domingo, 7 de diciembre de 2014

ECONOMÍA DOMÉSTICA: “PELUQUIÉ” A MI PERRO Y ME AHORRÉ EL SUSTO DE 500 Bs Y CON MENOS ME RESUELVO CON FRUTAS Y VEGETALES EN EL MERCADO MAYOR DE COCHE…

 (Imagenes y fotos tomadas prestadas de internet)

Twitter: @paulagiraud29

 (Imagenes y fotos  tomadas prestadas de internet)


Estamos en tiempos muy difíciles en la economía venezolana, en los cuáles los bolívares se nos hacen cada vez más insuficientes. Tenemos que buscar en nuestras partidas presupuestarias del hogar, en las cuáles  debemos hacer drásticos “recortes fiscales”. Todo ahorro que tengamos que realizar, significan un sacrificio personal y de tiempo, el cuál tampoco sobra en la búsqueda de lo que NO HAY en el país. La inflación se ve MAYÚSCULA también en peluquería canina,productos alimenticios, medicinas y productos de limpieza de uso veterinario.
Hoy llevar a la peluquería a nuestra mascota cada 3 meses cuesta 500Bs, sin incluir el alimento veterinario que deben tener en sus dietas diarias que también subió como todo en Venezuela a precios siderales….Las 12 pastillitas tranquilizantes (de 1 a 3 pastillas por cada 10 kilos de la mascota) se montó en 220 bolívares, son mil por ciento más caras que los sicotrópicos para dormir de las personas o para estar en calma cuando las circunstancias lo ameritan. En fechas navideñas o de celebraciones con mucho ruido en las calles, nuestras mascotas deben ser medicadas urgentemente o entran en un colapso nervioso o de mucho susto, que puede poner en peligro la vida de nuestros amados compañeritos.
Somos muchos los que tenemos mascotas en nuestros hogares, y también a esta “partida presupuestaria” hubo que hacerle MAGIA y recortes fuertes en la dieta veterinaria diaria y balancearla, combinarla con la también “recortada” alimentación del entorno familiar en muchos rubros. Este domingo 7 de diciembre, busqué 2 tijeras de mi costurero, le puse el bozal y  correa de pasear a mi cocker para ponerme en una posición nada cómoda  por dos horas para “podarlo” desde las orejitas pelúas hasta sus paticas que parecían dos grandes mopas para limpiar el piso.    
Por no usar guantes de jardinería, se me hicieron ampollas en 3 dedos de la mano derecha. No sé cuánto estarán costando en estos momentos una afeitadora para acicalar mascotas, ni deseo averiguarlo para no morir del susto del costo que podría tener la misma: Seguramente que también es importada y si se encuentra es a precio de dólar súper libre, o NO HAY.
 El caso, que en este recorte presupuestario: NO LLEVARÉ AL PERRO A PELUQUEAR POR TIEMPO INDEFINIDO, porque yo misma lo haré y a mi manera. Este domingo 7 de diciembre, al perro le tocó que le regalara la mitad  del día, que es para mí de descansar, inventar en mi casa y ver películas en DIRECTV.

 Luego de acicalarlo con inmensa paciencia (no le gusta a mi mascota ni que lo afeiten ni que lo bañen), lo metí en el baño con dos tobos de agua y una ollita, un par de guantes de oficios,champú veterinario y enjuague de uso personal mío y de mi hija y dejé a mi mascota bien limpiecita con su corte casero que le hizo la “Jefa de la manada”: YO, porque a mi hija le hubiese pintado mil palomas mensajeras en dejarse hacer lo que le hice, porque al “final” mi perrito sabía que no tenía escapatoria de no ser “peluqueado” en la Clínica Veterinaria con toda la tecnología y espacio disponible y sería enjabonado, duchado en el pequeño baño del Apto. En todo momento estuve evitando que no lo emparamara de agua. ¡Valgan todas estas incomidades por ir restando gastos del presupuesto familiar, en estos tiempos de súper crisis económica!.
Mi mascota, a pesar de no tener las herramientas adecuadas ni  de yo saber de peluquería canina, puedo decir que me quedó bien bonita, olorosa y pulcra. Pero como dice el dicho “El hambre, tiene cara de hereje”. Y que debemos ponerle una tonelada de voluntad, paciencia, amor y creatividad a las cosas que debemos hacer nosotros mismos, porque ya no hay dinero suficiente para ninguna partida presupuestaria del hogar.