Alejandro Giraud Mendoza, montando un caballo en La Guaira, Estado Vargas, zona costera de Venezuela
Esta soy YO, Paula M. Giraud Adriani tomando un jugo Yuhery que me está dando mi papá Alcides...
Mi papa Alejandro Alcides Giraud Mendoza con mi hija Endrina Toro Giraud cuando era bebé en Río Chico-Barlovente, playas del Estado Miranda...
Hoy 5 de octubre mi papá Alejandro ALCIDES cumple 89 años y mi abuela Consuelo Mendoza de Giraud cumplió ayer 4 de octubre !120!. Ella está esperando llevarse a su hijo (mi papá) en cualquier momento.Yo pensaba, desde el mes de febrero de este año que !no llegaba hasta el 5 de octubre!.Igual, ya él no sabe que HOY es su cumpleaños. Hasta hoy a las 1 del mediodía está en una pequeña clínica en Altamira (este de Caracas) al lado de MIGAS, la que presta servicios a los jubilados de CANTV y se lo llevan para Los Ruices (Municipio Sucre, este de Caracas), para la cual fue mi casa con mi mamá Rosa María que en paz descanse hasta agosto de 1974.
Espero, que cuando llegue el momento de su partida definitiva, me avisen en su casa. Allí. tienen el teléfono CANTV dañado. Tuve dos días de muchas alegrías, y ahora tengo los días de mucha tristeza desde el 3 de octubre, con mi única hija en Ecuador (Guayaquil) viviendo los peores momentos de esa nación que está en ESTADO DE EXCEPCIÓN y si somos venezolanos,los riesgos son mayores en varios países de América Latina y en algunas islas del Caribe. Bueno, la vida es alegrías por momentos, y otros son de mucha tristeza.
En mi caso los momentos de alegrías, los vivo intensamente y los comparto públicamente. Y los momentos de tristeza o de OCASO, también. La muerte es parte de la vida. Mi papá tuvo larga vida. Tuvo una 2da familia desde hace 43 años. En medio de las grandes dificultades del país, pudo contar con las pólizas de salud de la Universidad Simón Bolivar y de la CANTV. Su familia y él no vivieron el caos de un Hospital Público del país,como me tocó vivirlo sola con mi mamá en el mes de diciembre del 2013 y desde el 15 de junio hasta el 4 de julio 2014.Mi papá merece descanso e irse con mi amada abuelita Consuelo en cualquier momento.
Desde el mes de febrero de este año,me empecé a preparar emocionalmente que su partida definitiva se estaba acercando, y en este nuevo cumpleaños mi abuela Consuelo y el abuelo Federico Giraud Ramírez,están muy cerca de él. Su cuerpo está muy cansado. Su mente está ausente la mayor parte del tiempo, y en sus momentos de lucidez, a quien recuerda claramente es a su hija MIRIAM (Yo) y a su nieta Endrina Toro Giraud que "se fue de Venezuela y dejó a su mamá sola" (YO). Recuerda a mi mamá Rosa María Adriani,en las penumbras de su memoria. La recuerda por instantes muy fugaces como su primera esposa y con quien se casó por la Iglesia (Católica).
De niña tengo hermosos recuerdos con mi papá. Me quiso bastante. Todas mis fotos de infancia, o me las tomaba él o mi muy amada mamá. De mi papá tengo hermosas historias de la familia.Muchos cuentos de todos mis tíos Giraud Mendoza son de él. Fue un gran relator oral de los cuentos de la familia GIRAUD y yo siempre atenta desde muy bebé de lo que me decía. Siempre recordaba a TODOS sus sobrinos. Mi prima Daisy y mi tía Marta, que en paz descanse ambas,lo hacían reir mucho. Mi tía María Consuelo lo consentía mucho cuando iba a la casa de los abuelos en San Agustín del Norte. Siempre se preocupó con tristeza por sus sobrinos Chicho (Lorenzo)+ y Jhonny Maggiolo Giraud (hijos de mi tía Maria Consuelo).
Estaba muy orgulloso de sus sobrinas gringas y hermosas Misle Giraud. Admiraba como mi mamá Rosa María, como sus sueños los llevaron adelante en medio de las dificultades. Estaba muy orgulloso de su sobrino Misle Giraud que trabajaba en la NASA. Estaba orgulloso de su familia Urbaneja Giraud. Siempre recordó con gran amor a su primo militar de la Marina Frank Urbaneja. Fueron muy unidos en la niñez y adolescencia. En fín, fue un gran contador de historias menudas y hermosas de la familia.
Para mi papá mi tía Luisa, era la hermana BELLA, ELEGANTE y glamorosa de la familia. Los cuentos con mi tío Horacio siempre fueron buenísimos. Los cuentos de mis tíos Héctor, Federico y Roberto siempre estarán en mi memoria. La triste historia de su hermanita Elsa que con apenas 5 años se cayó de una azotea en la casa de Maiquetía (Estado Vargas-La Guaira, zona costera central de Venezuela), dónde nacieron todos los Giraud Mendoza,menos mi tío Federico, que nació en el Estado Sucre, de dónde era mi abuela Consuelo Mendoza Sotillo.
La historia de mi abuela Consuelo, del día que le cayó a su casa (en Maiquetía) una bolsa de alimentos FUE GENIAL, fue mientras rezaba porque ese día no habia nada que darle a sus hijos, porque mi abuelo estaba de viaje para algún puerto de Venezuela, era agente Aduanal (el negocio en verdad de la familia desde los tiempos de Simón Bolivar).
Sus historias cuando fue oficial de la Marina Mercante son muy buenas y lo que le tocó presenciar en Nueva York (década de los 50) con el problema racial que existía tan grande contra los negros fue !fue de mucho sentimiento!. Y él sin saberlo se fue a ver a una película en un cine SOLO PARA NEGROS, y les rogó que lo dejaran entrar. Y al final se lo permitieron. En esa película, la gente de color, le pasaba cotufas, caramelos y él hacia lo mismo. Al final del film, recibió un gran aplauso y muchos abrazos !de los negros!...
Todas estas historias familiares, están plasmadas en mi blog de periodista y ciudadana de a pié www.paulagiraud.blogspot.com
Estoy triste y muy sensible en estos momentos. La muerte, aunque la esperemos cuando va llegar, siempre nos abruma. La lejanía de mi única hija en un país que se cae a pedazos como Ecuador, y en dónde la vida NO es fácil,ni el dinero sobra, me tienen en total alerta. Estoy tomando unas pastillas de Valeriana desde el miércoles 3 de octubre en la noche.
Me siento abrumada y el pecho lo tengo oprimido de muchos sentimientos que se agolpan y desean salir hasta el cielo. En el nombre de Dios, de San Miguel Arcángel y de la Virgen de Coromoto encomiendo a mi única hija que está en Guayaqui, Ecuador y se encuentra ese país en Estado de Excepción y encomiendo a mi papá Alejandro ALCIDES para que lo acompañen en estos instantes del ocaso de su larga vida. Y les ruego,que cuando llegue el momento, se vaya en paz con mis abuelos Consuelo y Federico.Y lo estén esperando con mucho amor todos sus hermanos que se fueron, así como sus sobrinos que partieron antes de tiempo.