Por Rosa Mireya Marcano,
Secretaria de Relaciones Institucionales del CNP-Caracas
email: rosamireyamarcano@gmail.com
Artículo 21. Todas las personas son iguales ante la ley, y en consecuencia: No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
Reflexionado sobre los vandálicos hechos perpetrados contra la Sinagoga Tiferet Israel, ubicada en la urbanización Maripérez en Caracas, causa profunda tristeza y preocupación observar como algunos venezolanos han perdido la esencia de nuestra idiosincrasia y se han dejado llevar por un Estado que tiene 10 años invadiendo nuestras vidas con un discurso político divisionista, lleno de odio, que busca crear un falso nacionalismo; algo muy peligroso en estos tiempos ya que cada día que pasa esa actitud nos arrastra irremediablemente hacia una cultura de violencia y muerte.
Nosotros siempre hemos sido un pueblo de paz y armonía, les hemos abierto nuestro corazón y país a todas las personas del mundo sin distinción de credo, raza, status ni ideologías políticas. Fuimos tierra de gracia para muchos que rehicieron su vida aquí. La mayoría de los venezolanos tenemos familiares españoles, italianos, portugueses, del Medio Oriente (sin importar el lugar incluyendo el Líbano e Israel). Argentinos, colombianos, brasileños, ecuatorianos, peruanos han visto en Venezuela una patria segura.
Inmigrantes de lejanos continentes como África y Asia se sienten cómodos en la tierra del arpa, cuatro y maracas. ¿Por qué ahora este gobierno incentiva con más ahínco tanto odio? Estamos ante un gobierno que utiliza la violencia como parte del activismo político. ¿Por qué quién dirige un país demuestra tanta animadversión hacia su propia gente?, ¿Es una política de Estado?...
Este acontecimiento es ajeno al espíritu de tolerancia que tradicionalmente tiene el venezolano y atenta contra el derecho fundamental a la libertad religiosa que está consagrada en nuestra Constitución.
Este acontecimiento es ajeno al espíritu de tolerancia que tradicionalmente tiene el venezolano y atenta contra el derecho fundamental a la libertad religiosa que está consagrada en nuestra Constitución.
Pero no hay que decaer, estoy segura que la mayoría de nosotros no piensa de esa manera, queremos la paz, la democracia, respetamos la libertad de culto y respaldamos a la comunidad judía de nuestro país porque todos somos Venezuela.
**Nota de Paula Giraud: DIOS EXISTE y no importa si la Iglesia es católica, israelí, evangélica, ortodoxa, budista...La profanación de un templo religioso es un SACRILEGIO, es insultar a Dios en nombre del ángel caído. ¡Hay que temerle a Dios y a su ira!. Los que profanaron a la Sinagoga de Caracas están maldecidos...¡Que Dios se apiade de èllos!. ¡Cuánta oscuridad está encima de los que cometieron tan aborrecibles acciones!.