Paula Giraud Adriani con Boutros Ghali, Canciller de Egipto y luego Secretario General de la ONU.España, Lo recuerdo como un hombre muy gentil, sencillo y de una vasta cultura.
Con Boutros Ghali, Canciller de Egipto (1982)y luego Secretario Gral de la ONU,recuerdo que hablamos de los conflictos bélicos del Medio Oriente, OPEP y de Centroamérica. Un hombre muy gentil.Compartimos un largo rato y tomamos café árabe con un dulce típico, en compañía de un Embajador que fue mi gran amor. Los apuntes de esa larga conversación "histórica" están guardados en una de mis cajas de recuerdos importantes en el ámbito familiar, personal y como periodista. Una entrevista,que en tiempos tan dificíles en el mundo y sobre todo en Venezuela, la recuerdo con gran nostalgia:!Fueron tiempos de libertad y progreso para los venezolanos!
Boutros Boutros-Ghali de Egipto fue el Sexto Secretario General de las Naciones Unidas, ocupó ese cargo desde el 1 de enero de 1992 hasta el 31 de diciembre de 1996, fue el primero de origen árabe y proveniente de un país del continente africano en ocupar esa posición. Fue miembro del Parlamento egipcio desde 1987 y formó parte de la secretaría del Partido Nacional Democrático desde 1980. Fue un extraordinario diplomático egipcio y para mí fue muy grato haberlo conocido y haber compartido compartir con EL un café árabe con un dulce típico: Un hombre GENTIL.
Boutros Ghali, durante su gestión en la ONU, atendió los importantes cambios en el orden internacional tras el fin de la Guerra Fría. Se caracterizó por su cercanía con América Latina. Desempeñó un papel clave en la negociación y adopción de los Acuerdos de Campo David, entre Egipto e Israel (1978)
Ghali, fue una de sus más importantes aportaciones a la paz de Boutros Ghali, fue la publicación del informe 'Una Agenda para la Paz' (1992) que redefinió la forma en que se concibe el mantenimiento de la paz de la ONU y la prevención de conflictos.
Era nieto de Butros Basha Niruz Ghali, que fue el primer ministro de Egipto desde el 12 de noviembre de 1908 hasta su asesinato, el 20 de febrero de 1910. Antes había sido canciller del país.Su abuelo sentó las bases del acuerdo de gobierno anglo egipcio sobre Sudán en 1899 y aprobó la extensión de la licencia de la compañía del canal de Suez durante 40 años adicionales.
Boutros Ghali, falleció en El Cairo el martes 16 de febrero
de 1992, luego de venir de un proceso de empeoramiento de su salud en sus últimos años de vida. Mis
recuerdos en lo personal con él fueron muy amables, aún cuando le tocó en la
ONU una época turbulenta marcada por el final de la guerra fría y los
genocidios de Ruanda y Bosnia. Sus cuatro años al frente del organismo
internacional no fueron de buenos
recuerdos en los despachos de Washington. Fue esa pública enemistad la que
llevó a que la Administración Clinton bloqueara y frustrara su segundo mandato
aupando a la secretaría general al ghanés Kofi Annan.
Nació Butros Ghali en 1922 en una respetada y acaudalada
familia cristiana copta, bien conectada en la aristocracia local.
Era Licenciado en Derecho por la Universidad de El Cairo,
Boutros Ghali completó su formación en la Universidad de París y Sciences Po y
regresó a casa donde fue durante tres décadas profesor de derecho internacional
y relaciones internacionales en la Universidad de El Cairo. Inició su carrera
política a las órdenes del presidente Anuar el Sadat, asesinado por un soldado
islamista en un desfile militar en octubre de 1981, y la continuó bajo el
mandato del derrocado Hosni Mubarak. Entró en escena en noviembre de 1977
cuando el entonces titular de Exteriores Ismael Fahmi dimitió en protesta por
la visita de El Sadat a Jerusalén.
Ghali llegó a la ONU en sustitución del peruano Javier Pérez
de Cuéllar, con el aval reticente de EEUU y la simpatía del bloque africano. Su
mandato no estuvo exento de controversia. Fue criticado por la incapacidad de
la institución internacional para detener el genocidio de Ruanda de 1994, que
segó alrededor de un millón de vidas, y la guerra civil de Angola. También tuvo
que lidiar con la sangrienta crisis que desató la desintegración de la antigua
Yugoslavia. En declaraciones posteriores, Butros Ghali culpó de la inacción en
Ruanda a las condiciones imposibles para intervenir impuestas por EEUU, Reino
Unido, Francia y Bélgica.