



Este lunes 1 de diciembre a las 5 de la tarde por enésima vez me quedé mirando con indignación a la Plaza Andrés Eloy Blanco, mal llamada Plaza de la Revolución por Lina Ron y sus seguidores: ¡Nada que ver con impecable Plaza de la Revolución de La Habana, Cuba!.
En los últimos 7 años como caraqueña, periodista y funcionaria de carrera al servicio de la Alcaldía Mayor (desde la extinta Gobernación de Caracas) he sentido una profunda vergüenza de lo que le aconteció a mi amada Plaza Andrés Eloy Blanco, ubicada en la avenida Urdaneta a la altura de Santa Capilla. ¡AH PLAZA TAN INMUNDA Y DE AGUAS PUTREFACTAS MINADAS DE HECES FECALES Y ORINES!.
Pero lo que más me causa indignación como ciudadana amante de las normas y las buenas costumbres, es que esta plaza CON MILLONES DE VIRUS Y BACTERIAS esté precisamente al lado de la Vicepresidencia de la República y a pocos metros de la Alcaldía Mayor, Alcaldía Libertador y de la Cancillería venezolana: ¡Cuánta desidia lo que produce es repulsión!.
Ayer 1 de diciembre a las 5 de la tarde por enésima vez me quedé mirando de manera asqueante a la Plaza Andrés Eloy Blanco: Sus fuentes que hasta agosto del año 2000 eran aguas limpias y cristalinas, hoy son aguas verdes con colchones putrefactos de los indigentes del centro de Caracas, mientras miles de bacterias, moscones gigantes de color verde y zancudos trasmisores del dengue hacen festín en Santa Capilla y en los alrededores de la Vicepresidencia de la República.
Todos los Vicepresidentes de la República que hemos tenido hasta la presente fecha han sido cómplices y ajenos a una miserables realidad que está prácticamente en su mismo patio. ¡Si todos han sido incapaces de mantener la salubridad y un mínimo de las normas ciudadanas y de seguridad en esta plaza querida por muchos caraqueños, cómo es posible que el Presidente de la República ha podido confiar el importantísimo cargo de la Esquina de Carmelitas en personas a quienes la capital de Caracas les ha importado un comino y han sido cómplices de la devastación de la plaza que hoy no merece llevar el nombre de nuestro amado Poeta Andrés Eloy Blanco. ¿ Cómo van a poder resolver los Vicepresidentes asuntos de Estado y de todo el país que les ha delegado el Presidente de la República, sino han sido capaces en 8 años de girar instrucciones y hacerles seguimiento, para sacar a esta emblemática Plaza del caos y de la inmundicia?. ¡No tienen perdón de Dios ni de los verdaderos revolucionarios con quienes he conversado de la mala suerte de asqueroso lugar que fue digno y hermoso hasta la gestión de Hernán Grüber Odremán, último Gobernador de Caracas.
Desde la extinta GDF, fuimos muchas veces testigos de los actos cívicos, culturales e infantiles que realizamos con gran esplendor en la Esquina de Santa Capilla. ¡Es urgente rescatar a la Plaza Andrés Eloy Blanco de las garras de la desidia e insensibilidad gubernamental de los polos de poder que la rodean! ¿que pasó? ¿Es que están ciegos y no caminan por estos lados para que el pueblo no los fastidie con sus preocupaciones? ¡A dejar los guardaespaldas y oficinas de aire acondicionados! ¡Llegó la hora de involucrarse de verdad-verdad con la realidad de nuestra capital y de rescatar a los indigentes que rodean al casco de poder en el centro de Caracas!.
Mientras este lunes 1 de diciembre miraba con indignación a la Plaza Andrés Eloy Blanco (a la cual Lina Ron denominó la Plaza de la Revolución ¡ojala fuera igual de digna y limpia como la que está en La Habana!), dos ciudadanos con la franela estampada con el rostro del Che Guevara me comentaban también muy molestos: ¡Por cosas como estas es que perdimos a la Alcaldía Mayor, Alcaldía del Municipio Sucre y la Gobernación de Miranda!.
PEQUEÑA RESEÑA DE ANDRÉS ELOY BLANCO: Nació el 6 de agosto de 1896, en Cumaná, estado Sucre, en frente de la Plaza Bolívar, construida después del sismo de 1929, en la llamada actualmente "Casa natal Andrés Eloy Blanco" .
Entre sus poemas más importante tenemos a: Píntame Angelitos Negros, Canto a España, Barco de Piedra, Malvina Recobrada, Abigaíl, Cumaná Linda Señora,entre otros.
Andrés Eloy Blanco era un hombre de una amplia cultura literaria, filosófica, jurídica, política, científica y técnica. La mayor parte de sus obras se detiene en el aspecto popular de su poesía.