En la Venezuela Socialista del Siglo XXI, ser madre es una auténtica pesadilla...No estamos muy lejos de parecernos en el calvario que significa también ser madre en Somalia, con la diferencia que Venezuela es un país millonario en recursos naturales, minerales, tierras fértiles y con las reservas petroleras más grandes del mundo...Y todavía tiene este gobierno el gran descaro de hablar de "Guerra Económica". Se robaron los dineros de todos los venezolanos y YA.
Aún cuando todavía las madres venezolanas
no estamos ¡todavía! en el mismo calvario de ser madre como Somalia, catalogado
como el peor país del mundo para ser madre, porque el calvario no solo es
durante el embarazo, sino que también se extiende a los cinco primeros años de
vida del menor. Podemos afirmar que NO estamos muy lejos, a pesar de que supuestamente somos el
país con mayores reservas petroleras del mundo y que este gobierno se despilfarró
en 16 años de mandato socialista, los ingresos más grandes en DÓLARES que hemos
tenido en 200 años de vida republicana.
En nuestra
arruinada Venezuela ¡NO MÁS ESTÚPIDAS EXCUSAS DE GUERRA ECONÓMICA!, se robaron
el dinero de todo un pueblo y YA. Nació una burguesía con profundos
resentimientos sociales que con ideas retorcidas se repite muchas veces: ¡Ahora
me toca a mí robar y robar sin ser penalizado, el que tenga una empresa o una
hacienda productiva se la quito, porque esto es justicia social
revolucionaria!. Ser madre en Venezuela en estos tiempos “revolucionarios” es
una verdadera tragedia. No hay pañales, no hay productos alimenticios para
bebés. No hay productos de higiene personal y de acicalamiento de nuestros bebés (talco, colonia, crema para la pañalitis,etc). No hay fórmulas especiales, no hay medicinas pediátricas ni para
adultos. La ropita de bebé vale una fortuna y solo es privilegio de los
millonarios de este Gobierno y de los que ellos enriquecieron por nexos
familiares o de compradazgos.
Tener hoy
un hijo apropiadamente en condiciones decentes en una Clínica privada cuesta muuucho
dinero. Tenerlos en un hospital es un horror, porque la suciedad y la
inhumanidad de todos sus espacios son dignos de una película de terror. Si mi
hija, hubiese nacido en la Venezuela de hoy, no hubiese sobrevivido el primer
año de vida. En su primer año de vida tuvo tosferina con neumonía, y
gastroenteritis en la que se me moría, pero la atención médica especializada de
la Clinica Ävila me la salvó. En ese entonces tampoco era muy eficiente el
Hospital de Niños J.M. de Los Ríos, pero no estaba tan mal-mal como hoy, y todavía era
un opción para los de menos recursos o para quienes no contaban con una buena póliza de HCM.
Para
mi hija, sus primeros 5 años de vida fueron muy críticos para mí, yo tenía que
correr sola de noche o de madrugadas en un taxi para una Clínica, porque le
daban crisis respiratorias feísimas y fiebres altísimas que me la tenían que
introducir en emergencia de la Clinica Ävila en una bañera full hielo-donde mi
niña nació gracias a mi maravillosa póliza de salud que tuve con la desaparecida
C.A.Venezolana de Navegación-.Que por cierto fue otra de las tantas promesas del desaparecido Hugo Chávez, que la iba a "reflotar" en su campaña electoral de 1998, como todas las promesas mentirosas de este gobierno, nunca sucedió. Venezuela no tiene una Marina Mercante con buques propios que naveguen por todo el mundo para llevar y comprar mercancia: Alimentos, medicinas, equipos médicos, insumos agrícolas, etc, con bandera venezolana.
Es de comentarm que de tantas
emergencias médicas que me tocó vivir, tuve que aprender “a juro” viendo lo que hacían
los médicos con mi hija y lo que me
recomendaban hacer en casos de emergencia. Por mi cuenta me compré el famoso
libro de Medicina “Manual de Merck” en su primer año de vida y las guías
farmacológicas que salían cada año. Por cierto tengo extraviado en mi casa este
gran libro de Medicina, que es como la Biblia para un médico para cualquier
duda que deba aclarar. Ni me imagino cuánto debe costar hoy en nuestro país o
si se consigue en alguna librería especializada en el área
universitaria-académica.
Siempre le
digo a mi hija, que en la Venezuela de hoy, élla no hubiese sobrevivido con
todo lo que a élla le sucedió de pequeña. Lo que sucede en Somalia es terrible,
pero Dios lamentablemente NO los bendijo con millonarios recursos naturales y
minerales como a Venezuela. Lo que sucede hoy en nuestro país es imperdonable y
no no hay excusas ideológicas ridículas que valgan. Le doy gracias a Dios, que mi hija no
nacíó hoy. Responsablemente, en mi caso específico me hubiese negado el privilegio
de ser madre en la Venezuela Socialista del Siglo XXI.
Ser madre en Somalia: la lucha que nunca acaba:
Foto de Somalia es de agencias de Noticias EFE.