Remembranzas de la hija pródiga de la revolución que se marchó de Venezuela hace 3 años rumbo a Guayaquil, Ecuador. El 1 de marzo de 1998,cuando cumplía mi hija Endrina Rociel 6 años y le celebramos en grande su cumpleaños en Los Símbolos, Parroquia San Pedro (Sur de Caracas) en la casa de Rosario, la mamá de sus dos hermanos por parte de padre. En esta foto que estoy publicando está con su hermano Edgar Ernesto(hoy ingeniero del oro negro).Estábamos muy lejos de pensar que Venezuela iba a cambiar para MUY MAL e íbamos a tener salarios mínimos de 1 dólar y que hacer mercado de manera “normal y cotidiano” de TODO lo que necesitáramos en lo que fueron un día la cadena de supermercados como los CADA (del Grupo Cisneros) o en los Madeirense serían cosas del pasado.
En ese cumpleaños esperábamos a los famosos hermanos Servando y Florentino Primera (eran mis vecinos en la Parroquia El Valle y fui amiga de su también famoso padre y gran cantautor “revolucionario” Alí Primera) quienes eran muy amigos de Edgar Ernesto, hermano por parte padre de mi hija.Vino una conocida artista juvenil del elenco juvenil del canal 4 (Venevisión) y la cumpleañera con otras niñas fueron muy felices.
Hace 3 años exactos
que se fue mi hija Endrina de Venezuela por tierra rumbo a Guayaquil-Ecuador. Estas
son algunas remembranzas de lo que pudo ser y NO Fue. El miércoles 20 de
septiembre del 2017 a las 8 AM se fue mi hija de la casa Parroquia El Valle
(Sur de la capital) con una amiga rumbo a la Línea de Autobuses Expresos
América, ubicada desde hace más de 4 décadas en la Avenida Fuerzas Armadas, Sur
de Caracas, al lado del Colegio Fray Luis de León y muy cerca del Cuerpo de
Bomberos de la capital.
Ese día cuando se fue NO hubo abrazos Ni despedidas. Yo
estaba sentada llorando en la mesa del comedor. Nuestras relaciones personales
en los últimos años fueron bastante complicadas. Nuestras personalidades eran cada vez más diferentes. Compartíamos el mismo gusto por las comidas y
los postres del Centro Comercial San Ignacio en La Castellana, este de Caracas.
Compartíamos con interés desde que era muy niña varias
series de televisión y de grande vivimos con miedo y suspenso la serie The
Walking Dead y otras de fenómenos paranormales. Ella por mi fue influenciada
para su gusto total por la compleja y controversial película: La Naranja Mecánica
con el británico Malcom MacDowell ¡tanto que tiene un tatuaje en su cuerpo de
las grandes pestañas de este personaje.!. Esta película angloestadounidense de
ciencia ficción de 1971,fue producida y dirigida por Stanley Kubrick. Durante
su lanzamiento se convirtió en la cinta más polémica de la historia del cine
aunque para muchos forma parte de lo más alto en las listas de mejores
películas de la historia siendo así el trabajo más arriesgado y reivindicativo
de su director.
Link de La Naranja Mecánica:
https://es.wikipedia.org/wiki/La_naranja_mec%C3%A1nica_(pel%C3%ADcula)
Para MI la generación de los 90 es bastante compleja, y es
lo que he conversado con 3 amigas más cuyos hijos nacieron en esa década.Vivieron un pedacito de la Venezuela en Democracia y de vivir el Niño Jesús en
todo su esplendor desde los lindos centros Comerciales de Caracas y de las
Jugueterías maravillosas que tuvimos en el Centro de Caracas por La Marrón y San Jacinto.
Disfrutaron hasta antes de morir Hugo Chávez en diciembre
2012 (oficialmente su muerte la indican el 5 de marzo 2013 en Caracas y no en
La Habana) de una capital con diversiones puntuales en lugares como Las
Mercedes, en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco, Centro Comercial El Recreo,
El CC El Sambil, CC San Ignacio o en el Centro Comercial Paseo Las Mercedes, frente
al hermoso Hotel Tamanaco, este de Caracas por encima del muy alto índice
delictivo que azotaba a la capital y a todo el país. Tenían los jóvenes que esperar
en dónde estuviesen a que fuese las 6 am
del día siguiente, para poder regresar a sus hogares con un margen de seguridad
a su favor, bien fuese en el Metro de Caracas o en una línea de taxi.
Mi hija me dijo en una oportunidad desde Guayaquil, Ecuador,
que con la Venezuela del 2012 con todos sus problemas para ese momento NO se
hubiese ido jamás del país. En verdad, hasta el 2009 ambas disfrutábamos con mi mamá Rosa María
QEPD de un buen cine, comíamos lo que nos gustaba, como era la comida japonesa,
una buena paella española en Las Cancelas, Sabana Grande, Parroquia El Recreo. Podíamos todavía comprar algo bonito
en cualquier tienda o zapatería en la capital.Luego entre el 2010 y parte del 2011 quedé fuera de la nómina de la
extinta Alcaldía Metropolitana de Caracas, y en mi casa la pasamos MUY, pero MUY mal. Fue una época MUY DIFÍCIL
para mi ,mi mamá Rosa María y para mi hija. Luego fui re-enganchada para jubilarme de inmediato, luego de ganar el juicio en los Tribunales Contenciosos Administrativos.
En la Navidad del 2012, cuando estaba por morir Chávez, pude
comprarle con un importante esfuerzo, ayudada por mi papá Alcides QEPD el
celular más bonito que en ese momento había en Caracas a Endrina, con el que
hacía hermosas fotos y vídeos muy bonitos. E igualmente pude comprar unos
exquisitos postres para el 24 y 31 de diciembre en la Pastelería EL Muro
en Los Cortijos de Lourdes, este de
Caracas. Ya en el 2013 todo se empezó a
poner color hormiga, la escasez se fue agudizando en todos los renglones y todo
se fue encareciendo de manera muy rápida.
En el caso de la partida de mi hija para Guayaquil, Ecuador,
desde mi perspectiva muy particular yo no me hubiese del país Ni por tierra, ni
con 100 dólares en la cartera para recorrer carreteras por casi 4 días y sin tener un familiar cercano o una amiga
que me quisiera como una hermana que me hubiese brindado el cobijo de una
vivienda. Creo, que fue bien valiente y arriesgado lo que se jugó Endrina en el
mes de septiembre 2017.
De haberme ido del país en los momentos que yo era mucho más
joven, hubiese sido con un trabajo estable en mi área de competencia, un lugar en dónde
vivir sin miedo que me tiren a la calle por no pagar la renta y tener en la
cartera al menos 4 mil dólares.Y por tierra NO corro riesgos para irme a
ningún país de Latinoamérica. Me gustan mucho Bogotá y Quito, dos ciudades
hermosas que conozco y con un clima de ambos lugares que me encanta, pero con
un buen trabajo desde el momento que estuviese llegando de Caracas y sabiendo
por anticipado en dónde iba a vivir al
menos los primeros 6 meses.
No sé cómo ha hecho mi hija para salir adelante en plena
pandemia en Guayaquil. NI como se sintió cuando las imágenes de los fallecidos
por Covid-19 estaban en las calles o en las puertas de sus casas, fotografías
dramáticas que recorrieron el mundo entero en el mes de abril. Ella trabajaba con
niños antes de inicio de las cuarentenas en Ecuador, y obviamente fue la
primera área laboral que fue cerrada en Guayaquil. Supongo por lógica que debe tener más 4
de meses de renta NO pagada. En el mes de junio, me dijeron que le robaron el
celular, lo que nunca le pasó en Caracas. No hablo con ella desde el 22 de
junio. Según supe, tuvo en agosto una crisis de asma-alergia respiratoria muy
fuerte, es el mismo mal de ambas y de una parte de los Giraud, que viene
de la Abuela “chiquita” Josefa (la mamá
de mi abuela Consuelo Mendoza Sotillo de Giraud) que sufría de asma y siempre
había que ponerle mentol en el pecho y en
sus vías respiratorias.
Cuando le daban
crisis respiratorias a Endrina desde muy pequeña yo misma la nebulizaba en la
casa o ella a mí cuando yo era la que me complicaba. Ahora, yo misma me
nebulizo, cuando me he complicado (y la última vez fue el 4 de enero del 2019 a
las 11:30 pm). En Guayaquil, no tiene con ella ningún nebulizador con ella, así
que es un asunto que me preocupa entre otros. El costo de las medicinas allá (Ecuador) son muy altos, tanto que el común de la gente las compran por unidad con costos
de 1 dólar (cada pastilla)
Al cumplirse 3 años de haberse ido mi hija de Venezuela, en tiempos de pandemia y de situaciones bien complejas en Ecuador y en el mundo, sólo le pido a Dios en cada amanecer y al acostarme que la protejan de todo mal y la aleje del virus chino, al igual que a su amiga con la cual se fue del país. Hubiese sido muy feliz de haber tenido la suma de 1000 dólares y se los hubiese mandado por Western Unión (me dicen que en Caracas SI existen con el Grupo Zoom) hace dos meses para que pagase deudas con la casera(y las que se vencieran) y resolver otros asuntos que a mi me importan. Bueno, como NO es posible en MI caso¡ni en sueños!, cierro esa página y sólo rezo por ella cada día.Y me centro en mis necesidades inmediatas y en ser feliz en ayudar con pequeñas cosas a otros, mascotas que no tienen hogar y en favor de la naturaleza o del medio ambiente.
Mi perspectiva como madre es que de NO haberse ido de
Venezuela, ya se hubiese graduado en la UCV (con todos sus problemas
existentes) como licenciada en Bibliotecología y Archivología, una carrera
universal con campo de trabajo en todas partes y en cualquier lugar del mundo.
Es una carrera con los mismos códigos tanto en Venezuela como en Asia, Europa o África y los mismos programas de
estudio que no necesita de reválidas. Mal o regular, en estos tiempos tan
complejos en el mundo,ella en Venezuela tenía techo propio y la Universidad
Central de Venezuela le queda a pie desde El Valle: 55minutos y en pandemia NO
hubiese tenido que salir de la casa,solamente cada dos semanas, como yo lo
hago ahora.
Supongo, que cada quien debe vivir sus propias experiencias
por muy difíciles que sean. De cada caída o de cada triunfo por muy pequeño que
sea, se aprende, se crece.Valoramos lo que dejamos atrás. Rectificamos lo que NO debió haber sido y
seguimos hacia adelante con otro espejo. Hay que vivir lo que debe VIVIR. Hay
que levantarse las veces que se hagan falta, sin quedarnos tendidos en el piso o
en el pavimento por mucho tiempo. Hay que dejar de mirar el precipicio y mirar
hacia el cielo o hacia el horizonte. Hay que buscar las llaves de las puertas
que están cerradas y sino las encontramos buscamos una ventana.
En mi sosegada soledad, estoy en total paz desde hace 3 años.NO me aburro en esta pandemia
que en Venezuela es mucho más compleja que en cualquier parte del mundo.Aspiro
y sueño que en el momento que me vuelva a encontrar en algún momento con mi hija nuestras
personalidades tan distintas No sean tan DISTINTAS.Que nuestras diferencias
sean menos Norte y menos Sur. Ella es muy introspectiva y yo soy muy abierta.
No escondo mis emociones y a estas alturas de mi vida (y desde siempre) no
guardo apariencias de nada. Lo que me molesta lo digo y lo que es NICE también
lo expreso de inmediato. Ella es todo lo contrario a mí.
La semana pasada fue sumamente compleja para mi. Tuve apagones con más de 14 horas y por consiguiente sin agua. En mi casa ,cuando NO hay luz ¡incluso de día!, es un sepulcro por la oscuridad, siempre debo tener una luz prendida en el recibo-comedor igual que la de el baño. Se me inundó el apartamento el jueves 17 por 2da vez en menos de 3 meses. Se me dañó por 2da vez desde este mes de mayo la llave de la batea que está en el balcón. El único lugar en dónde hago todo en mi casa.Tengo el fregadero dañado desde hace 3 años, al igual que el lavamanos del único baño que tengo.
Cuando hay cortes de energía y con los mismos
el corte de agua, casi siempre se daña una llave de alguna parte del apto o se
resienten hasta que ¡se despiden para siempre!. Y en Venezuela lo cotidiano y
normal en cualquier parte del mundo, es muy difícil de resolver, porque todo
está dolarizado,en un país en dónde los pensionados o los salarios mínimos
tienen pagos MISERABLES y en el mes de septiembre caímos a ¡1 dólar!. Y también tuve
grandes diferencias con alguien que conozco hace más de 40 años.Hay cosas que jamás
voy aceptar, NI a nadie le permito que me haga sentir mal viviendo cada día la
cruda realidad de miles de venezolanos, mientras otros están en una realidad
paralela. Mi paz interior la protejo como gata recién parida.Y a nadie le permito que me la perturbe.
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