estaban muy oscuras, antes de
llegar al CC San Ignacio en La Castellana para comerme rapidito un sabroso
ponqué Red Velvet con Nescafé e irme corriendo hasta el Metro de Chacao para
regresarme a mi casa y “aterrizar” en la Estación Metro El Valle, y luego
caminar a pié con poca luz por 15 minutos hasta mi casa: Es más seguro irse
caminado, así se tenga miedo, que tomar un bus que es muy peligroso, sobre todo
al caer la noche.
Este sábado 11 de febrero salí de mi casa con mi hija Endrina y
una amiga de élla a las 5:15 de la tarde, rumbo a los micro-teatros del CCCT
(Centro Comercial Ciudad Tamanaco) en Chuao, Este de Caracas, para ver a las
7:15 pm la mini obra teatral de 17 minutos ADIÓS con Vanessa Senior, la
comediante en este país que en este momento es la más taquillera y todas sus
localidades están agotadas con varios días de anticipación.
La libretista de esta mini obra, es de la talentosa actriz, la
joven Daniela Alvarado. La planificación de esta salida y para tener el cupo
asegurado, hubo que hacerlo hace una semana por internet con tarjeta de
crédito. Salir a divertirse en Caracas, la 2da ciudad capital más peligrosa del
mundo, requiere de una perfecta logística de cómo llegar al lugar elegido y
cómo regresarse (transporte público que tenga mucha gente en la unidad,
preferiblemente). Y no cruzar por
una pasarela solitaria, como la que hay desde la UNEFA de Chuao para llegar
rapidito al CCCT).
Mi hija es fans de la comediante Vanessa Senior, quien perdió a
su mamá a la edad de los 20 años de un infarto fulminante, quien era una
reconocida Médico Forense de la Morgue de Bello Monte (Caracas), la más famosa
y tétrica del país. Ir al CCCT (Centro Comercial Ciudad Tamanaco) para mí este
sábado fue una experiencia surrealista y de muchos recuerdos de ese lugar
hermoso y único en América Latina hace más de 30 años. El cual disfruté en
grande y sin miedo, siendo muchacha como mi hija hoy.
De mi recorrido en bus desde El Valle hasta el CCCT en bus a las
5:15 pm (la mini obra comienza a las 7:15 pm), sentí una gran pena y el corazón
se me encogió. Recorría una ciudad FANTASMA con poca gente en la calle. Todos
los estacionamientos de la Ciudad Universitaria cerrados full rejas hasta el
techo. La Avenida Casanova y El Rosal, que hace varios años un día sábado
estaban colapsados de personas, negocios florecientes hoy estaban bajo una gran
telaraña como en el cuento de La Bella Durmiente.
El CCCT y el famoso Cubo Negro de Cristal en Chuao, que fue un
hermoso lugar del Este de Caracas y símbolo de estatus, son hoy hermosos
lugares solitarios, sin el brillo tintineante de las luces que iluminaban estos
espacios hace 3 décadas a toda hora.
Para llegar al espacio de los mini-teatros en el CCCT, un nuevo
concepto de diversión con un total de 24 salitas de distintas obras teatrales
para 40 personas. Cada obra dura 17 minutos para que sean un total de 3
presentaciones y es por orden de llegada que se entra a la primera función y las
2 que le siguen, y sus elencos o monólogos se toman un descanso de 15 minutos
para ir a la siguiente presentación.
Yo que tanto conocía al muy complejo arquitectónicamente de lo
que fue el CCCT hace más de 3 décadas, este sábado me sorprendí con este nuevo,
bello y pequeño espacio cultural-teatral que tiene en cartelera 12 mini-obras
distintas con artistas venezolanos muy famosos de la desaparecida Televisión en
el sentido amplio del concepto de telenovelas y programas graciosos que
hicieron historia como Radio Rochela en la desaparecida RCTV (antes de Hugo Chávez).
Al llegar a este espacio, luego de transitar un CCCT con muchos
negocios cerrados a las 6 pm, pocos ciudadanos que la transitaban, poca
iluminación, me encontré de repente con una burbuja de luces y de alegrías en
la triste capital de Venezuela. En ese espacio, sentí que estaba en el país que
conocí y disfruté en grande hace 3 décadas.
Me topé con la famosa Doña Griselda, la famosa muñeca
parlanchina del famoso programa matutino diario de farándula: La Bomba que se
transmite por Televen. Cuando la ví me sonreí pensando en mi mamá Rosa María,
porque élla fue una fiel fans de este personaje hasta el 2014, cuando se vá de
viaje para otro plano, el espiritual en donde hay mucha luz. A mi hija, también
le encantó ver a Doña Griselda, porque también se recordó que la muñeca hacía
reir mucho a su abuela.
La mini-obra de Vanessa Senior (un monólogo genial), que vimos
en la Sala 1 en Urban Cuple este sábado puntualmente a las 7:15 pm y salimos a
las 7:32 de la noche, estaban todas sus localidades agotadas cuando llegamos a
las 6 pm. Fue una gran ventaja haberla comprado una semana antes vía internet
con tarjeta de crédito, porque apenas llegamos, mostré mi cédula de identidad y
mi TDC, me dieron las 3 entradas, sin hacer colas, ni nada de estres. Fueron
los mejores 1.680 Bs por persona que he pagado en este infernal país. Pagué con
gusto el gasto de comisión tanto para la TDC como para Ticketmundo.com por
haber hecho todo vía internet.
Estos súper divertidos momentos y algunas lágrimas en esos 17
minutos con la genial Vanessa Senior, los disfruté al máximo con mi hija y su
amiga. Salimos rapidito del CCCT, por ser de noche y todos los alrededores
bastantes solitarios y con poca luz. Nos fuimos a la famosa parada de buses y
que es segura, que recoge pasajeros en la acera diagonal del Cubo de Cristal y
frente a la UNEFA.
Este bus grandote del CCCT que toma vía autopista, nos dejó
cerca de la fuente de luces que está en Plaza Venezuela y Torre Polar. De allí
recorrimos rapidito y mirando a todos lados rumbo al Metro. Bajamos las
escaleras solitarias como 3 aviones F16, hasta sentirnos seguras en los andenes
del Metro con vía Linea 3 en la Transferencia Plaza Vzla: Ciudad Universitaria,
La Bandera, El Valle….Llegamos a “millón” de un extremo de Caracas a otro en
apenas 35 minutos.
Cuando llegamos a la Estación Metro El Valle, caminamos rapidito
por las calles con poca luz y poca gente: Viendo para todos lados, para llegar
sanas y salvas a la casa. Mi hija salió sin cartera y sin celular, solo
llevamos mi perolito ZTE. Mis documentos personales atados en mi cintura. Las
llaves de mi casa y de las puertas de la calle de donde vive mi papá en Los
Ruices (Este de Caracas), las llevaba en mi cuello debajo de mi sueter blanco.
Salir en Caracas, requiere de muchas previsiones, empezando de que nadie debe
salir solo si le va agarrar el anochecer en la calle (7-8:30 pm), lo ideal es
ir mínimo 3 personas acompañadas e ir al mismo paso y mirando a todas partes,
no bajar nunca la guardia, porque el peligro acecha en todas partes.
Este sábado 11 de febrero fue divertido para mí. La Misión
Nevado atendió súper bien en la mañana a mi Sky y luego de casi 4 años sin
salir a distraerme para ningún sitio antes de que anocheciera, pasé unos
alegres 17 minutos en el CCCT con Vanessa Senior en una burbuja de cristal, que
me llevó a recordar mis mejores tiempos, al igual que de miles de venezolanos y
extranjeros de la Venezuela de los 80…Recordar es vivir y este sábado lo
disfruté en grande, por encima de la nostalgia del país que perdimos, pero que
aspiro y espero podamos recuperarlo más temprano que tarde.