martes, 24 de febrero de 2009

CRITICAR HACIENDO / Por Roberto Hernández Montoya

Fecha de publicación: 24/02/09

* Re-editamos este artículo de opinión de Hernández Montoya porque en verdad sus afirmaciones son oportunas y válidas en el actual contexto político, al igual que las afirmaciones de Henry Ramos Allup del 24F.



La presencia de aspectos criticables en el proceso revolucionario lleva a mucha gente a exacerbar la crítica. Ciertamente hay bastante que revisar, rectificar y relanzar. No hacerlo sería contrarrevolucionario.

Pero eso puede conducir a otro vicio, asumido como pretexto ideal para el salto de talanquera: criticar y nada más que criticar. Es necesario ganarse el derecho a criticar, incluso con dureza, haciendo, actuando, pintando, sembrando arroz, organizando el trabajo, creando un consejo comunal, cantando, haciendo zapatos, lavando y planchando ropa, cuidando niños, escribiendo poemas, preparando comida en una Casa de Alimentación, contando cuentos, tomando buenas fotos, haciendo bien su trabajo en donde sea que le toca. Hay tanto por hacer en todos los terrenos, en la salud, en el arte, en la agricultura, en la metalurgia, en la ciencia, en el deporte, en la literatura. Hacer mucho y hacerlo bien. Entonces y solo entonces objetar todo lo que merezca crítica.

De otro modo es caer en el chantaje de los medios golpistas, que se afincan en todo lo negativo y solo en lo negativo y logran lo peor: que nos volvamos loros repetidores, como si este gobierno solo tuviese obra negativa que exhibir, ¡vamos! Si nos ponemos a enumerar lo positivo no nos alcanzan ni diez cadenas, que ni la que Chávez hizo ante la Asamblea Nacional comenzando el año, que todavía le quedó mucho por exponer luego de ocho horas.

Cuando veas a alguien que solo habla de lo malo y jamás de nada bueno, ahí tienes a alguien de oposición o a punto de saltar la talanquera. O a alguien que no conoce el equilibrio, como también lo es quien solo halla cosas buenas en la Revolución. Seguro anda tapareando errores o alimentándose de vicios. Hay que buscar el equilibrio.

Cuando vayas a criticar algo revísate primero, ¿has hecho algo? ¿Lo has hecho bien? De otro modo causas sospechas y mucha irritación entre los que sí están trabajando. Y bien.