Esta es la historia de una anciana norteamericana que de manera pràctica, gerencial y divertida decidió vivir su vejez en todos los cruceros que ofrece una empresa turística del ramo. Y en verdad que su decisión desde el punto de vista económico y de calidad de vida, no pudo ser mejor. La Historia:
Mi esposa y yo viajábamos en un crucero por el Mediterràneo a bordo de un gran trasatlántico de la empresa Princesa.
Durante la cena notamos una señora viejita sentada cerca de la baranda del restaurante principal. Notamos tambièn que todo el personal, la tripulación del barco, mozos, ayudantes de los mozos, estaban muy familiarizados con èlla.
Preguntè al mozo que nos atendía quien era aquella dama. Yo esperaba que respondiese que era la dueña de la compañía de cruzeros, pero respondió que nó. Élla estaba a bordo en los últimos 4 viajes de ida y vuelta.
Pasado un día, la pareja de turistas, no pudieron evitar de conversar con la abuelita viajera y le dijeron: “ Por lo que nos han contado usted està en este barco en los últimos 4 viajes que han realizado.”
Élla nos respondió: “ Si es verdad”. Le dijimos a èlla que no entendíamos la razón y èlla me respondió sin pensar: “ Es que sale màs barato viajar en un crucero que estar en un asilo de ancianos en EEUU. No me quedarè en un asilo y de ahora en adelante viajo en este crucero hasta la muerte. El costo medio para el cuidado de un viejo en los asilos es de 200 dólares por día.”
“Verifiquè en la Linea Princesa, que puedo tener un descuento cuando compro los pasajes con anticipación, más el descuento para personas de la tercera edad, llegando a un máximo de 135 dólares por día, pero el viaje me puede salir en 65 dólares diarios y pago solo 10 dólares diarios de extras. Tengo màs de 10 refrigerios diarios si quiero ir a los restaurantes o puedo tener los servicios en mi suite, lo que significa que puedo tener el cafè de la mañana en la cama todos los días de la semana.
Continúa explicando la abuelita: El barco tiene 3 piscinas, un salón de gimnasio, lavadoras y secadora de ropa gratis, biblioteca, bar, Internet, cafè, cine, show todas las noches con un paisaje distinto cada día. Tengo gratis la crema dental, secador de cabello, jabones y champú. Me tratan como cliente y no como paciente. Con un extra de 5 dólares, tengo todo el personal de servicio trabajando para ayudarme a mí.
Sigue contando la abuelita a los pasajeros que desean conocer la razón porque viaja y una otra vez en todos los planes de viajes de una conocida línea de Cruceros: -Conozco nuevas personas cada 7 a 14 días. Si se rompe la TV. Si necesito cambiar una lámpara o cambiar de colchón, no tengo problemas: Èllos todo lo arreglan y me piden disculpas por los incovenientes.Lavan la ropa de cama y las toallas todos los días, y no tengo nada que pedir.
-Si yo caigo en un asilo de ancianos y me quiebro la pierna, la única salida es ir al médico. Si tengo una caída en el barco, me van a acomodar en una suite de lujo por el resto de mi vida.
Ahora les voy a contar lo mejor que tiene esta empresa de cruceros de lujo. Quiero viajar por América del Sur, Canal de Panamá, por las islas del Caribe, Australia, Mediterràneo, Nueva Zelandia, por el Río Nilo, Rio de Janeiro, Asia. Y con solo mencionar para donde quiero ir, la empresa naviera està lista para llevarme.
Por eso, mi amigo, le reitero a la familia que no quiero nada con un asilo para viejos. No me gusta vivir entre 4 paredes o estar en un jardín como paciente de un hospital. ¡No gracias!.
-Ah….se me olvidaba, si me muero, me tiran al mar sin ningún costo adicional. ¿Para què voy a parar de viajar?
ENLACES CON ERNESTO SÁBATO
Hace 13 años