El mes de junio es una fecha en el calendario muy importante para mí. Es el mes de mi Cumpleaños y santo (San Pedro y San Pablo), por esta bella fecha mi mamá me bautizó con el primer nombre de Paula, pero élla, familia más cercana y amigos de infancia me llamaba siempre por mi segundo nombre: Miriam. Élla se ocupó de buscarme dos maravillosos padrinos de bautizo, y que además eran “Oligarcas del Caracas Country Club”, Don Henrique Pérez Dupuy (presidente y dueño con su papá del Banco Venezolano de Crédito) y Carmencita Osorio, una bella dama de la alta sociedad caraqueña que nunca se casó, y quiso a sus ahijados con gran mimo.
Mi mamá desde que nací, cuando llegaba el mes de junio me recordaba cada día: “Miriam, faltan tantos días para tu cumpleaños…Voy a reunir para hacerte tu piñata comprarte un lindo vestido con zapatos nuevos y tu pastel de cumpleaños”, y así fue siempre hasta el último momento que empezó a marcar camino de que se iba para el plano espiritual. El 15 de junio del 2014 mi mamá ya casi entrando el domingo 16, la saco de emergencia con una ambulancia inconsciente y me entra en Terapia Intensiva con un tortuoso camino en la salud pública, Pero era su amor tan grande por mí, que estando en Terapia Intensiva y hablando bajito, me decía en el oído:”Estamos en junio, ya se acerca tu cumpleaños y tu santo…No puedo darte ningún regalo, ni siquiera una tarjeta.”
Tuvo momentos de leve mejoría que me la sacaban de Terapia Intensiva y me “la lanzaban” a una sala de emergencia horrenda de nuestros hospitales públicos. E l 28 de junio (solo un día) hicieron una excepción con mi mamá en los Magallanes de Catia, y me la pusieron solita en una Sala de Urgencias con una enfermera monitoreándola, dentro de la misma Unidad de Emergencias para Adultos. Estaba ese día consciente y contenta porque el día siguiente era el cumpleaños de su hija: YO. El 29 de junio del 2014, me voy para Catia con un recorrido que me duraba desde mi casa, un total de 2 horas. Cuando llego no veo a mi mamá en la Sala de Urgencias y la cama estaba vacía. Pregunto llorando a los médicos y enfermeras:¿Dónde está mi mamá, la señora Rosa María Adriani?. A su mamá tuvimos que subirla de emergencia para Terapia Intensiva en la madrugada…Solo repetía que su hija cumplía años hoy.
Subí corriendo a la Sala de Terapia Intensiva y pregunté por élla y el médico intensivista con varias indicaciones de medicinas que debía buscar corriendo, porque el Hospital no los tenía, me dijo que tenía que esperar a las 4 de la tarde para verla por 15 minutos con la tradicional bata de quirófano y tapabocas para visitar a un enfermo en Terapia Intensiva. Esperé sentada por 6 horas con la compañía de Dios y de mi Ängel de la Guarda.
Cuando al final pude entrar, mi mamá a pesar de su gravedad, hablaba con los ojos y con las manos. Me indicaba con señas que era mi cumpleaños y que debía irme luego para que pudiese ir a una merienda. Es increíble, que a pesar de su gravedad, lo único que le importaba era estar viva para mi cumpleaños. Alargó su partida durante el mes de junio, para despedirse para siempre, el Día de la Independencia de USA, 4 de julio. Élla amaba a su “negrito bello” Barack Obama. Era fans farandulera de todo lo que él hiciese con su familia. No murió el 5 Julio, fecha patria de Venezuela. Ay Dios…Hoy 1 de junio he llorado muchísimo. Tengo los ojos hinchados como el Pez Globo.