lunes, 8 de enero de 2018

LOS HERMOSOS TIEMPOS DE LA LOCHA EN VENEZUELA,CUANDO TENIAMOS UNA ECONOMIA SÓLIDA Y CON 1 BOLIVAR FUERTE....

 Venezuela tuvo una economia y una moneda tan fuerte por muchos años, que con 1 locha se iba de comprar a la panadería...Un bolivar eran 8 lochas y la gente compraba 8 panes de a locha o pancitos dulces para la merienda.
Mis padres hacian quincenalmente un gran mercado con 100 Bs en los recordados Supermercados CADA de Los Palos Grandes o en el de La California (este de Caracas). En la foto que sigue estoy con mi mamá Rosa Maria Adriani en los jardines de la  Iglesia de la Parroquia San José (Caracas)

La economía o la moneda de Venezuela era tan fuerte desde antes de la Dictadura del General Marcos Pérez Jimenez y en la Democracia de los 60 y 70, que con 1 locha se hacia mucho. Un bolívar eran 8 lochas. Se iba a la panadería y le decíamos al portugués: Dame 8 panes de a locha o 8 pancitos dulces piñitas.
Por muchos años un refresco costó 0,25. Un sándwich de jamón costaba 0,50 y los muchachos ibamos para el colegio con real (0,50) y medio (0,25) o un bolívar. El pasaje en autobús costaba 0,25 y con ese monto se podía recorrer toda Caracas. Y si la gente NO quería dar vueltas e ir más rapidito y más cómodo, se daba el lujo de tomar un carro por puesto por el monto de 1Bs. El carro por puesto era para 5 personas, que usualmente eran muy bien cuidados y su carrocería muy PULIDA. Con 100 bolivares se hacia un gran mercado quincenalmente en los famosos Supermercados CADA.
Cuando yo vivía en la Urbanización Horizonte, Avenida Poniente, Quinta Miriam (mi segundo nombre y como me llamaban mis padres y familia más cercana) me iba a pie desde el 6to grado de Primaria por la bajadota o subidota de Horizonte hasta la Avenida Rómulo Gallegos (Este de Caracas), y tomaba los autobuses EMSA por 0,25 hasta el Colegio Madre Emilia y si estaba muy apurada o tenia flojera, tomaba un carro por puesto en la esquina de mi casa, pero prefería NO hacerlo, para NO gastar MI bolívar, para disfrutarlo en grande en el recreo del colegio.
En los tiempos de la Venezuela con un bolívar muy fuerte y una inexistente inflación, la locha, el medio (0,25 ) y el real (0,50 ) ocupaban un lugar muy importante en los bolsillos de los venezolanos. Y más que una billetera, lo más usual y a la mano era el obligatorio monedero de cuero. Mi papá Alcides, se lo colocaba en la correa de su pantalón, al igual que todos los hombres. Y las madres, llevaban sus monederos chiquitos en sus cuidadas manos.
Mi mamá que en paz descanse, los oficios del hogar los hacia siempre con guantes de latex y siempre tenia sus manos blancas como porcelana y sus uñas bellamente pintadas de rojo o con medias lunas. Era una Ama de Casa PERFECTA, que parecía siempre que estaba lista para salir para hacer compras en Sears Roebuk de Venezuela (Bello Monte) o para llevarme a comer helados en los famosos HELADOS FRAPPÉ o a merendar en las pastelerías riquisimas de Campo Claro, La Carlota o las de Altamira, cerca del famoso y desaparecido Cine Altamira (este de Caracas) o ir de compras para la Esquina de Sociedad del Centro de Caracas y alrededores.
Una exquisita arepa con carne mechada o de queso de mano en la Arepera que estaba en la Esquina de Monjas a San Francisco, cerquita del tradicional Banco Venezolano de Crédito, costaba con un sabroso café con leche grande 1,50Bs…En ese banco trabajó muchos años mi papá al igual con los recordados y súper famosos Simón Diaz y Joselo, y por cierto el Presidente de esa institución y su Secretaria Privada fueron mis amados padrinos de bautizo: Don Henrique Pérez Dupuy y Carmencita Osorio, una fina dama de la sociedad caraqueña al igual que sus otras dos hermanas solteras, que nunca se casaron, a pesar que eran muy elegantes, muy educadas, vivian en la Quinta San Andrés de Los Caobos, subiendo por el Pequeño Teatro del Este…hoy toda esa zona, lamentablemente parece una zona de guerra, después haber sido un sector muy exclusivo en Caracas.
Los tiempos “revolucionarios” acabaron también con ese sector de mi madrina de bautizo... se murió el Teatro del Este y su Pequeño Teatro y la Torre Capriles de Plaza Venezuela…Hoy todo eso está horrible, arruinado, oscuro, sucio….En verdad que al país, le cayó encima la maldición de la bruja del hermoso cuento de La Bella Durmiente.
Esperemos, que cuando menos esperemos a la hermosa Venezuela, le venga su bello príncipe y con un beso la despierte…Y empiecen a caerse las telarañas y todo lo maléfico a nuestra patria, como pasa en el cuento…
Un helado de este tipo, que antes estuvieron al alcance de la mayoria y  supuestamente eran los más caros de los famosos Helados Efe, hoy algo parecido en la Venezuela del 2018 es imposible para  muchos comprarlos, grupo en el cual me incluyo....


*Las Fotos de la Locha y de los precios de antes en Venezuela fueron tomadas prestadas de PINTEREST...