jueves, 11 de septiembre de 2008

LOS VERICÜETOS DEL PROGRAMA "CONTRAPESO" DE LOS PERIODISTAS VLADIMIR VILLEGAS E IDANIA CHIRINOS EN EL CANAL i




He expresado públicamente que el programa CONTRAPESO en el Canal i, que dirigían los colegas Vladimir Villegas e Idania Chirinos se había convertido en mi favorito por su EQUILIBRIO informativo. El televidente podía sopesar las opiniones del oficialismo y de la oposición de manera simultánea, y luego sacar sus propias conclusiones. Muchos venezolanos nos cansamos de los canales de TV y Radio que sólo muestran una opinión del país, sean del oficialismo o de los medios abiertamente opuestos al Gobierno de Chávez.

Desde mi posición muy personal, desde hace mucho tiempo decidí "ENCADENARME" con la televisión por cable. Solamente monitoreo rápidamente los canales oficialistas y los canales comerciales que son anti-gobierno : ¡QUÉ BIEN ME SIENTO COMO PERIODISTA Y CIUDADANA DESDE QUE ESTOY HACIENDO ÉSTO!. En verdad me harté de los mismos "chaca-chaca" y estribillos del Gobierno y de la oposición.

He ido descubriendo que mi posición, cada día tiene más adeptos de ciudadanos que se identifican con el país-país y con la verdad sin manipulaciones. La verdad no tiene un sólo rostro ni le pertenece a un solo sector del país.

Por todas estas razones expuestas, me habìa convertido en una FANS del programa CONTRAPESO que tan maravillosamente bien conducían los colegas Vladimir Villegas e Idania Chirinos.

Espero que el Canal i, reconsidere la medida de haberlo sacado del aire. ¡Quiero volver a disfrutar el programa Contrapeso!.

Decidí colocar en esta página varias opiniones emitidas en distintos medios de comunicación social de las razones por la cual salió del aire el mencionado programa, así como el despido de la colega Mairim Unamo del Canal i.

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POSICIÓN DEL CNP:

CNP exige la inmediata restitución del programa Contrapeso con sus moderadores originales

4 de Septiembre de 2008. La directiva del Colegio Nacional de Periodistas hace pública su total inconformidad y manifiesta su rechazo por la salida del aire del programa Contrapeso, -conducido por Vladimir Villegas e Idania Chirinos- que se transmitía de lunes a viernes a las 9 de la noche por el Canal I.

El Colegio Nacional de Periodistas declara responsablemente al país que tiene suficientes elementos de juicio como para presumir que la salida de Chirinos y de Villegas del programa Contrapeso obedece a presiones políticas ejercidas desde el alto gobierno en contra de los propietarios del canal.

Es un secreto muy mal guardado que la actitud independiente, el respaldo crítico y el apoyo condicionado que, en especial, Vladimir Villegas tenía hacia el gobierno luego de haber ocupado altas responsabilidades en su seno –evidenciado reiteradamente en sus columnas y espacios radioeléctricos- ha causado disgustos en los anillos cercanos a la Presidencia de la República.

Estas versiones le han llegado a Villegas de muy buena fuente y son del conocimiento de la directiva del CNP.El programa Contrapeso, cabe señalarlo, era un espacio que hace rato estaba necesitando la opinión pública: un espacio en el cual se fomentaba el dialogo respetuoso y se confrontaban las tesis políticas que cruzan los dilemas nacionales de manera civilizada.

La actitud hacia la directiva del Canal I, recuerda los episodios más oscuros de la Cuarta República: no distan demasiado de las ejecutorias de Blanca Ibáñez en los años 80. Es una actitud que, en castellano, tiene un solo nombre: censura.

El Colegio Nacional de Periodistas le solicita a la presidenta de la empresa, Mari Pili Hernández, que se pronuncie sobre lo ocurrido y ofrezca sus buenos oficios para que el espacio regrese al aire lo más pronto posible.

Al mismo tiempo, el CNP hace un cordial llamado público a los periodistas amigos del gobierno que han hecho causa común con VillegasEleazar Díaz Rangel, Earle Herrera, José Vicente Rangel y Desirée Santos Amaral, entre otros- para que, tal y como lo hacían en el pasado, expresen su solidaridad con el colega Villegas y repudien decisiones de este tenor, que tanto lastiman el tejido del gremio y la salud de la democracia.

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LO QUE SEÑALA MARI PILI HERNÁNDEZ A TAL CUAL, 10 DE SEPTIEMBRE:


No es la ideología, sino la plata

Maripili Hernández, presidenta del Canal-i, afirma que la salida del programa de su "hermano" Vladimir Villegas es por razones comerciales y no políticas.

David Ludovic Jorge

No es "salida" sino "reestructuración". Un argumento similar al "cese de concesión" con el que se cerró RCTV, es el que la presidenta de Canal-i, Maripili Hernández usa para justificar la salida del programa Contrapeso conducido por Vladimir Villegas e Idania Chirinos.

"Vladimir Villegas trabaja para una productora independiente que nos vende a nosotros el programa como producción independiente. En este momento el contrato con la productora finalizó y estamos en un momento de negociación", explica Hernández.

Según asegura, la razón por la que el programa cesó de trasmitirse fue meramente comercial. "Desde hace tres o cuatro meses en el programa faltaba o Vladimir o Idania y la idea del programa es que tenga dos conductores, dos visiones de un solo país. En el nuevo contrato buscamos estipular como requisito que si alguno de los animadores faltara haya una penalización de carácter económico o no se reconozca el programa. Si nosotros pagamos por un programa con dos periodistas, ¿por qué recibir uno con uno solo?", se pregunta.

Por ello, Hernández critica la actitud de Villegas de denunciar ante los medios de comunicación que su programa salió del aire por razones políticas."Vladimir es mucho más que mi amigo, es mi hermano. Hemos trabajado juntos y militado juntos. Él ha cargado a mis hijos y yo a los suyos". Tras esta emotiva confesión, Hernández asegura no haber participado en la decisión de que Contrapeso saliera del aire, pues ella estaba en México la semana pasada.

"Le pedí que me diera dos días, pero no me dio ni dos horas. Empezó a declarar a los medios que lo estábamos sacando por retaliación política". Asegura que tal retaliación no existe, menos porque Villegas es "prácticamente el único a favor del proceso revolucionario que tenemos en el aire".

También recuerda que Canal-i trasmite a muchas personas del mundo opositor, como Julio Borges o Cecilia Sosa Gómez.Por ello, y pese a la amistad que, asegura, los une, Hernández cree factible que Villegas salga del programa luego de sus declaraciones contra el canal. "Vladimir nos pone en una posición muy incómoda al hablar mal de este canal. Habrá que esperar lo que decida la junta directiva sobre Vladimir. Todo lo que ha dicho pareciera hacer entender que no quiere seguir en este canal. Si no fuera así hubiese permitido conversar en privado antes de dar declaraciones públicamente contra la empresa".

NO HABLAR MAL. Así como se explaya en detalles al hablar del caso de Villegas, la presidenta del Canal-i es escueta al tratar el tema de la salida de la coordinadora de emisiones, Mairim Unamo. Se limita a asegurar: "quedaría muy mal que una persona de mi nivel se ponga a hablar mal de ella". Sin embargo, también admite alguna de las irregularidades laborales denunciadas por Unamo.

"En efecto, no tiene causal de despido porque no está amparada por la inamovilidad laboral, por lo que no hace falta causal", asegura.


"Incluso he pedido que pongan la noticia del maletín muchas veces, porque me parece absurdo justificar cualquier falla de tipo profesional con agresiones a la libertad de expresión", finaliza Hernández sonriendo, al referirse a una noticia que, en sus propias palabras, "ni le va ni le

viene", como la del caso Antonini.

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LO QUE DICE EL SECRETARIO GENERAL DEL CNP-CARACAS, ROGER SANTODOMINGO:

El canal de Maripili
Lunes 1 de septiembre de 2008

ROGER SANTODOMINGO,
www.rogersantodomingo.com

El pasado jueves 28 de agosto, la coordinadora de emisiones del Canal I, Mairim Unamo, fue despedida por orden de la presidenta de la estación, Maripili Hernández. Unamo, una competente periodista, quien venía de trabajar en Ipys, intentaba poner al aire el más reciente capítulo del affaire del Maletín de los 800 mil dólares.

Tras autorizar a una redactora de la planta a escribir sobre el soborno de funcionarios y militares venezolanos por parte de los acusados Durán y Kaufmann, y tomando por cierta la consigna de "equilibrio en la información" de la estación, La periodista Mairim Unamo dio instrucciones para que el trabajo fuese contrastado con el punto de vista de los abogados defensores de los venezolanos, con una llamada telefónica a Miami.

En desacuerdo, el nuevo jefe de Servicios Informativos y de Opinión, Dámaso Silvera, amenazó a la redactora con despedirla si escribía la nota, desautorizando a Unamo; según él, la escandalosa historia se trata de una manipulación de la oposición contra el gobierno.

Luego que Unamo rechazara la censura, Silvera acudió a la oficina de la Presidenta del canal y, según el testimonio de la periodista, a los 20 minutos aproximadamente fue llamada a la oficina de Recursos Humanos.

Este caso sienta un peligroso precedente: una periodista es despedida por hacer su trabajo. Esto da una clara señal del futuro del Canal I en manos de la colega Maripili Hernández (¿seguirá siendo viceministra de relaciones internacionales para América del Norte después de haber sido inhabilitada para ejercer cargos públicos por la Contraloría y estar en la lista de los que el presidente Hugo Chávez calificó de simples "ladrones"?), quien suele invocar la ética periodística y pedir derecho a réplica cada tres por dos (¿se lo habrá solicitado a Chávez por llamarla ladrona?).

Al propio Colegio Nacional de Periodistas (CNP) le ha negado ese derecho consagrado después de dedicar un programa a insultar a los recién electos representantes gremiales por, según élla, no hacer nada en el caso de las brutales agresiones inferidas por supuestos simpatizantes de Leopoldo López contra Guillermo Torín, un técnico del canal de la Asamblea.

La verdad es que tanto exigimos una explicación al alcalde como también conversamos con Torín en busca de información adicional sobre sus atacantes, pero desafortunadamente no pudo identificar a nadie, tampoco hubo testigos del asalto pues estaba solo (llevaba un chaleco con la insignia del canal, pero no estaba trabajando ese día, según él mismo me contó) cuando caminaba por una calle paralela al lugar donde se había realizado la concentración.

Eso nunca Maripili Hernández lo ha querido escuchar.Tal es el problema de personas que intentan ver todo con el cristal de la polarización política; con una periodista que antes que estar interesada por la verdad y la información de actualidad promueve sus intereses personales.Una periodista que, por ejemplo, hace publicidad de la medicina sistémica y no tiene escrúpulos a la hora de entrevistar a su cliente en su propio programa radio y, encima, ofrecerle hacer gestiones ante la asamblea y el gobierno para que se utilice más el producto que promociona en los planes de salud pública.Lo cierto es que no es el suyo el periodismo más sano. (4 de Septiembre 2008)

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LO QUE DICE VLADIMIR VILLEGAS EN EL DIARIO TAL CUAL

Cuento chino de Maripili

Vladimir Villegas no cree en los argumentos que dio la presidencia del Canal-i para sacar del aire el programa Contrapeso.

Quince faltas en 150 transmisiones. Ése es el cálculo que realiza Vladimir Villegas luego de las acusaciones de la presidenta de Canal-i, Maripili Hernández acerca de sus faltas al programa Contrapeso, que motivaron "una reestructuración" de la programación que implicó su salida del aire.


"No logro entender por qué un programa bandera del canal salga del aire porque hay una negociación de términos. No creo que alguna fábrica se pare por la discusión de un contrato colectivo a menos que haya huelga", compara el periodista.

Según asegura, sus faltas se limitan a dos días menos de grabación debido a su viaje al Centro Carter en febrero, un viaje a las Islas Canarias que "habrán impactado en la grabación tres días porque había programas ya grabados" y su ausencia el día del periodista.

"Yo me fui el 26 de junio en la noche y estuve fuera del programa el 27 porque el vuelo se retardó y llegué a las 9:30 pm a Caracas. Si hubiese tenido la voluntad de quedarme `bonchando’, lo hubiese hecho".Villegas también comenta que durante sus vacaciones, negociadas con la propia Hernández, se enfermó, y que cuenta con las constancias médicas de esas ausencias.

Por ello, Villegas no duda en insistir en que hay otras razones que la presidenta de la planta intenta ocultar.

EQUILIBRIO EN LA MIRA

Villegas también lamenta que Hernández no se haya comportado de forma consecuente con su "hermano", pues no le comentó oportunamente las posibles quejas sobre sus ausencias del programa. Según narra el periodista, él no tuvo conocimiento de la decisión hasta el lunes en la tarde, pero no hubo ninguna llamada de la presidenta antes de ese momento que lo pusiera al tanto de la situación."Quien llamó a Mari Pili fue el hermano Vladimir", se mofa Villegas.

También aclara que, así como Hernández le insinuó el tema de la reestructuración también le hizo observaciones sobre fallas en el equilibrio del programa. "Ojalá esa conversación hubiera sido grabada por alguien. Ella no lo ha asumido, pero me dijo en privado que tenía quejas sobre algunos programas que no contaron con invitados del lado chavista", asegura.

Aunque no especifica a qué programas en concreto se refirió la presidenta del canal, si menciona casos en los que el equilibrio no fue posible, entre otras cosas, por fallas en los entrevistados.


"William Lara fue invitado al programa antes de Eduardo Manuitt, pero el día de la grabación dijo que no podría asistir", recuerda el periodista.Villegas considera haber hecho lo correcto al aclarar a la opinión pública su percepción sobre la salida del programa del aire, más allá de las quejas de Hernández. "El escándalo lo armaron quienes tomaron la decisión de cesar la transmisión".

La defensa de quien fuera viceministro de Relaciones Exteriores para Asia y Oriente Medio es que la excusa de la "reestructuración" no le parece convincente y que cree en la existencia de presiones del poder –al que se refiere de manera vaga, sin señalar concretamente a algún ente o funcionario del chavismo– como la causal del fin del programa.
"No tengo los pelos del burro, pero me huele a burro. Tengo informaciones de suficientes fuentes que me permiten concluir que hay algo de eso", sostiene.

Sin embargo, el periodista no se muestra cerrado a volver a conversar sobre su participación en Canal-i. Asegura que él le solicitó a Hernández que lo llamara luego de su regreso de México, lo que la presidenta no ha hecho."Ella dice que yo no quiero seguir en el canal. Yo sí quisiera, porque sentía que era una buena idea de equilibrio en tanta polarización.Pero pareciera que quienes no quieren que yo siga en el canal son quienes tomaron la decisión", lamenta.

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LO QUE DICE EL AMIGO Y COLEGA MARIO VILLEGAS...

El sobrepeso de Idania y Vladimir
(
Publicado en El Mundo el miércoles 10 de septiembre de 2008)

Mario Villegas

Cuando en esta misma columna di la bienvenida al programa “Contrapeso” aduje que la colega Idania Chirinos representaba la “contra” y mi hermano Vladimir el “peso”, por aquello de los kilos de más. Ahora, cuando el programa es sacado sorpresivamente del aire por razones que no están claras pero que pintan de muy mal olor, llega uno a pensar que esta dupla de periodistas -ella menudita, sagaz y punzante, él corpulento, reflexivo y conciliador- terminó siendo un verdadero sobrepeso para el frágil y dudoso equilibrio informativo del que se ufanan los dueños y directivos del Canal I.

No sé por qué viene a mi mente aquel viejo refrán popular que reza “Dime de qué te jactas y te diré de qué careces”.

Fue “Contrapeso” uno de los no muy abundantes espacios periodísticos que, en estos tiempos de exacerbada polarización, ha ofrecido la televisión venezolana a quienes no se conforman con una visión parcial o mediatizada de la realidad política nacional.

Ese programa, según decía Vladimir en su columna de ayer en El Nacional “nació precisamente para darle cabida al debate entre quienes piensan distinto y bajo la conducción de dos periodistas con visiones políticas totalmente diferentes”.

En verdad, Idania y él lo hicieron muy bien. Ella desde una postura claramente adversa al gobierno pero sumamente madura y racional. Él desde una posición conocidamente oficialista, pero notoriamente crítica a la vez que leal. Ambos con un profundo sentido de su responsabilidad personal, social y profesional.

Este lunes, Teodoro Petkoff escribió en Tal Cual sobre los tres hermanos Villegas que somos periodistas de profesión. De Vladimir, con quien hace algunos años él mismo protagonizó una sonora polémica, Teodoro dijo que “es chavista pero no incondicional ni lamebotas”, a lo cual atribuye la salida del aire de “Contrapeso”.

Con Vladimir -lo mismo que con Ernesto- he sostenido agrias pero fraternales discusiones políticas y profesionales. Sin embargo, debo reconocer que, a su tiempo y a su modo, ambos han expresado ciertas posturas críticas que destacan en ese mar de sumisión e indignidades en que ha devenido el chavismo.

De Vladimir, que es el caso que hoy me ocupa, quiero mencionar algunas que deben ser tomadas en cuenta por quien quiera hacerse un juicio equilibrado sobre el personaje: Vladimir discrepó abiertamente de la reforma constitucional propuesta por Hugo Chávez en cuanto a la supresión de la libertad de información en los estados de excepción, se opuso abierta y oportunamente a la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia, denunció la represión policial contra las movilizaciones estudiantiles en Mérida, cuestionó la intención de convertir al sindicalismo en un instrumento gobiernero, denunció las prácticas estalinistas en algunos entes públicos y, hace muy poco, objetó el procedimiento empleado por el gobierno para imponer el paquete de leyes por vía habilitante, entre otras de sus posiciones públicas que recuerdo

Ahh… y por si fuera poco, en contravención a la sectaria y antigremial línea del chavismo, Vladimir honró su condición gremialista y acudió a votar en las elecciones del Colegio Nacional de Periodistas.


Más allá de las diferencias que en los últimos años hemos tenido –que aún tenemos y seguramente tendremos- me enorgullece compartir la misma sangre y los supremos valores de nuestra familia, ser su hermano mayor, ser su amigo y su compañero. Yo que soy de sus críticos más exigentes, le extiendo en esta hora mi más sincera y categórica solidaridad moral. Es el mejor contrapeso al atropello y la mezquindad.

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4 / El Mundo / Martes / Caracas , 09 de Septiembre de 2008

El Síndrome Villegas
EDUARDO SEMTEI ALVARADO


Los tímpanos de Mari Pili estaban irritados. Sus bellas orejitas gallegas enrojecidas de tanto atender llamadas. Willian Lara la había telefoneado unas 250 veces pidiéndole la cabeza de Vladimir Villegas, a quien acusaba no sólo de estar medio ingresando al Chavismo Light, sino que había tenido el tupé, el atrevimiento, la insensatez, el desaguisado de entrevistar al "perverso" de Eduardo Manuitt.

Vladimir y Eduardo son amigos. Militaron años de años en La Causa R y luego en el PPT. Pero Lara no conoce de amistades sino de lisonjerías y jalabolismos. Nadie olvida que cuando el Presidente taladró la palabra mierda en las pantallas televisivas en pleno horario infantil, al panegírico de Lara no se le ocurrió otro desmán apologético sino el de comparar a Chávez con García Márquez.


Me imagino que si hubiese hablado de vómitos la comparación la hubiese hecho con Jean Paul Sartre. El Presidente ha ido sembrando la idea de que los políticos no tienen ni amigos ni compadres ni hermanos ni padres. O son aliados o son enemigos. O estás conmigo o estás en mi contra. Lara se aprendió la lección.

Pero los tímpanos de Mari Pili se irritaron aún más con las llamadas de Andrés Izarra. Dicen que hasta el mismísimo Rafael Ramírez llamó a la presidenta del Canal I de puro acuseti. La línea 800-paja funcionó a la perfección.

Mari Pili, ciertamente amiga de Vladimir, se negaba a cumplir la orden de destituir a su colega y viejo amigo. La pusieron en 3 y 2. Ella decidió lo que decidió. No la juzgo. Y hablo del "Síndrome Villegas" por darle un nombre. Es la manida y aborrecible práctica de la persecución política, del acorralamiento salarial, del chantaje laboral, de la extorsión ciudadana.

Vladimir es el último de los fusilamientos políticos llevados a cabo por la "La créme de la créme" chavista en contra de todo aquel que ose mostrar una pizca de crítica frente a las barrabasadas del gobierno. Hay que decir amén, aplaudir, llevar fotitos del Presidente en la solapa, cachucha roja, saber dónde y cuándo nació la morrocoya, y cuántos habitantes tiene Sabaneta.

Aquellas ideas del debate parlamentario, en los consejos de ministros, de la crítica y la autocrítica, en el partido, han ido muriendo de mengua, mentira, corrijo, de envenenamiento paulatino y pertinaz. En ninguno de los consejos de ministros que han transmitido por TV hemos visto que alguien pida la palabra, ni siquiera para solicitar permiso para darle uso a sus cansados y presionados esfínteres. Los ministros se limitan a contestar cuando el Presidente les pregunta, los otros permanecen adocenados y boquiabiertos. Congelados de miedo pero pensando en la próxima mujer y el último contrato.

El "Síndrome Villegas" es aquella enfermedad que suele desarrollarse en los humanos que les permite diferenciar el error del acierto, el bien del mal, lo humano y lo divino. Lo triste del caso es que a quien presente el síntoma le administran un tratamiento consistente en colocar al paciente amarrado exactamente debajo de una pesada y filosa plancha de acero que se deja caer sobre la cabeza del enfermo, eso sí, como antes en plena Revolución Francesa, ante la presencia de un nutrido grupo de amantes del sacrificio y la muerte. Digamos, "Sacrificio, guillotina, o muerte" y valga la redundancia.

Muerto el perro (digamos el disidente) se acaba la rabia (digamos la crítica). Santo remedio. Yo estoy seguro de que hasta el mismísimo Eleazar Díaz Rangel si en lugar de ser director de Últimas Noticias fuera de VTV ya lo hubiesen pasado por las armas. O a Desiree.El chavismo tiene hermeticidad a la crítica.No admite ni que lo toquen con el pétalo de una rosa. Ese desprecio al debate está anquilosando al Psuv. Es una enfermedad esclerótica que aparece cuando los errores superan a los aciertos. En su mayoría de veces incurable. Es un monstruo que cada cierto tiempo reclama un sacrificio. Hoy fue Villegas, mañana, cualquier otro.