martes, 6 de marzo de 2018

EL DIA QUE CONSUELO DE GIRAUD RAMIREZ LE REZÓ AL CIELO Y LE CAYÓ UNA MILAGROSA BOLSA DE ALIMENTOS EN MAIQUETÍA...De la saga de los Urbaneja Giraud y descendientes...

 ConsueloTeresa Mendoza Sotillo de Giraud Ramirez,mi abuela...La foto es del álbum personal de Maria Eugenia Giraud...
 La Guaira y Maiquetia colonial...Estado Vargas....Tiene muchas historias de tesoros escondidos por los piratas que navegaban en el Caribe y llegaban al Puerto de la Guaira en el siglo XVII
El Puerto de La Guaira es  uno de los puertos más importantes del país junto con el de Puerto Cabello en el estado Carabobo. Al ser las costas venezolanas parte del Mar Caribe, fueron escenario de batallas, entre piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros y etc...


El día  que la cayó una bolsa de mercado del cielo a la abuela Consuelo, mientras rezaba hincada en la casa de los tesoros escondidos en La Guaira, Maiquetia…Antes de contarles este “milagro del más allá" es necesario ubicarnos en la gran depresión económica mundial de los años 30 y cómo impactó a Venezuela,independientemente que el país estuviese bajo la mano férrea del General Juan Vicente
Gómez, y también fuese en la familia Urbaneja Giraud el primer invitado y firmante del acta matrimonial de la famosa boda de Diego Bautista Urbaneja Urbaneja con Julia Margarita Giraud Ramirez, hija del coronel Roberto Giraud Urbaneja y de Trinidad Ramirez Martel, en la Parroquia San Juan de Caracas, el 30 de marzo de 1932…

La historia de la Abuela Consuelo Teresa Mendoza Sotillo de Giraud Ramírez es luego, en la Guaira en las “casas encantadas” de Maiquetia y de muchas casas guaireñas  de ese sector…Pero la historia de los tesoros dejados por los piratas que surcaron por las costas de Venezuela y el lugar de sus desembarcos era en el Puerto de La Guaira, le pertenece especialmente a mi tío Federico, seguido por mi papá Alejandro ALCIDES a mi papá Alejandro ALCIDES, del cual siempre también estuvo muy interesado mi tío Héctor y los demás tios y tias también SOÑABAN en encontrar esos tesoros “escondidos” en las casas que tuvo el abuelo en La Guaira, y que las alquilaba a precios irrisorios que NO alcanzaban para hacer UN GRAN MERCADO para la numerosa familia que tenia, “ni nada de gustos extras para nadie”, especialmente en los tiempos de la gran depresión económica en el mundo, y por lo tanto en Venezuela.

El Puerto de La Guaira es  uno de los puertos más importantes del país junto con el de Puerto Cabello en el estado Carabobo. Al ser las costas venezolanas parte del Mar Caribe, fueron escenario de batallas, entre piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros y etc. A mediados del siglo XVII, en algunas
Provincias como: Caracas, Maracaibo, Margarita, Andalucía, Trinidad y Tobago, y Guayana, fueron objeto de la incursión pirata y corsaria. La Guaira tuvo en muchas ocasiones el acoso y ataque de los corsarios franceses, y holandeses al puerto de la Guaira de la Provincia de Venezuela.

En el contexto geo histórico “la Guayra” fue el primer cónclave  en la colonia de la antigua provincia de “veniezuela”. Puerto de entrada y salida comercial en la mar con la metrópoli de ultramar que era por supuesto España. Lo que encomillo, es para “aclarar” cómo se escribía en esos años tanto Venezuela como La Guaira.

Ya en 1740 habían llegado al puerto de La Guaira dos grandes navíos españoles al servicio de la Compañía Guipuzcoana, el “Nuestra Señora de Coro” el “San Sebastián”, así como 300 infantes del regimiento Vitoria.

Era la preparación de España en Tierra Firme, ante la guerra declara por Inglaterra en las aguas del Caribe. La Plaza de La Guaira, estaba defendida con 94 cañones al mando de don Mateo Gual y Puello. En esta época las poblaciones más importantes del Litoral eran Caraballeda (1555), El Cojo (Macuto), Maiquetía y La Guaira, esta última ciudad más recientemente fundada por Diego de Osorio en 1589. Para 1730 se establece la compañía Guipuzcoana en la casa solariega de estilo Vasco que hoy tenemos como sede del Gobierno Regional del estado Vargas.
A las 10 de la mañana, del día 2 de marzo de 1743, la gente tuvo que salir corriendo de la iglesia en donde monseñor, pedía misericordia y salvación ante el ataque inglés, pues empezaron a caer las primeras granadas disparadas por los potentes cañones de decenas de barcos surtos frente al convulsionado puerto.

Todo estos antecedentes históricos, nos explica el por qué de la búsqueda de tesoros de muchas familias en sus casas de La Guaira y Maiquetía y por supuesto que mis abuelos y los tíos NO podían dejar de lado esta verdad histórica…Es tanto así, que ¡hasta YO!, también un dia a los 23 años, me fui con mi papá a una de esas casas del Abuelo que parecía sacada de un libro de cuentos de  fantasmas, incluyendo una escalera que parecía un caracol que subia a una azotea chiquita, entre Maiquetia y la Casa Guipuzcoana…Y nos pusimos los dos a darle con un mazo por 3 horas a una pared de bahareque azul que mi tío Federico había dicho que “podría haber alli un tesoro de los piratas”, historia que mis tios Héctor y mi tia Marta siempre avalaban.

 Pero mi tío Horacio, que siempre fue un “gran jodedor” se burlaba de estas historias de mi tío Federico que era el líder en esa historia familiar, que pudo haber sido cierta. Y entonces les decía el “gran jodedor” de mi tio Horacio: “Ustedes se ensucian bastante de tierra, y cuando consigan el tesoro, se me bañan primero, me avisan, que luego los invito a toditos a tomarnos unas cervezas bien frias con un cruzado de pescado y mariscos en la Plaza Lourdes de Maiquetia y de paso mando a buscar a Caracas a Roberto, a Maria Consuelo y a Luisa Teresa"...ja ja ja...

Recuerdo que en esa casa “de cuento de fantasmas” yo le dije a mi papá, que primero había que rezar primero y ponerle agua bendita que yo traía en mi cartera. Porque, a mi siempre me había dicho mi abuela materna Carmen Cecilia Adrian Mendoza , que tuvo muchas vivencias con el mundo paranormal cuando estuvo casada con el escritor Pedro Díaz  Seijas, que las cosas de los muertos, “son de los muertos” y que había que pedirles permiso primero con oraciones y agua bendita en el lugar del entierro, fuesen joyas, morocotas de oro y etc. Y en estas previsiones “con el más allá” estaba de acuerdo mi tío Federico y mi tío Héctor que siempre fue “muy culillúo” con estas cosas…

El caso es, que cumplimos con todos las recomendaciones, pero NO encontramos nada en esa pared ese dia…Ya se acercaba la noche, y mi papá que también es “miedoso”,yo le dije que debíamos irnos porque “Ya” yo sentía escalofríos inexplicables y que esa casa tenia muchas historias de gente que había vivido allí, y que los fantasmas  muchas veces regresas a sus lugares de grandes querencias o de mucho dolor.…Pero, las búsquedas de los tesoros escondidos en todas las casas del abuelo fue algo que siempre estuvo presente en los hermanos Giraud Mendoza, pero mi tio Horacio se “los chalequeaba”...

…Pero  YO sé que mi tío Horacio  aunque se reía de esas cosas, en el fondo SI las creía, porque como “un buen Giraud Mendoza” le tenian  muuuucho temor como mi papá Alcides  a las  funerarias y a una carroza fúnebre, más allá de lo que muchos obviamente sienten. Y por siempre que  veían a una carroza funeraria toditoooos, decían y dicen "GUILLO" y luego se hacen la señal de la cruz.

Para terminar de echarles el cuento, que es VERDAD VERDAD…Mi abuela Consuelo, un dia amaneció muy angustiada.Eran los tiempos muy difíciles de la depresión económica mundial y también en Venezuela,no tenia nada para preparar en el almuerzo y para la noche en ese dia..A todos los hijos Giraud Mendoza, los arreglaron en el desayuno con un guarapo de café con papelón y un pedazo de pan picado de manera perfecta para que alcanzara para toda esa “muchachera”: Mis tíos y mis tías. Mi abuelo Federico Giraud Ramírez, había tenido que irse por dos meses para Puerto Cabello, en recuperar una mercancía que estaba extraviada, él trabajaba en el complejo mundo de las aduanas. Viajaba mucho por su trabajo y la abuela Consuelo tenia que “resolver”sola  muchas emergencias cuando se presentaban…

Ese dia, élla estaba muy angustiada porque NO HABIA COMIDA…y se puso a rezar en voz muy alta en el patio de esa casona de Maiquetia…”Dios  mío hazme un milagro…NO me abandones…Federico todavía no viene a la Guaira…Te ruego Dios que me ayudes… necesito poder comprar comida y alimentar a mis hijos”  y plashhhh de repente le empieza a caer al patio de la casa plátanos, yucas,ocumo,apio, papas,naranjas , limones,pescado seco salada, casabe, arroz, caraotas y lentejas y empieza a decir gritando al cielo:  ¡DIOS MÍO…GRACIAS POR ESTE GRAN MILAGRO,GRACIAS,GRACIAS!, y entonces de repente le dicen desde el otro lado de la pared: 

“Nada de milagros CONSUELO…No es Dios que está lanzando verduras y caraotas del cielo es PANCHITA tu vecina…Me tienes angustiada  con tu rezadera y tus llantos…La del milagro soy YO”…Este cuento, cada vez que mi papá Alcides lo cuenta "se muere de la risa" ,porque eso SI le pasó a la abuela Consuelo Teresa Mendoza Sotillo de Giraud Ramírez…

Nota: Las fotos de referencia de este relato fueron tomadas prestadas de internet...