El bajón de los precios súper especulativos del cartón de
huevos de 1.200 Bs a 420 Bs por
información pública dada en esta semana a
todos los medios de comunicación social por el Vicepresidente Jorge Arreaza
(yerno de Hugo Chávez Frías), debo reconocer que sentí una pequeña alegría, en
medio de este desmadre y caos en que se encuentra la economía venezolana. 3
días antes de ese anuncio, caminando y buscando a paso de “vencedora” entre varios negocios (bodegas, supermercados
y buhoneros) cazando el precio menos especulativo de medio cartón de huevos
(15 huevos) los conseguí en 530 Bs. Ciertamente, uno de los productos de la
cesta mínima de alimentación de los venezolanos (algo de proteínas para no morirnos de desnutrición) que en los
últimos 14 meses estaba en una ESCALADA ESPECULATIVA y no de “precios justos” eran
los huevos.
Continuamente, los venezolanos nos
preguntábamos si las gallinas estaban poniendo los huevos en una clínica
privada en encubadoras de oro 18 kilates. Los huevos se habían convertido en una
pesadilla de nuestros muy devaluados bolsillos, así como hoy nos tenemos que
conformar casi todos los venezolanos, incluyendo comerciantes pequeños-
medianos y empresarios de ver la imagen
de un dólar en Geogle. Tengo un dólar de verdad-verdad (impecable, bien bonito)
guardado en mi closet desde hace más de 20 años, así como algunas monedas
extranjeras, las cuáles veo con gran nostalgia como si fueran piezas de museo.
Lo que me dijo el chofer de un jerarca del
gobierno, que hoy está de embajador de un importante y hermoso país europeo,
quien viene al país con frecuencia como nosotros vamos a los mercados y
farmacias buscando lo que no hay, es de comentarlo sin desperdicio. En el transcurso de mi vida como ciudadana y
periodista, siempre tuve una estrecha empatía con los choferes y
guardaespaldas de la gente con poder. Por mil razones, conmigo se sentía
cómodos, al igual que yo con ellos. Como periodista al fín, escuchaba con
atención algunos secretos que con nadie compartían, sino conmigo.
Recuerdo que una vez, un chofer-guardaespalda
de un poderoso hace varios años, estando en mi trabajo esa mañana bastante
desocupada, me dijo: “Paula, dile a tu jefa inmediata que te vas ausentar por
un rato porque vamos hacer una diligencia personal al JEFE”. Cuando íbamos en uno de los carros de ese JEFE
MAYOR, me dijo en la autopista Valle-Coche, que él iba a llevar una gran suma
de dinero (la llevaba en un maletín) a la amante favorita del JEFE. Y que
mientras él subía al hermoso apartamento,
lo esperara en el carro. Esa mañana supe todos los detalles personales y estatus
económico de esa bella y joven amante de ese hombre poderoso (tenía varias,
pero en ese momento, era la favorita).
En esta semana, iba caminando por una
avenida, y escucho que alguien me llama por mi nombre varias veces. Esta
persona, que desde hace muuuchos años ha sido mi amigo, al igual que su esposa
e hijos, vive en un sector popular del Municipio Libertador (Caracas), fue chofer y
persona de inmensa confianza en el pasado (antes de Chávez) de un prestigioso
Escritorio Jurídico que siempre estuvieron vinculados a muy altos niveles con los altos poderes del sector privado y gubernamentales. De ese grupo entre otros, alguien
cercano a esta importa firma jurídica, cuando Chávez llegó al Poder, ocupó posiciones de mucho
poder e influencia política y hoy como todos los “consentidos del régimen”
cuando ya cumplieron sus misiones de impacto político en Venezuela, los envían
al exterior a ocupar el envidiable cargo de Embajador en un hermoso y próspero
país. Viviendo como príncipes y con un altìsimo nivel de vida, mientras la mayorìa de los venezolanos sufrimos de inmensas privaciones en todos los ámbitos, sin incluir la aterradora inseguridad personal que no nos permite ir, ni siquiera a la función de una sala de cine que termine después de las 7:30 de la noche.
Le
pregunté a mi amigo, el chofer y hombre de confianza de ese famoso Escritorio Jurìdico en el pasado, que dónde y
cómo estaba este Jefesote del Gobierno,
quien antes de llegar Chávez, supuestamente era también amigo mío: “Fulanito
está Embajador en XXX, está muy bien en lo personal y económico. Cada vez que
llega al país, yo soy su persona de confianza en todo lo que tenga que hacer.
En lo personal-laboral no me puedo quejar, él ha sido consecuente conmigo.
Incluso mi hijo veinteañero también está trabajando en la misma institución donde
laboro y estudia una carrera universitaria en una importante universidad
privada y costosa del país (USM).Le pregunté y le dije, que yo como profesional
(UCV) y jubilada de la Alcaldía Metropolitana, jamás podría pagarle a mi hija
una universidad privada, y que me tenía que conformar que pudiese graduarse “algún
dia” en la UCV (este año escolar, prácticamente no ha habido clases).
Le pregunté, que desde el ámbito político e
importante institución del Gobierno en donde labora, que cuál era su percepción
de lo que sucedía en el país y en su institución (de mucho poder en el actual
estatus político): “Amiga, las cosas están muy mal dentro del Gobierno. Ni yo,
ni nadie se cree lo de “la guerra económica”. El gobierno de Maduro,
lamentablemente ha resultado un verdadero desastre. En mi institución y en
muchas del Gobierno, el personal a todos los niveles, está muy decepcionado y
frustrado de lo que están padeciendo. La gente se queja en “voz baja”. Todos
están con la cabeza metida entre el pecho. Muchos, para mantener sus trabajos
están inscritos en el PSUV y como obligación van con discreción a todas las
actividades políticas que organice el Gobierno".
Me Enfatizó:" El descontento y la decepción
con el Gobierno de Maduro es muy grande. Nunca en verdad, el país ha estado en
una situación tan lamentable. El Gobierno de Chávez por intermedio de este
amigo común de ambos que ha estado en el poder y hoy es Embajador en el
extranjero, me dio un trabajo estable con buenos beneficios a mí y a mi hijo tambièn, que además hoy estudia una carrera
universitaria en la USM. La matrícula allí como en todas las universidades
privadas de prestigio, están muy costosas, pero yo me las arreglo y lo seguiré
haciendo hasta que se me gradúe mi hijo.
El panorama electoral del Gobierno en las elecciones parlamentarias es muy
sombrío. Es muy difícil que en el PSUV ganen las parlamentarias.
El proceso y el
sufrimiento va por dentro. Nadie habla o se queja en voz alta, todos lo hacen
en voz baja. Detrás de cada franela roja que veas en una actividad pública del gobierno en la calle, hay muchos chavistas
que no quieren saber nada ni de Maduro, ni de quienes lo rodean. Esta no es la
Venezuela que conocimos y disfrutamos hace más de dos décadas.Lo que estamos
viviendo no tiene excusas, ni casi nadie se cree lo de la guerra económica”