Abogada Clemencia Margarita Rodríguez, quien NO tenía lápida,ni nada que dijese su nombre desde el 23 de Septiembre del 2017 hasta el 1 de marzo del 2019 !cuando le hago una en mi hogar en apenas 3 horas, para llevársela para en el Cementerio del Este, Municipio El Hatillo, Este de Caracas, precisamente !y sin yo decidirlo el día del cumpleños de mi hija Endrina Toro Giraud.
Mi amiga Clemencia, NO tenía lápida desde el 23 de Septiembre 2017 hasta el 1 de marzo, que le puse una realizada por mi en menos de 3 horas el 18 de febrero 2019, un día luego de saber en dónde élla se encontraba sepultada....
Desde dónde descansan los restos mortales de Clemencia Rodriguez, se visualiza de manera muy hemosa Caracas y el Cerro de El Ávila...
Ruta para llegar a la tumba de Clemencia...
En este lugar exacto descansa Clemencia....Feliz de haberle dado un nombre y colores en dónde descansa....
El querido amigo, el profesor (Quimico de la ULA) Félix Basilicio Vásquez Oropeza, observa cómo nos quedó arreglada la tumba de Clemencia...!un regalo espiritual que me hizo muy feliz!....
Pétalos de flores para darle color a la tumba de Clemencia...antes de esto, solo era tierra ni nada que indicara que allí descansaba élla...
En todo el frente de este monumento de la Alcaldia del Municipio Sucre, se encuentra la tumba de Clemencia...
En ese lugar precisamente, subiendo por los cajeros automáticos del Banco Banesco, se encuentran los restos mortales de la abogada Clemencia Rodríguez pero con una lápida que NO tenia....y que se la hice en apenas 3 horas en mi casa...
A LOS MUERTOS TAMBIÉN SE LES DEBE HACER FAVORES: A los
difuntos !también se les debe hacer
favores y esta es mi historia con la
abogada Clemencia Rodriguez, que NO tenía lápida y estaba perdida en la
inmensidad del Cementerio del Este: Clemencia Margarita Rodriguez Aponte fue
una excelente abogada y una implacable luchadora de las injusticias en dónde
las viese. Trabajó por muchos años en la extinta Gobernación de Caracas y en la
también desaparecida Alcaldia Metropolitana de Caracas. Fue mi amiga y ambas
éramos madres solteras.
Compartíamos la misma
visión política y el mismo enfoque de cómo debían ser las cosas en la
Administración Pública. Vivía en la Urbanización Santa Mónica y siempre nos
encontrábamos para hablar del país y de nuestros dos hijas (Juan Carlos y
Endrina que son de la misma edad).
Clemencia se enferma de cáncer y pocas personas se
enteraron, no deseaba que la viesen tan delgada y sin cabello. Me entero de su muerte, mucho tiempo
después por su compañero sentimental de varios años el profesor (quimico de la
ULA) Félix Basilicio Vásquez Oropeza, quien también es mi amigo desde los
90,porque también trabajó en la extinta Gobernación de Caracas, adscrito al
Cuerpo de Bomberos de la capital.
El 2do sábado del mes de Febrero 2019, Félix Basilicio me
viene a buscar en su carro para ir a un acto de Juan Guidó en Los Cortijos de
Lourdes y para que luego fuésemos al lugar en dónde estaba sepultada Clemencia
en el Cementerio del Este. Solamente él y la familia más cercana de élla, sabían
cómo llegar en dónde estaba.
Recuerdo cúando llegué al lugar me sentí muy afectada ,porque
MI CLEMENCIA estaba en un punto perdido del Cementerio, subiendo por dónde
están los cajeros del Banco Banesco. Todos los difuntos tenían una lápida o un
nombre que indicaran que allí se encontraba una persona que existió en el mundo
de los vivos, que habían dejado una huella en sus seres queridos y amigos. Un
lugar, en el cual el UNIVERSO podía visualizar en dónde estaba ese difunto que
en otros momentos sonrió, lloró e hizo favores a otros. Pero esto NO pasaba con
Clemencia. No se sabía que en un cuadrado
de grama seca, élla estaba, ni nadie fallecido en ese desolado lugar.
Sentí una gran desolación en mi interior y me negaba aceptar
que nada indicara que élla estaba enterrada en esa parcela. Todas las tumbas
tenían un nombre y una fecha de nacimiento y muerte, pero la de Clemencia NO.
Me arrodillé en su tumba sin nombre y le dije: Querida amiga,
no voy a permitir que en donde están tus restos mortales, nadie sepa que en
este lugar descansas. No voy a permitir que en este lugar NO esté tu nombre con
tu fecha de nacimiento y de muerte. NO voy a permitir que todos los difuntos
tengan un nombre en este lugar y quien desee les puede rezar, mientras tú NO.
Te prometo delante de Félix, que es quien tiene carro para traerme a este lugar
y si NO lo hace, ¡le jalas los pies cuando esté descansando!, que cómo sea voy a tallar tu nombre en lo que consiga
apenas llegue a mi casa esta tarde.
Quien venga a este lugar, debe saber que también existió una persona que
se llamó CLEMENCIA MARGATIRA RODRIGUEZ APONTE, que fue una abogada de causas
justas que hizo muchos favores, sin cobrar nada.
Le recé varias oraciones con Félix Basilicio Vásquez
Oropeza. Le pusimos agua a la tierra seca en dónde estaba y le dije que la
quería mucho y que la recordaría por siempre.
Luego de esto se sintió una agradable brisa y me parecía ver
sonreir a Clemencia,porque élla sabía, que lo que ofrezco siempre lo cumplo, pero
le hice la salvedad, que Félix NO podía
fallarme en llevarme en su carro cuando yo todo lo tuviese dispuesto.
Esa misma noche, apenas llegué a mi casa, busqué en el
balcón de mi apto y en el Closet del cuarto de mi mamá Rosa María, en dónde
podía hacerle una sencilla lápida con su nombre, fecha de nacimiento y fecha de
muerte. Fue al día siguiente, que se me despejó la mente e hice su lápida en
una cerámica de color blanco que tenia guardada con otras en el balcón. La
limpié y luego la voltié, para diseñar con un marcador de tinta china y una
regla todos sus datos.
…Conseguí de ¡milagrito!,un potecito de pintura transparente
para proteger la parte rugosa de la cerámica de los embates de la lluvia y del
calor. Conseguí unas tizas de colores, y le puse unas florecitas a la Lápida.
Todos estaban vueltos ¡locos! en su
entorno inmediato, cómo mandarle hacer una lápida de granito o de metal inoxidable,
que en los cementerios SOCIALISTAS del país ¡se los roban en complicidad con
los obreros y jardineros de los cementerios!, empezando en el Cementerio del Este
(Municipio El Hatillo, este de Caracas)..!pocas
lápidas de cierto valor han logrado sobrevivir al malandraje del
Socialismo del Siglo XXI en los últimos años, al igual que las flores de los
difuntos se LAS ROBAN de manera descarada (son los mismos obreros del lugar, no
es la gente que visita el Cementerio).
El caso, que logré hacerle la lápida a Clemencia y me sentí
MUY FELIZ, cuando la vi terminada y sé que élla también. Lo sé, lo percibí, al
igual que el amigo Félix Basilicio, su compañero sentimental de más de una
década.
Desde el momento que le hice la lápida y se la recé en mi
casa con agua bendita, me pasaron cosas bonitas e inesperadas: ¡Los muertos son
muy agradecidos!....y actúan de maneras increíbles o mágicas.
Por mil razones, pasaron varias cosas por dos veces cuando
íba ir con Félix Basilicio, a ponerle la lápida a Clemencia. Dos veces, tuvimos
que devolvernos a pocos minutos de que cerraran el cementerio al público, que
es hasta las 4 pm las visitas. El caso es que la fecha escogida por Clemencia ¡fue
el viernes 1 de marzo, día del cumpleaños de mi hija Endrina Toro Giraud!. Un
día muy especial en mi vida, como el de cualquier madre (y más si es única
hija).
Fue el día ¡decidido por Clemencia!, luego de varios
inconvenientes “tontos” que no tenían nada que ver conmigo, sino con Félix
Basilicio, hasta de una chavista que cuando ¡ya venía a recogerme a mi casa por
2da vez en dos semanas desde el 18 de febrero con la lápida lista! le pidió un
favor a última hora, e hizo que cuando llegamos al Cementerio del Este, NOS
devolvieran a 5 minutos para las 4 pm ,cuando cierran las visitas al público
para visitar las tumbas.
Clemencia, escogió que le pusiera la lápida en su tumba el
viernes 1 de marzo. Fue la fecha que dispuso de manera hermosa y misteriosa, porque
era el cumpleaños de mi hija y deseaba compartir ese momento conmigo ¡con mi
hija fuera del país!. Llevé una vela
roja e inciensos con aroma a rosas. Llevé una bolsa de pétalos de flores de
varios colores. Le llevé un bonito florero artesanal de plástico que le hice de
una botella de refrescos, porque algo
distinto se LO IBAN A ROBAR EN EL CEMENTERIO. Llevé algo de cemento gris para
pegar la lápida y Félix algo de pego para cerámicas. En verdad, que todo esto me dio una alegría indescriptible.
Me sentí muy feliz por darle un nombre con su fecha de nacimiento y muerte en
dónde estaban sus restos mortales. Félix y yo nos afanamos con su tumba el pasado 1 de marzo. En verdad, que la pusimos
bien bonita ese dia y le rezamos bonitas oraciones.
Este dia fue muy especial por ser el cumpleaños de m hija.
Es de destacar, que yo NO iba al Cementerio del Este desde el 1 de marzo del
2016,(¡cumpleaños de mi hija!) cuando sepultamos al oficial de la Marina
Mercante Gianmilouis Marcano, fallecido trágicamente en un accidente de
tránsito en la Urbanización Montalbán a los 29 años de edad, hijo Milagro
Serrano Clavijo, madrina de bautizo de mi hija…Ese cumpleaños de mi hija del
2016, fue de una profunda tristeza para mí y lloré muchísimo. Paradójicamente,
el mundo de los difuntos actúan de manera ¡increíble y no se pueden ignorar lo
que tratan de decirnos!.
Me sentí muy feliz este 1 de marzo del 2019. Le dí gracias a
Dios por poder servirle a Clemencia y
por estar mi hija a salvo fuera de Venezuela. De allí, nos fuimos Félix
y yo a merendar con café y una porción
de torta de chocolate en una Panadería
muy conocida de la Urbanización El Cafetal para celebrar por el cumpleaños
Nro 27de mi hija y porque sabíamos que
Clemencia estaba muy contenta ese dia…!Dios la bendiga y le dé mucha luz a mi
querida amiga, abogada de las causas justas y de los más necesitados!.