ADIÓS PAPÁ (Alejandro Alcides)…Adiós al tío Alcides para sus
amados sobrinos, adiós al abuelito de mi hija Endrina Toro Giraud… Descansa en
Paz….Hoy lloraré sola en mi casa…Recé mucho desde este sábado 9 de noviembre
para que pudieses partir tranquilo y sin miedo...Y también en la misa del
domingo 10 de noviembre, le pedí a Dios, a la Virgen del Carmen y a mis abuelos
Federico y Consuelo que NO tuvieras miedo de irte y que te acompañaran con
mucha luz,con mucho amor..Y les pedí, que te dijeran que NO te preocuparas por
mi, que sé que fue hasta el último momento, lo que más te preocupaba era YO...
NO estoy sola, estoy con Dios y con mis Ángeles y tu nieta Endrina, volverá a
Venezuela, cuando regrese la democracia. Siempre le tuviste “pánico a la
muerte”. Detestabas los funerales y decías ZAPE, cuando veías un carro fúnebre
en una calle o en una autopista. Ríete de ella en estos momentos...Cuéntale
chistes, como lo hacía mi tío Horacio y la tía Marta.
Te fuiste este martes 12 de noviembre a la 1 de la tarde en
la Clinica IDET de Altamira, Municipio Chacao, este de Caracas….Sin saber que
habías partido para la eternidad, cuando salía esta tarde a las 5 pm de una
Conferencia en la Universidad Central de Venezuela (UCV) me avisaste
musicalmente con una de tus canciones favoritas de los 60 que te habías ido:
MAGIA BLANCA con el Trío Venezuela….
...Y me puse a llorar por tí y por mi mamá que se me fue
hace 5 años y 4 meses, lo cual se lo dije a mi amigo de muchos años Félix
Basilicio Vásquez Oropeza y además le expresé: “Te manda decir Clemencia que la
tengo ahorita a mi lado (su 2do gran amor quien fallecíó de cáncer hace dos
años, que te pongas las pilas y dejes de estresarte en lo que NO debes, y lo
que NO sirve, lo deseches” ….Y todo esto se lo decía mientras escuchaba
!llorando! MAGIA BLANCA y luego otra canción también favorita de mi papá ( y de
mi mamá Rosa María (las puso la radio como por obra de MAGIA para mí de parte
de mi papá)….
Mientras yo hablaba conmovida con las canciones favoritas de
mis padres, me ví al lado de los dos muy niña agarrada de las manos en el Club
Social del Banco Venezolano de Crédito, de dónde fue mi papá Alejandro Alcides,
Presidente por varios años con los más grandes del bolero, de las guarachas y
de los paso doble de la Billo Caracas Boys, de los Melódicos, Trío Venezuela,
entre otros….
Magia Blanca, la canción con la cual mi papá me avisó que se
había ido este martes 12 de noviembre:
https://www.youtube.com/watch?v=SdFov1W1g-s
Una historia del tío “Alcides” , entre otras tantas hermosas
que conté por estas red social que eran SUS HISTORIAS de la familia Giraud
Mendoza, de todos sus hermanos y hermanas tenían historias increíbles. Y la de
mi abuela Consuelo Teresa Mendoza Sotillo de Giraud, de la comida que le cayó
milagrosamente del cielo en Maiquetía (Estado Vargas, zona costera de la
capital) fue sencillamente genial:
La historia de mi papá comiendo cotufas en un cine solo para
negros en Nueva York en los 50:
Mi papá Alejandro Alcides Giraud Mendoza "EL MARINO
MERCANTE" comiendo cotufas en un cine solo para negros, en tiempos
terribles de segregación racial en USA..Les había contado, que mi abuelito
Federico Alejandro Giraud Ramirez, hijo del Coronel Roberto Giraud Urbaneja y
de Trinidad Ramirez Martel, al igual que otros de la familia desde los tiempos
de Simón Bolivar, se desempeñaban en el mundo aduanal y de Hacienda, ocupando
cargos muy importantes.
Tenían amistades de mucha influencia en el mundo naviero y
portuario. El abuelo decide “preparar” rapidito a mi papá Alejandro ALCIDES en
la famosa Escuela Naútica de la Guaira.
A los dos meses lo ingresan a la legendaria Flota Gran
Colombiana y navega en los Buques “Ciudad Caracas” y “Ciudad Barquisimeto”.
Recorre los puertos de las Islas del Caribe y de las costas de Nueva York y de
Washington. Pero sus mejores historias “graciosas” e históricas están en Nueva
York y en Washington a finales de los 40 y de los 50.
Es divertido cómo cuenta cuando había “mar picado” y la
comida se los volaba en el comedor y evitando ¡No ensuciarse!, porque los
Marinos Mercantes son todos unos príncipes en modales cuando navegan.Y lo digo
YO, que por destino de la vida y del universo fui la primera Jefe de Prensa de
la C.A. Venezolana de Navegación en 73 años de historia hasta 1990,porque nunca
antes habían ingresado a la naviera a un periodista, como me lo dijo el Capitán
de Altura Argenis García, Gerente de Relaciones Públicas cuando ocupo el cargo.
Y los oficiales de la Marina Mercante fueron mis amigos y compañeros por 3
años, cuando a la CAVN la declaran en quiebra y el Estado la liquida.
A finales de los 40 llega en el “Buque Barquisimeto” al
Puerto de Seatle de Washington,creado el 5 de septiembre de 1911 por las
autoridades del Condado de King. Su jefe inmediato se llamaba “Capitán
Picardi”…No duermen en el buque y se van para un hotel. Cada quien el primer
dia que llegan, hacen su propia agenda de distracción luego de tantos días de
navegar desde el Puerto de La Guaira hasta Seatle.
El primer “gran regaño” en Washington lo recibe cuando cruza
a pié una calle, sin esperar el cambio de luces de los semáforos. Un policía de
origen irlandés como de 2 metros de altura, full pitos lo hace regresar al
semáforo. Y mi papá asustado oye una gran cantaleta en inglés por más de 5
minutos. Y él solo le decía I AM SORRY…I AM SORRY…I AM SORRY….y entonces le
pregunta el policía de 2 metros de altura: Where Are You From y él le dice
asutado: I am From Sudamérica…VENEZUELA….
Dice que el Policia grandote, muy catire, muy irlandés se
pone las manos en la cabeza y le responde con un gesto que en “dos platos” le
dice en definitiva: ¡CON RAZON!, como dándole entender que los sudamericanos,
los venezolanos eran “unos indios sin educación”…
Cuenta que en La Guaira y en Maiquetia de esos años, los
semáforos fallaban mucho y la gente entonces cruzaba las calles sin correr
peligro. El movimiento vehicular era muy calmadito y sin apuros. Todo lo
contrario en Washington, empezando por las semáforos para la época eran muy
modernos y totalmente eficientes,perfectos.
En su recorrido por Washington se monta en un autobús y se
siente IMPACTADO cuando vé que en los mismos hay rejas internas que separaban a
los negros de los blancos. Y esto le pareció horrible y denigrante, porque en
la Venezuela en que los semáforos fallaban, NO habían problemas raciales. Nadie
por ser negro NO lo iban a dejar entrar a un restaurant.NI habian baños solo
para blancos o bebederos de agua qué indicaban cuáles eran para negros y cuáles
para blancos.
Mi papá Alejandro ALCIDES, llega a una calle en donde hay un
cine y estaban pasando la película: Sorry, Wrong Number…LO SIENTO, NÚMERO
EQUIVOCADO con Barbara Stanwyck, Burt Lancaster y Wendel Corey, guión e
historia de Lucille Flecher…
Ve en la calle a mucha gente de color, muy bien vestida con
carros lujosos. Y todos van a ver la famosa película que era un fenómeno de
taquilla en esos años…EXCELENTE por cierto, por cosas también de la vida,al dia
siguiente de este cuento hace 9 meses, me pongo a cambiar canales y de repente
en el canal de cine clásico en Directv me pasan esta película en blanco y
negro…!obviamente estaba fascinada!, la película me trasladó al histórico
cuento de mi papá en Washington…
Mi papá, como todos los venezolanos de su época y de
siempre, él cree que puede entrar a un cine en donde solo ve muchos negros o
gente de color muy bien vestidas. Con su inocencia de un venezolano sin
prejuicios, pide una entrada en la taquilla del cine que atiende una negra como
“Mamá Dolores” de EL DERECHO DE NACER…y le dice que NO puede venderle la
entrada y le muestra un cartelón que dice: ONLY BLACk o Solo negros. Mi papá le
insiste encarecidamente a la taquillera que él quiere ver la película y élla
ante su insistencia le hace un gesto con los hombros que expresaba: ¡Bueno allá
tú si quieres entrar!...
Mi papá o el "Tío Alcides" logra entrar al cine de
200 butacas. Estaba full de negros. NO había ni una sola persona blanca. Todos
negros, negros…Todos lo miran con gran asombro.Quedaban pocos puestos
disponibles…Y para poder sentarse en una butaca tuve que decir muchos I AM
SORRY, I AM SORRY,I AM SORRY…
Apagan las luces y comienza Sorry, Wrong Number…Lo siento,
Número equivocado…Y de repente le empiezan a pasarle cotufas y más cotufas, le
pasan chucherías a cada rato por el transcurso de hora y media que dura la
película…Y mi papá como buen venezolano, se siente muy agradecido del gesto de
todo ese público de negros muy bien vestidos, que lo abruman de atenciones en
el transcurrir del film. Al terminar la película cuando prenden las luces, 199
personas negras lo rodean con gran admiración.
Se le acercan. Le dan la mano, Muchos lo aplauden. Mi papá
dice que se sintió muy conmovido y se le escaparon dos lágrimas, sabiendo como
le dijo el famoso actor mexicano Pedro Infante en el Cine Paramount de
Maiquetia a él y a mi tío Horacio que los hombres “machos de verdad” no lloran
ni regalan flores..que esas cosas eran de “maricos”.
A finales de los 40 y en los 50 cuando mi papá tenia que
navegar a Nueva York y a Washington, el problema racial en los Estados Unidos
era terrible.
Es de recordar que fue en el otoño de 1960, cuando por
primera vez en toda la historia de USA, que la niña Ruby Bridges de 6 años va a
una escuela de blancos. Cuando se preparaba para asistir a su primer día de
escuela, había en el ambiente un extraño sobresalto, mucha gente alrededor de la
casa, los vecinos se acercaban nerviosos y llamaron a la puerta unos hombres
que se identificaron como federales enviados por el gobierno. Su misión era
acompañar la niña a clase. ¿Por qué necesitaba protección una pequeña de seis
años? ¿A qué se debía tanta expectación?
Sus padres aceptaron el ofrecimiento de ‘La asociación
nacional para el adelanto de la gente de color’. En el Sur de Estados Unidos
eran los años de la lucha por los derechos civiles. Esa mañana la ciudad
amaneció revolucionada. Era la primera vez que una niña afroamericana asistía a
la escuela para blancos William Frantz.
Su llegada provocó gran caos y confusión. La gente le
gritaba, escupían a su paso y le tiraban cosas. Una mujer amenazó con envenenar
su comida, a partir de entonces Bridges tuvo que llevar el almuerzo desde casa.
Todos los maestros, menos la señora Henry que vino desde Boston, se negaron a
darle clases.
La niña pasó su primer día de escuela en la oficina de
dirección, y no precisamente por mal comportamiento.
La insostenible situación impidió que pudieran trasladarla
al salón de clases. No podía comer en la cafetería, ni salir al recreo y hasta
para ir al baño los mariscales tenían que acompañarla por el pasillo. Durante
todo un año la maestra Henry enseñó a Bridges en un salón de clases en el que
no había más alumnos, porque los padres de algunos niños decidieron dejar de
llevarlos a la escuela.
Bridges recuerda que de todos los ataques que recibió, el
que más la asustó fue el de una mujer que se presentó en la escuela con un
ataúd: el ataúd llevaba una muñeca negra.
En la actualidad Bridges es madre de cuatro hijos y vive en
Nueva Orleans. La que fuera una “niña problema”, hoy es una mujer que busca
soluciones. Ruby Bridges Foundation trabaja para promover la igualdad y la
justicia social, centrando sus esfuerzos en el desarrollo de la comunidad y en
la mejoría de las escuelas locales y nacionales. La fundación diseñó un
programa extraescolar que incentiva el entendimiento cultural a través del arte
y el servicio comunitario, y colabora en la organización de actividades
culturales como El Festival del Libro Infantil de Nueva Orleans.