La Junta Directiva
Nacional del Colegio Nacional de Periodistas deplora la ola de autocensura con
que los medios de comunicación del país, principalmente los radioeléctricos, ha
dejado desinformada a la colectividad venezolana sobre los hechos suscitados en
varias ciudades como San Cristóbal, Mérida, Valera y Caracas, donde ha habido un
saldo de muertos, heridos y detenidos en las últimas horas. Como órgano rector
de la actividad periodística en el país, y como custodio y garante de la
libertad de expresión, según lo consagra la Ley de Ejercicio del Periodismo, el
CNP conmina a sus agremiados a exigirles a sus empleadores, tanto públicos como
privados, a que se permita darles a conocer a los ciudadanos venezolanos lo que
está sucediendo, de manera veraz, balanceada y plural.
Nuestro código de
Ética, recientemente revisado, contempla que la información debe ser veraz,
oportuna e imparcial, por lo que estos tres principios deben ser la guía para el
ejercicio profesional a la hora de informar. Asimismo, nuestro código dice en su
Artículo 3 lo siguiente: «El periodista debe impedir la concepción, promulgación
y aplicación de decisiones que de alguna manera disminuyan, dificulten o anulen
el ejercicio de la libertad de expresión y el libre acceso a las fuentes y
medios de información», razón por la cual, ningún agremiado debe prestarse para
generar desinformación ni silenciamiento informativo.
El Colegio Nacional
de Periodistas considera que la censura a la televisión, más la negativa del
gobierno de permitirles a los medios impresos el cambio de moneda nacional a
divisas para la compra de papel a los proveedores extranjeros –lo que ha
generado al menos una decena de periódicos cerrados– han sumido a Venezuela en
una hora negra de desinformación que atenta directamente contra la condición
democrática del país, que viola la Constitución y nos hace vulnerables ante las
decisiones e imposiciones del poder. No obstante, nuestra función como
comunicadores sociales responde directamente al pueblo y a las leyes, y no a las
autoridades.
El artículo 2 de nuestro código deontológico dice: « El periodista
tiene su origen en la libertad de expresión y el derecho a la información,
normas democráticas consagradas en la Constitución de la República. El
periodista debe luchar por la vigencia y efectividad de tales principios», a
propósito de lo cual recordamos que el artículo 337 de nuestra carta
fundamental sostiene aun en las circunstancias de que el gobierno suspenda todas
las garantías, quedan vigentes aquellas prerrogativas que tienen que ver con
«los derechos a la vida, prohibición de incomunicación o tortura, el derecho al
debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos humanos
intangibles».
Como órgano colegiado
les recordamos a nuestros agremiados que atentar contra la libertad de
expresión, sea de forma activa o pasiva, lesiona el principio fundamental de
nuestra carrera. También alertamos que el sensacionalismo (exageraciones
inadecuadas de los hechos), el amarillismo (invención de noticias fantasiosas) y
la difusión de rumores son prácticas que atentan contra el derecho del ciudadano
a estar correctamente informado, por lo que se hace imperativo que se asuma una
actitud profesional y responsable a la hora de difundir noticias, ya sea como
parte de nuestro trabajo o como ciudadanos en pleno ejercicio de nuestros
derechos.
Caracas, 13 de
febrero de 2014
Por la Junta
Directiva Nacional del CNP
Tinedo Guía –
Presidente
TELF. 0058 412 8280000 0058 424
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