Desde el cambio de la paridad cambiaria
del bolívar con respecto al dólar (Febrero 2013), el aumento de los precios se sintieron de
inmediato en todos los rubros alimenticios, de aseo personal y en todos los renglones que se nos ocurra o
intentemos comprar e incluso a precios de “usura” de los productos que desde hace muucho tiempo no los
conseguimos en abastos, panaderías y supermercados en los en donde vivimos o aledaños. Para los que tenemos la responsabilidad la titánica tarea de hacer mercado y además no tenemos carro para buscar mejores opciones en
lugares distantes, tenemos que resignarnos a caminar y caminar todos los días
por todas partes para ir consiguiendo las cosas, y los que vivimos en
el área metropolitana, montarnos apretujados en el Metro de Caracas con las
bolsas. En verdad que es mucho esfuerzo y supremamente agotador ser dueña de
casa y trabajadora a la vez en estos tiempos en Venezuela.
EL
PRECIO USURERO DE LOS LIMONES Y DULCES ANDINOS
En
mis últimos recorridos a pié y en Metro (en bus público NOOO, porque la
inseguridad personal en los mismos es una ruleta rusa), me he quedado
escandalizada con los precios por ejemplo con los comunes y silvestres precios
de los limones: A 50 bolívares el kilo, o para que suene peor, 6 tristes
limones cuestan hoy en Abril-mayo 2013 "la bicoca" de 25 bolívares. Lo que es por
mí, mientras estén en esos precios tan escandolosos NO LOS VOY A COMPRAR. Está
prohíbido hacer limonadas o usarlos como aliño en nuestros alimentos diarios, y
por supuesto hacer un ceviche de pescado ¡Ni pensarlo en muuucho tiempo!.
En el
caso del altísimo precio de los limones, no entiendo el por qué de sus abusivos precios, así como su casi desaparición de los puestos de buhoneros de frutas y
vegetales, mercados, y supermercados. El limón como la guayaba en el caso de
Venezuela, siempre desde que tengo memoria han crecido en todo lo ancho y largo
de nuestro territorio, incluso en los patios de muchas casas sin requerir cuidados
muy especiales.
Otros rubros entre otros que me han
escandalizado desde el cambio de la paridad cambiaria de nuestra moneda con
respecto al dólar, es el precio de los tradicionales dulces criollos o andinos.
Hace 4 días en el Centro Comercial METROCENTER (Centro de Caracas-Metro de
Capitolio) en el tradicional local de dulces andinos de ese lugar, un dulcito
andino de leche que uno se degusta en dos mordidas ya vale 12 bolívares, mientras
que un cachito de jamón en cualquier panadería cuesta 15 bolívares: La relación
inversión y laboriosidad de un rubro y otro “no me cuadra”.
Buscando el porqué
de los precios carísimos de los dulcitos andinos, le pregunté a los vendedores
de estos productos y algunos no supieron responder o dicen es por el aumento
del dólar. Yo supongo que algunas de las interrogantes del aumento sideral de
los tradicionales dulcitos andinos es porque gran parte de su materia prima se
basa en el azúcar y en la leche en polvo, ambos de difícil acceso para la
ciudadanía general. Ya no se consiguen como antes en todos los abastos y
supermercados: Conseguirlos significa estar a primera hora por ejemplo de los
Abastos Bicentenarios (o antiguos CADA), los cuàles en el caso de Caracas, no
están en todas las parroquias de la capital y hay que irse en metro o
transporte público, y si a uno se le ocurre hacer un “mercadito” hay que pagar
un taxi, y el taxista también aplica sus tarifas al ciudadano de a pie de
acuerdo con el nuevo valor del bolívar.
Otros de los muchos productos que nos
tiene escandalizados a todos los consumidores venezolanos es el precio de los
huevos: 15 huevos cuestan ahorita 40 bolívares, lo que uno pagaba hasta hace pocos meses
por 17 y luego por 20 BsF.
Con respecto a los huevos, por ser un
producto alimenticio muy importante en la dieta, a los consumidores no nos queda
alternativa que comprarlos al precio en que los están vendiendo, pero con
respecto al precio de los limones y de los dulces andinos, en mi caso se “pueden
morir” en sus estantes o cajas de madera. No haré por mucho tiempo ni limonadas
ni ceviches de pescado (los hago es con limón o naranjas ácidas). Ni los
utilizaré para aliñar ninguna comida. Un pescadito frito sin limón encima es como comer huevos sin sal. Y con respecto a
las dulcerías andinas, irán a quebrar. La gente pregunta por los precios y sale
corriendo de los mostradores.
Es innegable que la nueva paridad
cambiaria del precio del bolívar con respecto al dólar desde Febrero del 2013,
de inmediato se sintió en todos los productos alimenticios, de aseo personal y
de la casa, productos farmaceúticos, precio de las consultas médicas y odontológicas y
otros servicios se dispararon, pero también siento que más de uno está jugando
a la USURA, teniendo como excelente excusa la devaluación de nuestra moneda.
El altísimo precio de los “silvestres y
comunes” limones para mí como ciudadana de a pié no tiene explicación: ¿Qué
pasó con este rubro y porqué casi no se consiguen?. Por los momentos, como dice
mi hija cuando algo no le gusta o el precio es abusivo: ¡Se “irán a morir” al
igual que los tradicionales dulcitos andinos!.