Historia de mi gran amor ¡EL EMBAJADOR! está en un anillo de marfil de elefante y de un papiro de El Cairo, Egipto que les muestro: Hace 35 años el hijo adolescente de alguien persona de confianza de mi mamá Rosa María, me robó todo lo que tenia en prendas, perfumes, dinero y fantasías muy hermosas que estaba en el closet de la habitación que luego le perteneció a mi hija Endrina Toro Giraud, hasta que se fue por tierra de Venezuela hace 23 meses.
Del robo del que fui victima en mi propia casa (Yo no estaba) y mi mamá NO se dio cuenta, porque el papá del joven estaba conversando largamente con ella en el comedor de la casa, mientras el muchacho me robaba. El adolescente ¡ladrón! NO se llevó el anillo que les muestro, porque pensaba que era de ¡plástico!: Es un anillo de ¡marfil de elefante!, de las muy antiguas tierras egipcias. Y por supuesto, tampoco fue de su interés el papiro pintado en El Cairo: Está a punto de romperse de ¡un solo soplo! y lo tengo resguardado en una bolsita plástica fuera de la claridad y de toda humedad.
El anillo por varios quinquenios lo tuve guardado en una cajita, pero desde hace 3 meses decidí ponérmelo día y noche, al igual como también saqué algunas fotos de este gran amor y los puse a la vista en mi casa de ¡El Embajador!, que como les conté en otra oportunidad fue Secretario Privado del Presidente Rómulo Betancourt en Nueva York y muy amigo del Presidente Carlos Andrés Pérez (eran ambos “gochos” del Estado Táchira).
El Embajador (QEPD), al igual que YO era ¡algo superticioso y le gustaba lo mágico, lo religioso y lo histórico!. Le gustaban las cosas que eran de ¡buena suerte!, y cuando me regaló ese anillo en especial con el papiro egipcio me dijo que lo usara siempre porque era muy buena suerte. También me regaló varios elefantes pequeños, que en cualquier momento los encontraré, que también me dijo que eran de ¡buena suerte!, lo mismo decía siempre mi abuela materna Carmen Cecilia Adriani Mendoza.
Ando con mi anillo de marfil de elefante durante las 24 horas del dia, que nadie se molesta en ver desde hace 3 meses, porque piensan que es un anillo de plástico…ja ja ja… Tengo otro anillo que también tiene una larga historia familiar ¡por las Adriani!, pero también tiene muchas lágrimas de por medio ¡y casi NO me lo pongo por esa razón!, además que ese SI no parece de plástico y es muy riesgoso que pueda usarlo en esta Venezuela de hoy azotada por la delincuencia. Esa historia, se las cuento otro dia.
Y también tengo unos anillos hermosos de fantasía italiana que tienen conmigo más de 25 años y parecen de oro con piedras preciosas: Los delincuentes a la hora de la maldad, NO podrían dicernir si son de fantasía o de oro, ni tampoco la gente en general.