domingo, 28 de julio de 2019

CON EL ADIÓS DE LA BATIDORA ELÉCTRICA DE 50 AÑOS DE HISTORIA, MUERE POR 2da VEZ MI MAMÁ ROSA MARÍA EN 5 AÑOS...


Dia de mi cumpleaños Nro 3...Edificio Vasallo, esquina de Crucesita a Porvenir, Parroquia San José (Caracas)...Siempre fui amante de las tortas cumpleañeras y nunca me faltó una en ningún cumpleaños...
Mi mamá vestida elegantemente de oscuro me observa feliz al lado de 3 amiguitos y uno de éllos tenia polio...(caminaba con muletas) Al lado de élla está mi recordada hermana del alma y de crianza (hemana de mi mi mamá) Margarita Diaz Adriani+, hija del escritor Pedro Diaz Seijas y prima-hermana del ex Fiscal General de Chávez y ex-Vicepresidente de Venezuela Isaías Rodriguez Díaz.
Dia de mi cumpleaños Nro 4  en la casa de mis abuelos Federico+ y Consuelo Mendoza Sotillo de Giraud Ramirez+ en la Casa Nro 21 de la esquina de Páez a Girardot de la Parroquia San Agustín del Norte. Me están cargando mi mamá Rosa Maria+ y mis tíos: Jaime Granados+ y Marta Giraud Mendoza de Granados+

Con mi mamá Rosa Maria a la edad de los 3 años...

Murió por 2da vez mi mamá en 5 años con el adiós de medio siglo de historia de la batidora eléctrica de hacer tortas: Me siento infinitamente triste y  he llorado mucho este domingo 28 de julio, luego de recibir un mensaje de un técnico de artefactos electrodomésticos de la Urbanización Los Chaguaramos (Sur-Oeste de Caracas). Este domingo se cierra otro capitulo muy importante  de la historia  de mi mamá y de mi vida desde que era una niña...En Venezuela, lo que se daña no se puede arreglar por la falta de repuestos en todo y comprar algún bien es IMPOSIBLE para la mayoria,en un país en dónde el salario mínimo o una pensión de vejez es menos de 4 dólares al mes...
 Tomando un jugo Yukery de latica en la Parroquia San José de Caracas
Dia de mi  bautizo, observa mi mamá Rosa Maria Adriani y me cargan mis padrinos Carmencita Osorio y Henrique Pérez Dupuy, Presidente del Banco Venezolano de Crédito en esos momentos y por muchos años...

Murió por 2da vez mi mamá Rosa María en 5 años con el adiós de medio siglo de historia de la batidora eléctrica de hacer tortas: Me siento infinitamente triste y  he llorado mucho este domingo, luego de recibir un mensaje de un técnico de artefactos electrodomésticos de la Urbanización Los Chaguaramos (Sur-Oeste de Caracas). Hoy se cierra otro capitulo muy importante  de la historia  de mi mamá y de mi vida desde que era una niña ¡cuando vivía felizmente en la Urbanización Horizonte, calle Poniente, Quinta Miriam (mi 2do nombre), este de Caracas!.

En la década de los 60 mi mamá Rosa Maria compró fiada una batidora eléctrica Phillips para hacer tortas y postres para MI. La compró por mi, porque sabia que yo amo los dulces y las tortas cumpleañeras. Por mi,  hizo un curso de Repostería en la Escuela de Oficios Eulalia Buloz en la Avenida Sucre de Los Dos Caminos, Municipio Sucre, este de Caracas (en dónde yo naci).

Historia de Eulalia Buroz:


 Por más de medio siglo esa amada batidora fue parte de la esencia de MI MAMÁ y de mí. Con esa batidora, mi  mamá me hizo decenas de tortas, merengues y muchos suspiros. Con esa batidora desde que yo era muy niña yo me ponía hacer los postres con mi mamá en la cocina sentadita en un banco de madera. Con esa maravillosas y mágica Batidora Eléctrica de mano ¡Phillips!, hice también decenas y decenas de tortas y de dulces para MI y para mi hija Endrina desde que le celebré su primer cumpleaños hace 27 años.

Con esa batidora aún en estos momentos terribles de crisis en el país, hacía con mucho esfuerzo algún postre o mini-torta de cumpleaños para mis amigos más cercanos. Era mi manera de retribuir mis afectos con algo DULCE en esta vida tan amarga que tenemos en Venezuela.

Este domingo 28 de julio, luego de haberse caído la plataforma de los celulares Movilnet desde el 2do Gran Apagón del país el pasado martes 22 de julio, recibí por mi viejo celular (sin chip) que tengo desde hace 17 años (que mucho quiero y es el legal en muchas partes) el 0416 728 1185, que lamentaban informarme, que sólo pudieron arreglar el cable de mi  batidora eléctrica Phillips y que cuando se prendía NO tenia fuerza y el repuesto de la misma NO SE CONSIGUE EN VENEZUELA. Y que fuese a buscarla este lunes 29 de julio.

Para algunos será ALGO MATERIAL SOLAMENTE, pero para mi es toda una historia familiar de mucho amor. Es parte de la esencia del amor de total entrega de mi mamá para conmigo. Es parte de MI historia desde que era muy niña. Es parte de la historia de mi única hija Endrina desde que nació  hace 27 años y se encuentra lejos del país desde hace 2 años (Ecuador) a quien también le hice todas sus tortas de cumpleaños o para nuestros dulces antojos de los fines de semana. Es parte también de mi esencia y de mi cocina, con la cual siempre hice postres con magia ¡aún en tiempos de escasez de todo en el país!....

Es tan importante esa  batidora eléctrica Phillips, que para poder llevarla a reparar ¡empeñé la última bolsa del CLAP! (alimentos que valen muy caros en la calle) y solo me quedé con 1 harina de arepa y un kilo de arroz. Por esa batidora ¡hice más allà de lo imposible para un venezolano de a pié!: Vender los alimentos que solo el gobierno NOS vende una vez al mes en las zonas populares del país.

Ya no hay más postres en mi casa en tiempos tan amargos en el pais.Ya no podré hacer más mini-tortas para MI o para mis amigos en fechas especiales o como una manera de mostrarles YO mi afecto ¡con algo dulce!, que todos en el país de todas las clases sociales ¡agradecen con una bella sonrisa! en tiempos tan amargos en Venezuela.

Este domingo 28 de julio, muere otra vez mi mamá por 2da vez en 5 años…Me siento infinitamente triste. Y comprarse algo igual o parecido es imposible en Venezuela. ¡Hasta el  mes de diciembre del 2012 todavia se podía!. Ya luego con la llegada de Maduro, todo se fue para el precipicio. Las cosas más elementales de la vida de una casa son imposible de arreglar o de reponer.

¡Que mal me siento!. No aguanto la pena desde lo más hondo de mi corazón y de la historia hermosa y menuda de mi vida. Tengo la cara hinchada de tanto llorar y NI siquiera me pude alistar para ir a misa, que es para mi algo importante, en la cual siempre comulgo.