Esta es Venezuela en sus día
a dia: Morir envenenado por hambre con yucas amargas o de cianuro (5 personas en Catia-Oeste de
Caracas) o morir por la violencia, como la joven liceísta y embarazada de 12
semanas de la Parroquia Caricuao (Oeste de Caracas), a quien matan de una golpiza
3 estudiantes: Estos dos hechos conmocionaron a la opinión pública
venezolana este miércoles 22 de febrero, de los muchos que tenemos que asimilar
con gran pena.
La muerte por HAMBRE, de una
familia en Catia-Parroquia Sucre (Oeste de Caracas), que ante los graves
problemas de alimentación y NO acceso a los mismos porque NO HAY o SI HAY no se
pueden comprar por sus precios dolarizados, ha conmocionado una vez más a los
venezolanos, porque a cualquiera de nosotros nos pudo haber pasado.
Esta
familia de Catia (Oeste de Caracas) más una vecina que sumaron un total de 5 victimas, como nos sucede a muchos venezolanos, cuando vemos alguna
oferta de “algo” del mundo vegetal (verduras, frutas, monte, tomates, vainitas
y etc), salió corriendo por esta “oferta”, al igual que muchos de nosotros hacemos,antes que el poco dinero que tenemos se esfume como el viento o de repente lo que hoy es oferta, en los
próximos días salte un brinco gigante como una deportista olímpica.
ENVENENARSE CON YUCA AMARGA,QUE ES IGUAL A CIANURO, PORQUE EL
HAMBRE ACOSA Y ALGUNOS TIPS PARA NO
ENVENARNOS
Esta familia de Catia (Oeste
de Caracas), se sintió súper feliz el lunes 20 de febrero de ver en oferta 3
kilos de yuca por mil bolívares (diez billeticos de a 1ooBs de nuestra economía
súper devaluada) y compraron su bolsa, pero también compraron un boleto para la
muerte, al cual sumaron a una vecina con quien solidariamente, le dieron un
poco de Yuca “envenenada”. Ninguno se había percatado que habían adquirido 3
kilos de yuca amarga, que MATA máximo a 3 horas de haber sido ingerida, porque
su composición es el letal veneno: El “Cianuro”.
La yuca amarga, se reconoce
(en mi caso SI ) porque su concha es muy gruesa y cuesta mucho “pelarla”, su
textura y color al cocinarse o al picarla, no es la misma que la yuca dulce la
que siempre hemos consumido, desde que tenemos memoria. La yuca amarga, tarda
muchísimo en cocinarse, se pone amarillenta y su sabor es “raro”. La yuca dulce
se cocina muy rápido y es muy blanca por dentro, y su textura por dentro no es
irregular y grumosa con grandes hilachas como la amarga.
En un mes en Venezuela, se
han presentado dos lamentables hechos
(Muerte por envenenamiento de la Yuca amarga), si no me falla la memoria hubo también un caso
en el Oriente del país, más este trágico acontecimiento del fallecimiento de 5
personas en Catia (Oeste de Caracas) por comer yuca amarga. Debo resaltar,
según me contaba en este 22 de febrero alguien del Estado Monagas, que sabe mucho de yuca y de la
fabricación del tradicional casabe.Me explicaba que el casabe se hace de “Yuca Amarga”, el
cual tiene un meticuloso proceso para sacarle el veneno (Cianuro) que dura un
mínimo de muchos lavados especiales y de secado al sol por el transcurso de 10
días.
Ante estos hechos lamentables y que son aterradores, les aconsejo a los
venezolanos, que sean mucho más cuidadosos cuando compren yuca, y como está en
oferta ahorita mucho más. Pídanle al “verdulero” que le piquen la yuca en
varios pedazos y miren de cerca la concha (gruesa NOOO) y al llegar a sus casas
prueben el centro de la yuca que les picaron, y si les sabe “rara o algo de
amarga”, la tiran a la basura de inmediato. La yuca dulce se cocina rápido y
luce como un blanco algodón. Es muy blanda.
Yo en lo personal, cuando hay
yuca en oferta, también la compro porque en verdad siempre me ha gustado mucho,
sea sancochada o frita con un aliño de tomaticos picados con
cilantro y aguacate, cuando este último exquisito fruto se podía comprar. Desde
hacía mucho tiempo que se había puesto muy, pero muy cara la yuca, que siempre
fue una de las verduras más baratas del país, al igual que la auyama, que a
veces prácticamente se la regalaban a uno, y también sufrió el mal de la
especulación y dolarización, pero en los últimos días, los buhoneros o “ vende
verduras” se vieron obligados a bajar los precios.
Tuvieron que bajar los
precios, igualmente que de los especulativos tomates, que en el inicio de enero
del 2017 estaban costando el escandaloso precio de 5 mil y HOY se vieron forzados a bajar el kilo en 1 mil
bolívares (diez billeticos de a 100Bs), porque nadie les estaba comprando ni tomates, ni yucas ni
auyama y se les estaban pudriendo: Pero NO por boicot, como sucede de parte de
los consumidores en Norteamérica o en Europa, cuando suben un precio de algo,
con el cual no están de acuerdo y en
BOICOT, no compran el producto, porque tienen muchas alternativas
alimenticias y en precios para sustituir lo que han “boicoteado”.
En Venezuela, la gente deja de comprar y de
comer NO POR BOICOT, sencillamente porque sus miserables ingresos en bolívares
(nó en dólares) no se lo permiten, con el agravante que en el país no tenemos
sustitutos de ningún alimento, porque nada hay. O hay precios fuera de la
realidad de un país, en el cual la mayoría no supera en su hogar los 2 salarios
mínimos (35 dólares al mes), y sin acceso al bono alimenticio populachero del
Gobierno de 108 mil bolívares, que es solo para trabajadores activos y para más
nadie.
LA VIOLENCIA A TODO NIVEL Y EL EMBARAZO PRECOZ COMO EPIDEMIA EN LA
VENEZUELA MÁS POBRE.
El trágico suceso ocurrido
una vez más en la Parroquia Caricuao (Oeste de Caracas) en el cual una estudiante, adolescente embarazada con 12
semanas de gestación, fue asesinada a golpes por varios compañeras de clase, por una ridícula tarea
escolar que debía ser realizada en equipo, y no fue así. Y las que NO
participaron en el trabajo de equipo, se enfurecieron porque en la tarea, la
victima no les puso los créditos. Este crimen absurdo de y una violencia
espantosa, nos vuelve a
poner en contexto lo que está pasando en Venezuela, que cada vez luce más
apocalíptica y absurdamente malvada, al igual que todos los días en que nos
hacemos la señal de la cruz, por haber
tenido el gran milagro de tener otro día de vida, en un país en que es una hazaña comer, bañarnos (o no hay agua, o no hay jabón o champoo para estar
limpios). Es una gran hazaña evitar a la despiadada delincuencia. Es una hazaña
enfermarse y no tener acceso a las medicinas o insumos médicos. Es una hazaña
parir o dar a luz un bebé en el país, o porque se muere la parturienta ante
cualquier inconveniente o se muere el bebé si no nace perfecto de salud.
En Venezuela desde hace mucho
tiempo se perdió el rumbo para cualquier lugar que deseemos mirar. Veo con gran
dolor, a las adolescentes liceístas embarazas de los sectores populares de la
capital, que es lo mismo que sucede en todo el país. Muchachitas, que no tienen
ni para la merienda en el liceo y poca comida en sus hogares, tienen embarazos
inesperados, con bebés que van a nacer en un país que hoy NO los puede recibir
para que tengan una niñez digna o morirse en el parto de
sus madres adolescentes o en los primeros años de vida precaria.
Por donde vivo el año pasado, una
muchacha como tantas, se murió en el parto (hospital público) y el bebé a duras
penas sobrevivió, el cual están criando la familia de la adolescente. Otras muchachas como mi amiguita de pasillo en mi edificio con quien siempre converso, y que todos le decimos “la Barbie” desde chiquita,
entonces de repente las dejé ver por varios meses y no fue más al liceo, luego
la vuelvo a ver con una bebé recién nacida en los brazos, la cual parió en el
Guárico (zona llanera de Vzla) y con el papá de
la nenita que es otro muchachito, que se suman a la pobreza o de la
subsistencia de la familia de "la barbie" o del adolescente papá, porque sus
padres o abuelos, van asumir de un solo
golpe 3 bocas más en el hogar (La mamá niña, el papá adolescente y la bebé de
ambos).
Esta mañana del miércoles 22 de febrero muy temprano por cierto,
vi al muy joven papá de “la barbie” y lo ví sumamente delgado, demacrado, rumbo
a su modesto trabajo con el Gobierno que
tiene desde hace varios años. Es un muchacho humilde, que por muchos años
siempre tenía una franela de alguna Misión “Revolucionaria” del Gobierno, y él tuvo 3
hijos seguiditos con una muchacha del Estado Guárico, siendo apenas un
adolescente. Su mamá también lo parió jovenciiiita. En fín es una familia
difuncional con embarazos y paternidades precoces, además con muchas carencias
económicas.
Me da pena ver a los liceístas de los
institutos públicos de mi zona, perdidos en la miseria y con una aplastante
falta de oportunidades en la Venezuela que les tocó crecer a duras penas. El
receso escolar entre clases, es sentarse
en las aceras de las arruinadas calles a jugar barajas o a lanzar dados, con
apuestas de 50Bs o de a 100 Bs cada jugada, y el que gane, supongo que ese día
podrá desayunar o merendar. Y cualquier muchacha o muchacho, que desee “escaparse”
de clases igual se irá: ¿Quién los supervisa y quién los orienta?: Nadie. En
los colegios públicos y privados del país, observo con gran preocupación que no
hay educación sexual, y que tampoco los jóvenes adolescentes como los adultos,
no tienen acceso a métodos anticonceptivos, sencillamente porque NO HAY nada.
Ni en las farmacias o en las cadenas de supermercados de la Salud como Locatel,
Farmatodo, FarmaAhorros y otros tantos más.
En cada suceso trágico del país de
cada día, nos recuerda continuamente que vivimos en un país que nadie se
merece. Un país con un gobierno, que es puro bla bla, corrupción obscena, con
muchos escenarios de teatro para conversar y cuidar las penosas apariencias con
líderes religiosos del país de todos los credos, conversar con cara de YO NO
FUI con el representante de El Vaticano en Venezuela, llamar de emergencia al
ex presidente español Rodríguez Zapatero y los otros dos ex presidentes de
República Dominicana y de Panamá (Leonel Fernández y Torrijos), supuestos Mediadores
de Paz: Son los mediadores de lavarles el rostro al Gobierno de Maduro ante el
mundo y de hacerse “los gafos” para que el Gobierno y todas sus instituciones o
Poderes sigan boicoteando a la Asamblea Nacional y que en el País en este año
no se hagan elecciones de NADA e ilegalización de un montón de partidos políticos.