domingo, 24 de agosto de 2008

La Libertad de Expresión es un juego de prudencias


Lo que decía uno de los abogados más brillantes que ha tenido Venezuela (Q.E.P.D)

Rafael Naranjo Ostty, Consultor Jurídico del CNP en 1986:

“LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO ES
MÁS QUE UN JUEGO DE PRUDENCIAS”


“No estoy de acuerdo con lo que tú dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo”. Una frase que repitió muchas veces Rafael Naranjo Ostty.

“La conducta de un diputado, de un parlamentario, tiene que ser de respeto a su investidura” .

“Aquí lo que falta es un poco más de educación democrática, a muchos de nuestros políticos, quienes creen que en Venezuela todavía gobiernan las dictaduras, y yo si estoy de acuerdo con que en Venezuela podría haber una dictadura, pero la dictadura de la Ley, que es lo más importante”.

"Yo abogaría por una dictadura en Venezuela, pero en el sentido que sea la Ley la que nos gobierne. Pero aquí se ha pensado que a los periodistas en general, se les debe acosar, acorralar, y hasta en algunos casos, se les debe encarcelar y ello es peligroso, porque la democracia no puede ir por esos derroteros. Lo que habría de fortalecer es el derecho a réplica."

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Los periodistas que en otros momentos del país marcamos pauta en los medios de comunicación del país, y algunos de èllos pasaron del siglo XX para el XXI como Directores o Jefes de Información en importantes medios de de comunicación (prensa escrita, TV y radio),es s mucho lo que tenemos que recordar a las generaciones de relevo y a los actores políticos nuevos y del siglo XX que todavía están hoy en la palestra pública.

Desde hace una semana tengo a mi casa convertida en un “campo de guerra”, decidí sacar de mis numerosos archivos de prensa, importantes testimonios o reportajes realizados por mí en el siglo XX que siguen tan vigentes como si fueran HOY. Hasta la fecha entre fotos personales y periodísticas he digitalizado 200 imágenes.

Los periodistas siempre tendremos problemas con los factores de poder. Siempre le somos incómodos a mucha gente y tendremos siempre problemas con la justicia. Siempre fuimos antipáticos en todos los gobiernos democráticos de nuestro país. Así que esta “pelea” es de vieja data y no solamente con el actual Gobierno.

El queridísimo amigo, destacadísimo abogado de nuestro país y quien fuera el Consultor Jurídico del CNP en 1986, me señalaba en mi programa radial CUARTO PODER y para el Diario de Caracas en mayo del mencionado año que: “El artículo 268 de la reforma del Código Penal ocasionará distorsiones en el ejercicio de la libertad de expresión en Venezuela y por eso llamo la atención de los parlamentarios sobre los peligros y consecuencias que conllevarían la aprobación del mismo”.

En aquel momento estaba en el tapete de la opinión pública el caso de persecución judicial contra el estimado colega Rodolfo Schmidt, Director del Diario de Caracas de aquellos años.

Señalaba Rafael Naranjo Ostty que el artículo 268 de la reforma del Código Penal apuntaba: “ Incurrirán en las respectivas penas establecidas en los artículos precedentes, los directores de publicaciones periodísticas, radioemisoras, o televisoras o editores de libros, panfletos y hojas sueltas, por medio de las cuáles se ha perpetrado el delito, a no ser que prueben quién haya sido el autor o autores de los escritos o imágenes difamatorias o injuriosas, al ser requeridos por las autoridades competentes.

Paula Giraud (PG.): Según este artículo, parece que el secreto profesional del periodista se acabaría, no habría secreto profesional, no podría guardarse la fuente…

R.Naranjo Ostty: La Libertad de expresión es quizás uno de los derechos más bellos que tiene el hombre, porque nace con el propio hombre. La Constitución Nacional lo que hace es recoger ese derecho natural que todos tenemos, de expresar libremente nuestro pensamiento, a viva voz o a través de los medios de comunicación.

Pero es un principio que lo recoge una bella frase de algún autor europeo que dice: “No estoy de acuerdo con lo que tú dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo”. Es decir, el día que los gobernantes de Venezuela, este Gobierno, el pasado y los que vengan, entiendan el contenido de lo que es la libertad de expresión, expresada en esta frase, ese día en Venezuela vamos a tener una real democracia. Porque una democracia sin expresión, una democracia no crítica, no es una democracia a carta cabal.

Ese Artículo, el 268, que establece la responsabilidad para los directores de los medios radioeléctricos o impresos, atenta directamente contra la Libertad de expresión.

Se estable la delación como principio. Los periodistas venezolanos no son delatores, son personas que han dado grandes batallas por la libertad de expresión y por conservar su secreto profesional a todo trance; incluso, han ido hasta la cárcel por defender ese sagrado derecho.

Ese artículo, el 268 rompe por completo todos los esquemas, tradicionales y modernos que informa el derecho penal. Donde la responsabilidad penal es individual y no es solidaria:

“La responsabilidad penal no puede ser solidaria, cada quien responde penalmente por los hechos que cometa y que estén contemplados como delito en el Código Penal. Esto está rompiendo ese esquema, es decir, un director de un medio en ningún caso puede ser responsable de actos que alguna persona considere que atentan contra su honor, contra su patrimonio moral”

Continúa RNO: Creo que este artículo, de convertirse en Ley de la República, vendría a cercenar directamente la libertad de expresión. ¿Por qué?, sencillamente, porque establece esa solidaridad que está al margen de los principios que informa el derecho penal y porque, a la larga, de convertirse en Ley, los medios, por instinto de conservación van a caer en manos de los parlamentarios, porque el director de una emisora radial, de una televisora, de un periódico o una revista, no va a querer ir a la cárcel con sus propios huesos, entonces traería a algún parlamentario que dirija la emisora o el medio y ello produciría una desviación de lo que es la libertad de expresión. ¿Por qué? Porque tampoco entonces valdría el derecho a réplica, derecho muy hermoso. Entonces se rompería por completo el equilibrio informativo”.

Por otra parte, estaría de acuerdo, no con ese artículo, sino con una norma que establezca una especie de excusa absolutoria, lo cual es la conducta que el sujeto activo de cualquier delito, al ejecutarla, borra la pena, más no el delito.

Y eso se podría hacer a través del derecho a réplica, que es el gran derecho, la cara oculta de la libertad de expresión. La forma como los particulares pueden en un momento determinado, contrarrestar cualquier tipo de información que se lance en su contra. Y esto si traería un verdadero equilibrio informativo.

PG. ¿Con el mismo espacio de tiempo y todo?

RNO. Con el mismo espacio de tiempo, el mismo centimetraje, en caso de tratarse de un medio escrito”.

¡Entonces, qué pasa!, los dueños o directores de los medios se convertirían en personas muy cuidadosas, para no hacer imputaciones alegres a las personas, porque correrían el riesgo de que esa persona aludida los venga a desmentir en su propia casa, en su propio medio”.

Se establecería entonces un verdadero equilibrio informativo sin estar llegando a estos excesos represión, porque, diría lo que le señalé a Enrique Rondón en la edición del 18 de abril del Diario de Caracas que “OPINIÓN SE COMBATE CON OPINIÓN, no se combate con represión, y aquí en Venezuela, lo tradicional ha sido, responder con represión a las manifestaciones de la libertad de expresión.

Esto lo digo porque tengo casi 20 años de consultor jurídico, desde la antigua AVP, hasta el Colegio Nacional de Periodistas y han sido muchos los periodistas que he tenido que defender por tener choques con la justicia, con personas que tienen la epidermis demasiado sensible y la constante en Venezuela ha sido responde con represión cualquier opinión”

“Entonces, si opinión se combate con opinión, o lo que que es lo mismo, el derecho a la réplica, ¿por qué no se recoge en un proyecto de Código Penal y se establece una especie de excusa absolutoria?

La libertad de expresión no debe ser encarcelada, porque es un derecho tan fuerte, pero tan fuerte, que a la vez es frágil, tan frágil. Es una paradoja.

PG. Es realmente preocupante lo que usted plantea, porque vemos que cada vez más periodistas van presos por delitos de opinión, por escribir algo que al gobierno de turno no le gustó; entonces, ¿dónde está la falla?, porqué tenemos un artículo de la Constitución, el 66, que establece la libertad de expresión y vemos que no se cumple, ¿a dónde vamos a parar si se aprueba el otro, el del Código Penal?

RNO. Creo que que sí se trata de un artículo muy peligroso, ese artículo no tendría razón de ser. Aquí lo que falta es un poco más de educación democrática, a muchos de nuestros políticos, aquellos quienes creen que en Venezuela todavía gobiernan las dictaduras, y yo si estoy de acuerdo con que en Venezuela podría haber una dictadura, pero la dictadura de la Ley, que es lo más importante”.

Yo abogaría por una dictadura en Venezuela, pero en el sentido que sea la Ley la que nos gobierne. Pero aquí se ha pensado que a los periodistas en general, se les debe acosar, acorralar, y hasta en algunos casos, se les debe encarcelar y ello es peligroso, porque la democracia no puede ir por esos derroteros. Lo que habría de fortalecer es el derecho a réplica.

Y tenemos un caso reciente, el del periodista Rodolfo Schmidt, que está detenido, porque alguien se consideró ultrajado por notas informativas que publicó en el periódico que dirige. El día que fuimos a imponernos del auto de detención, Gilberto Alcalá, Ramón Hadad, el propio Schmidt y yo, lo que hicimos fue sonreírnos, porque aquel expediente era un solo chiste”

Es decir, se pretendía probar el ultraje, con unos chistes, que salieron en contra de él, en el Congreso Nacional y en la propia Universidad Central de Venezuela.

Ahora, eso es lo que los abogados llamamos el “animus giocandi”, osea, el ánimo del chiste. A Rodolfo Schmidt lo único que le animó fue el “animus giocandi”, él tenía que informarle a la colectividad de los sucesos de Morrocoy, pero eso se tornó después en un chiste y el chiste no lo hizo el propio Schmidt, lo hicieron en el Congreso Nacional terceras personas y el chiste es punible en Venezuela”.

PG. Y él lo recoge en la publicación…

RNO. Exacto, los venezolanos somos personas llenas de humor, todo es un chiste y si por esa vía se van a encarcerlar a los periodistas, todos los venezolanos, que tenemos una gran picardía, deberíamos estar presos por hacer chistes”.

En dos palabras, que ese expediente es un chiste, no tiene ninguna seriedad, como expediente penal, como sumario.”

Ahora, lo acusan del delito de ultraje, el cual no existe. No está tipificado. Rodolfo lo que hizo fue informar: El Artículo 223 establece que la ofensa tiene que ser cara a cara y que esa persona esté en ejercicio de sus funciones. Schmidt no conocía a ese señor, luego no le hizo la imputación cara a cara. Además, ese señor tampoco estaba en ejercicio de sus funciones de Diputado para ese momento.

Después, hay otro artículo en el mismo Código Penal, en el que se establece que el funcionario público que haya dado motivos con su conducta al hecho noticioso, no puede invocar a su favor la tutela jurídica del ultraje.

Aquí lo que hubo, si efectivamente podemos hablar de un delito, fue el de “autoultraje”, en el que incurrió esta persona, por los hechos bochornosos que ocurrieron en Morrocoy, es decir, que quien dio motivo a la nota fue él. Es más, creo que era difícil en este caso ejercer el derecho a la réplica, porque tendría que entrar en una serie de menudencias…

La conducta de un diputado, de un parlamentario, tiene que ser de respeto a su investidura. ¿Quién irrespetó la investidura del diputado, el periodista o él mismo?

De no haber sido esta decisión, la del juez, mejor pensada, Rodolfo no estaría en la cárcel, si la investigación penal se hubiese orientado hacia los lados de Morrocoy, hacia los lados de ese famoso quelonio.

PG. ¿No cree la Consultoría Jurídica del Colegio Nacional de Periodistas que había intención de callarlo, porque de repente estaba haciendo cosas que no les convenía y una forma era ese expediente chistoso?

RNO. Es posible, todo en Venezuela es posible, y nos estamos acostumbrando a esas absurdas realidades. Es decir, la libertad de expresión, en este caso, de Rodolfo Schmidt, considero y considera el gremio de periodistas, ha sido inculcada. Por eso pienso, que mucho más temprano que tarde, Rodolfo va a recuperar su libertad y va a gozar nuevamente de todos sus derechos constitucionales, hoy privados por la decisión de un juez.

Aquí se habla de la separación de los poderes, del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, pero la constante ha sido en Venezuela, salvo algunas excepciones, que todas las represiones en contra de los periodistas venezolanos, lamentablemente, han surgido del seno del Poder Judicial, pero no de todo el poder judicial, sino de alguno que otro juez, que no entienden que lo primero que hay que ver es la Constitución Nacional, que la libertad de expresión es una garantía constitucional y que la Constitución está por encima de todas las leyes y si ella establece esa libertad, vamos a respetar la Constitución”.

¡Claro, que eso no significa darle a los periodistas y al público en general una especie de patente de corso para insultar y agredir a las personas!


Algunas personas enemigas del gremio de periodistas, piensan que cualquier alusión a ellos significa que se les está difamando o injuriando y no entienden que es una democracia lo fundamental es la opinión, el informar.”

Pareciera que algunos prefieren a un pueblo desinformado, que no conozca sus derechos constitucionales. Guzmán Blanco decía que en Venezuela hay democracia en los códigos y autocracia en los hechos.

Los periodistas no son unos difamadores de oficio, como algún sector interesado ha querido señalar, eso es una desnaturalización, es un empeño de algunos sectores, a lo largo de la democracia venezolana se ha señalado que los periodistas venezolanos tienen una especie de patente de corso para insultar a los demás y ello es mentira, los periodistas venezolanos han cumplido con su derecho a informar”.

¡Ahora ese derecho de los periodistas a informar le produzca escozor o urticaria a alguna que a otra persona…!

La libertad de expresión es un juego de prudencias: prudente es quien declara, prudente es el periodista, prudente es el medio y en ese juego es que se ha mantenido la libertad de expresión cuando la censura previa no existe.

La vida privada de las personas debe ser respetada, pero el verdadero respeto a la intimidad de las personas debe comenzar por las personas mismas y no sancionando a los periodistas que publiquen esos aspectos de la vida privada, esas conductas que han dado motivo a que se publiquen.

Nota: El próximo 30 de agosto el recordado y famoso abogado Rafael Naranjo Ostty, cumple 22 años de su partida por la voluntad de Dios. Naranjo Ostty fue el Asesor Jurídico del CNP y de la AVP más recordado de nuestra historia gremial y en defensa de los periodistas. Nuestro reconocimiento también a los Hermanos Haddad y Alberto Jordán Hernández, que también dieron muchos desvelos como abogados ad-honorem del CNP. Y por último a nuestro querido profesor, periodista y abogado Gilberto Alcalá, que dio una hermosa batalla en los tribunales del país en pro de nuestro gremio, quien el pasado mes de abril cumplió un año de fallecido.