lunes, 12 de octubre de 2015

EN LA VENEZUELA APOCALÌPTICA MORIR CON 25 TIROS NO ES NOTICIA, NI VA PARA LAS ESTADÍSTICAS...



MORIR CON 25 TIROS YA NO ES NOTICIA NI VA PARA LAS ESTADISTICAS: El miércoles 7 de octubre luego de las 3 de la tarde, escuché desde mi apartamento un tiroteo cerrado muy cerca de la Gran Misiòn Vivienda, cerca de la Escuela Militar de Venezuela y del Cuerpo de Bomberos. Me cuentan que el joven asesinado venìa corriendo desde la calle 2 de Los Jardines de El Valle y lo acribillaron con màs de 25 tiros. El muchaho era albañil, pero saludar o tener amigos de un barrio que es enemigo de otro por disputas de territorio o porque alguien no miró bonito a alguien del barrio contrario, es suficiente para ser sentenciado a muerte cada dia en Venezuela.
Quienes viven en un barrio tienen que convivir con gente trabajadora, decente, profesional y con muchos malandros también.Y ese es un precio que se paga muy alto, cuando otro barrio GERENCIANDO por un pran le declara la guerra a otro que vive en territorio aledaño. Es terrible tener todo el tiempo miedo. Me cuentan, que alguien de la banda rival, le avisó a los amigos y familiares del joven asesinado: Vayan a recoger su muerto…
Pasaron varias horas, para que el CICPC recogiera el cadáver. Ese dia, muchos del sector decidieron ni siquiera ir a la Panaderìa más cercana. Y el dia del entierro del joven asesinado, muchos decidimos quedarnos encerrados en nuestras viviendas, a pesar que no estamos viviendo en ninguno de estos dos barrios enemistados en donde la la Ley no llega ni soñando. Cada dia más, en los sectores populares de la capital y del país, casi no se ven policías por ninguna parte y todos los faros de las calles están a oscuras, macabras.
El jueves 8 de octubre salì muy asustada antes del mediodía para recorrer lugares inhóspitos de la Avenida Baralt de Caracas, buscando desenfrenadamente una batería para un modesto celular ZTE, nada tecnológico. Porque todas las tiendas de celulares Molvilnet, que pertenecen al Gobierno están con sus vidrieras e inventarios de todo en la màs absoluta quiebra. Las tiendas de teléfonos que puedan encontrarse en un solitario Centro Comercial están a precios inalcanzables para los ciudadanos mortales de esta Venezuela arruinada y triste.
De tanto caminar y caminar, conseguí en un lugar perdido y de una de sus zonas màs peligrosas de Caracas. como es la Avenida Baralt, la bendita batería para mi perolito Movilnet de marca ZTE. Mi número Movilnet tiene conmigo 13 años. Siempre sin dificultad, cada teléfono que cumplia su ciclo, yo iba simplemente preferencialmente a Movilnet del Centro Lido o del Centro Comercial El Recreo, y uno compraba el teléfono que se adaptara a nuestro presupuesto o se conseguía el repuesto o accesorio que pudiésemos buscar. Ya hoy, es un cuento de hadas.
Ahorita para un venezolano que se le dañe un celular, una nevera o cualquier repuesto insignificante de un carro o cualquier cosa de nuestro hogar es motivo de stress y de angustia, además de intentar de alimentarnos menos mal que la mayorìa. La economía desastrosa en la que se encuentra Venezuela, inevitablemente nos tiene muy mal de ànimo a millones de venezolanos. A mayor crisis económica, mayor será el número de robos y asesinatos en una nación. Es lo que estamos viviendo los venezolanos.
Lástima, que muchos no tenemos opción de tener los medios suficientes para alejarnos por algún tiempo de la Venezuela apocalíptica que estamos padeciendo en proporciones que nunca llegamos a imaginarnos que pudiésemos llegar. Ando mal de ánimo..Tenemos miedo de enfermarnos, tenemos miedo de tener la nevera vacía, tenemos miedo de tener MIEDO…Cuento cada dia del calendario para que llegue el domingo 6 de diciembre.
El país no puede seguir bajo el poder de un solo puño corrupto, avaro e injusto. En donde la esperanza de comprar vivienda o un carro sea exclusivamente para una minoría enchufada con el poder. En donde nuestros jóvenes no tienen esperanza de acceder a nada. Estudiar o NO de nada sirve en Venezuela hoy. O comprarse un celular nuevo o una nevera es hoy una utopía.