jueves, 2 de octubre de 2014

OLEADA DE PENSAMIENTOS QUE SE ENTROMETEN Y NO PUEDO EVITARLOS DE MI PAÍS Y DE MI "YO"


 Este viernes 4 de Octubre se cumplen 3 meses del viaje al infinito de mi mamá, en circunstancias muy dolorosas que nos rodearon a ambas. En esos momentos me ví de frente de manera brutal, a un país desolado y de total incompetencia en la salud pública, de la escasez de medicamentos en un 70 por ciento, en la respuesta súper tardía de una ambulancia del Estado (hay menos de 9 para atender a la súper compleja capital de Venezuela: Caracas).Sentí de cerca más que nunca, el miedo supremo de ser asaltada al salir o entrar al Hospital de los Magallanes de Catia, temor dentro de las instalaciones del Hospital de Coche, en donde hay un gran número de pacientes que entran  por ser victimas del hampa, o los pacientes son los malandros tiroteados o por la policía o por grupos de una banda rival.
 El que viva muy de cerca esta Venezuela “brutal” que  me ha tocado vivir, me parece impensable que pueda estar con EL PROCESO REVOLUCIONARIO. En momentos muy difíciles de nuestras vidas dentro de un marco de país que nos avergüenza profundamente, y por lo menos la mitad de los venezolanos no se lo merecen porque luego de 1998, nunca más volvimos a votar ni por Chávez (que en paz descanse y si no ha podido despegar de lo terrenal es por muchas cuentas pendientes que dejó y que quedaron al desnudo luego de su fallecimiento).


Tengo una amiga muy querida por mi y muy cercana del chavismo, quien se portó de maravillas y con gran amor desde la muerte de mi mamá hasta que la cremamos el domingo 6 de julio 2014, al igual que la madrina de mi hija en los días previos del infeliz desenlace me sacó varias veces de los recintos hospitalarios cuando nadie se acordaba si había comido o nó. A la  familia a la que acudimos, porque creíamos que era la más inmediata en ese momento, se hizo “la sueca” en los momentos más dolorosos y traumáticos de mi vida (venía de una larga pesadilla hospitalaria y sin dormir por mucho tiempo). A esto le agregamos que se me prohibió llorar luego de 10 horas de haber fallecido mi mamá en la casa que una vez fue de élla, porque molestaba a quienes estaban viendo televisión.
La noche fue muy larga para mí y mi hija que deseaba correr a las 11 de la noche en un Taxi. Gracias a Dios, mi muy solidaria amiga vino en nuestro rescate muy temprano el sábado 5 de julio para diligencias legales y funerarias, quien es la misma persona que tomó la difícil desición de abandonar su columna dominical en Últimas Noticias el domingo 7 de agosto del 2014, desde la cual durante 10 años defendió al Gobierno, para pasar a un absoluto perfil bajo y escribió como despedida a sus lectores: “…cuando uno empieza a dejar de comprender lo que predica es mejor hacerse a un lado y buscar espacios donde pueda ser más útil.”. Élla no va estar nunca en las filas de la oposición y solamente verá desde lejos a un proceso “revolucionario” en el cual creyó fervientemente sin haber ocupado ninguna importante posición laboral en algún ente del Estado desde hace 15 años.
Los venezolanos nos encontramos en estos momentos en circunstancias horrendas que nunca del cual tengamos memoria, pudimos haber vivido. Hasta las epidemias de salud pública que vivimos en una Venezuela rural de la época gomecista, regresaron con otros nombres y muy extraños por cierto (Yo no sé pronunciar por ejemplo:CHI- KUN- GUN- YAAAAAAA).  Suponemos por lógica, que los días de este “proceso” tiene sus tiempos contados porque la desesperanza y de una nación sumida en la quiebra de empresas, fábricas, fincas, pequeños negocios familiares o de tradición en el país, nos dicen que NO EXISTE futuro ni esperanzas de nada con este actual Gobierno y con todos los que han gobernado por más de 15 años con quien fuera su máximo líder.
 Las culpas de este muy mal gobierno, son producto de las decisiones equivocadas, radicales y de intolerancia en todos los ámbitos del desaparecido Hugo Chávez. Todos los dirigentes que mal gobiernan hoy, fueron las personas de confianza en las cuáles “el Comandante Supremo” les permitió que destruyeran el país según sus convicciones equivocadas basadas en los pensamientos de  Karl Marx, Mao Tse Tung y Fiedrich Engels entre otros (con los cuáles, los Gobiernos que los sigue o los siguieron en las ideas, se han ido al despeñadero del caos y de la pobreza).Nicolás Maduro está gobernando y todo el equipo que lo acompaña desde que Chávez llegó al Gobierno y cuando se despidió del país el 8 de diciembre del 2012 para viajar a Cuba y enfrentarse a un último proceso quirúrgico del cual estaba casi seguro que no sobreviría, aupó a Maduro y a todos los que acompañaron siempre.


La responsabilidad de todo el desastre económico, corrupción, caos hospitalario y de aterradora inseguridad no es el resultado de la muy mala gestión de Maduro, sino de todo un “proceso revolucionario” que tiene las huellas firmes que destruyó con fuerza a un país desde 1999. Los gobernantes anteriores no lo hicieron bien, pero al menos teníamos la libertad de trabajar en cualquier ente del Estado, sin importar si éramos adecos, copeyanos, masistas, miristas o comunistas. Podíamos viajar fuera del país cuando nos diera la real gana y con los dólares que necesitáramos, teníamos supermercados y abastos surtidos de productos. Las farmacias estaban full de inventarios. Igual las ferreterías, negocios de repuestos para carros y electrodomésticos. Todavía podíamos ir al cine de 7 a 9 de la noche o ir a cenar a un restaurant en paz. Podíamos ir de tasca en tasca a la españolísima Parroquia La Candelaria o los excelentes restaurantes de la también “europea” Parroquia El Recreo (Sabana Grande, Av. Francisco Lozano).
Cuánto extraño al país que una vez disfruté en paz, así como la familia grande que una vez tuve y en la cual era amada y consentida, y que hoy lamentablemente no está. Pero Dios es grande y te pone en el camino, amigos generosos, amorosos y de una solidaridad inmensa, que conmueven lo más profundo de nuestros corazones.