Mi milagrito de este sábado 6 de abril en tiempos del “Nazismo-Socialismo Venezolano” (Parroquia El Valle Sur Oeste de Caracas, asiento del poder militar de Venezuela):Freí a la plancha (muy poco aceite) medio plátano en 4 tajadas y los rellené con una “ñinga de queso blanco duro”.Luego batí con mucha MAGIA un huevo con azúcar, unas “gotas” de vainilla y un poquitico de harina de trigo (el último POQUITO de una que tenia en la nevera, como si fuese ORO).Ese milagrito en tiempos de nada de agua y muy poco de todo en tiempos del NAZISMO-SOCIALIMO VENEZOLANO, me quedó muy sabroso....
Tengo 3 dias bien quebrantada y con las vías respiratorias ¡complicaditas!...Las bombas lacrimógenas ¡envenenadas por los rusos-cubanos-chinos! que nos lanzaron a los habitantes de esta popular y GUERRERA Parroquia desde Los Jardines de EL Valle, Longaray, Barrio Zamora, La Ceibita, Urbanización Alberto Ravell y toda la avenida Intercomunal de El Valle desde el Edificio Caroní, Los Savoy, Residencias Gran Mariscal Ayacucho y etc…fue para AHOGARNOS a toditos, y nadie PROTESTARA…..!con la furia como lo hizo El Valle el domingo 31 de marzo y la madrugada del lunes 1 de abril!...!
....Y con lo muy caro y difícil de conseguir que son los antialérgicos o antihistáminicos en esta tierra desolada por el NAZISMO SOCIALISMO VENEZOLANO… Al igual que los medicamentos para los dolorones de cabeza y malestares fuertes en el cuerpo: Estas son los daños que el gobierno le causa a la población más golpeada y de menos recursos por ellos mismos, a la que dicen EL PUEBLO en todos sus ridiculos discursos !comunistas! en cadena por la televisión….! Y la revientan con bombas lacrimógenas envenenadas y plomo parejo, solo porque la gente exige sus derechos esenciales de la vida, que existen o deben existir en cualquier parte del mundo!....
Definitivamente, que los tiempos de ¡la diplomacia internacional y de organismos FÓSILES como la ONU! no están en el pellejo de los venezolanos y de lo que significa SOBREVIVIR cada dia en este horror POLITICO-militar que nos tiene a la mayoría en un inmenso sopor…Ni bañarnos, ni lavar la ropa se puede…
Y el descaro de este Gobierno, que con todo el inmenso padecimiento e ilimitado en el que estamos, es que ponen ¡ a funcionar el Metro de Caracas! y los mismos están sin aire acondicionado, en una capital que la gente NO SE PUEDE ASEAR. La gente en los vagones del metro SIN AIRE están sin bañarse, tosiendo por mil males que tienen encima gracias a este NAZISMO-SOCIALISMO VENEZOLANO.
Todos los usuarios SUDANDO y maldiciendo al gobierno. Montarse en un vagón del Metro de Caracas, es un gran riesgo de salud….En donde NO hay aire acondicionado, hay calor del infierno mismo y con problemas de higienes de la mayoría (por la FALTA DE AGUA) están todas las bacterias y virus buscando victimas…
Ayer intenté ir en Metro desde El Valle-Linea 3 del Metro de Caracas- (sintiéndome muy mal físicamente) hasta un evento en los alrededores de la Capilla Universitaria de la UCV en la cual hablaba el Ingeniero Viana, que fue Presidente de Hidrocapital, en los tiempos que el agua era un derecho para todos y me tuve que bajar SOFOCADA en la siguiente estación y respirando peor en la Estación del Metro de La Bandera….Salida Zuloaga-Plaza Tiuna…. Faltaban dos estaciones: La de Los Simbolos y la Ciudad Universitaria (UCV)…
Este viernes 5 de abril, llegué mi casa SOFOCADA, AGOBIADA POR EL CALOR Y LA FALTA DE AGUA desde las 11.30 am que sali a las 4 pm que regresé ¡gateando del cansancio por el calor y falta de hidratación!. Me acosté en mi cama como si viniese del mismo desierto del Sahara y apenas me levanté este sábado 6 de abril, para hacer cosas mínimas y he tomado mucha agua ¡la que tengo hervida!, con agua de montaña que agarro desde el jardín del amigo que siempre les menciono, que vive en Santa Mónica.
Todo ha sido tan complicado y de tanto SOFOCO que ni a mis lindas misas en la Iglesia de Nuestra Señora de La Encarnación (más de 500 años de historia y Patrimonio de la Nación) no he podido asistir desde el miércoles 3 de abril…a 18 minutos a pié desde donde vivo.
Entradas
