Ministro del Poder Popular para la Salud, Dr. Henry Ventura y la gran mentira burocrática del SIAMED
No hay manera que el Ministro de Salud (Dr. Henry Ventura) y quienes lo acompañan que el problema del NO ACCESO A LAS MEDICINAS, no es problema de distribución, es que NO HAY. De abril a esta fecha he tenido varias llamadas amables de la Sala Situacional del Despacho del Ministro de Salud, y cada vez me llama alguien distinto con una instrucción distinta y se les olvida lo último que les expliqué, que supongo que lo están anotando en una “minuta” o algo parecido.
Quieren que por cada “mal” que tengamos busquemos un Informe Médico distinto y el mismo Estado no tiene la capacidad de dar atención médica ni siquiera papel para levantar un informe, ni récipes con el logo del Hospital que a su vez, desde el portero de los mismos no te dejan entrar o ponen al ciudadano a “jugar a banco”, para decir al final que la orden de una medicina específica debe darla un especialista. Quieren poner a “parir”médicos a los golpeados venezolanos a peregrinar como “premio” a buscar al igual que el jabón, harina y toda la amplia franja de alimentos y productos de aseo personal y del hogar que NO HAY.
Les he dicho a los diferentes funcionarios de la Sala Situacional del Ministro Ventura, que si hoy los venezolanos no tenemos ni dinero para comprar comida, cómo van a poner en nuestro calvario otro rosario de dificultades para accesar a las medicinas que fueron parte de nuestras compras cotidianas y urgentes de cada mes. Si la Salud Pública (Ministerio Popular para la Salud) no tiene capacidad logística y de personal médico suficientes para expedir informes médicos en las áreas cercanas a nuestros domicilios, no nos pueden poner a “parir” a buscar informes a un extremo de la capital o buscar atención de médicos privados para que nos levanten un Informe Médico que valen hoy un dineral también, porque los médicos también tienen que pagar un dineral en alquiler de consultorios privados, pagarle mínimo a una secretaria y hacer mercado en la economía dolarizada del país, pero de bolsillos con bolívares que son un chiste.
Me doy por vencida por los momentos con este Estado-Gobierno inepto y de mil escaramuzas para inventar excusas burocráticas para el NO acceso a las medicinas, a la salud y todo lo que es prioritario en la vida y del día-día del pueblo. Los medicamentos para el Estado son también un “capricho” o un lujo como una botella de brandy importado.
Uno puede luchar contra lo que podamos enfrentar como ciudadanos o como jefes de hogar. Pero no podemos luchar contra un Estado que tiene el control de todo y no le dá la gana enfrentar con sinceridad lo que debe hacer, según lo demanda la Constitución Bolivariana, que el mismo “chavismo” lo hizo al tamaño de las inmensas ambiciones personales-politicas del desaparecido Hugo Chávez. El Estado-Gobierno que está por encima de todos y al Estado-Goiberno nadie lo supervisa: POR ESTA VISIÓN EQUIVOCADA y desfazada, el país se encuentra en una muy lamentable situación. Para el Estado-Gobierno es obligatorio NO ENFERMARSE, porque hacerlo es un delito también.