Sin lugar a dudas, el ex presidente de la República, Rafael Caldera, es uno de los más eminentes políticos venezolanos del siglo XX que perteneció a esa maravillosa “GENERACIÓN DEL 28”. Las varias veces que lo entrevisté como periodista, no fue para un medio nacional, sino para un prestigioso medio impreso de provincia, como lo es el Diario Frontera del Estado Mérida, con el cual siempre me unió hermoso lazos de amistad con sus editores y junta Directiva.
En una de esas veces, recuerdo a Caldera con gran deferencia por su amabilidad y cuentos personales que tuvo el gusto de compartir conmigo en su oficina de la Avenida Urdaneta (Caracas). Guardo con simpatía y cariño, su grata caballerosidad de celebrarme un hermoso vestido verde de lino con el cual fui entrevistarlo. Fui de verde a propósito a esa entrevista, como una actitud gentileza hacia Caldera. Un pequeño detalle que el Presidente Caldera me agradeció y me regaló a cambio una entrevista con muchos hermosos detalles de su vida cotidiana. ¡Cuántas sonrisas se iluminaron en su rostro en ese especial día!.
Me encantaron sus agradables pasajes personales cuando hablaba con emoción de Gardel y de sus tangos, de sus gratas visitas a Buenos Aires en plan de “tangos” y no políticos. Le divertía muchísimo que sus nietos, en vez de decirle ABUELO, le dijeran a “secas” CALDERA…¡Me conmovió su gran amor por Doña Alicia!.
En una de esas veces, recuerdo a Caldera con gran deferencia por su amabilidad y cuentos personales que tuvo el gusto de compartir conmigo en su oficina de la Avenida Urdaneta (Caracas). Guardo con simpatía y cariño, su grata caballerosidad de celebrarme un hermoso vestido verde de lino con el cual fui entrevistarlo. Fui de verde a propósito a esa entrevista, como una actitud gentileza hacia Caldera. Un pequeño detalle que el Presidente Caldera me agradeció y me regaló a cambio una entrevista con muchos hermosos detalles de su vida cotidiana. ¡Cuántas sonrisas se iluminaron en su rostro en ese especial día!.
Me encantaron sus agradables pasajes personales cuando hablaba con emoción de Gardel y de sus tangos, de sus gratas visitas a Buenos Aires en plan de “tangos” y no políticos. Le divertía muchísimo que sus nietos, en vez de decirle ABUELO, le dijeran a “secas” CALDERA…¡Me conmovió su gran amor por Doña Alicia!.
Conocí como periodista a un Caldera de carne y hueso, en una onda cotidiana, personal y familiar…con gran deferencia con la prensa de provincia y un gran cariño por los pueblos andinos que siempre fueron muy fieles en sus votos “verdes” cuando habían elecciones presidenciales en nuestro país.
¡Caldera, fue un Presidente de lujo que tuvo Venezuela!...¡Culto y sùper preparado como toda esa maravillosa “GENERACIÓN DEL 28”, de la cual como venezolana me siento muy orgullosa…y admiradora desde que era adolescente….¡Paz a sus restos…! Se fue precisamente en Navidad con la llegada del Niño Jesús para otra dimensión espiritual este iminente venezolano…¡Murió en una hermosa fecha como hombre religioso que era!...
Mis respetos y sinceras condolencias a su familia, amigos y al pueblo venezolano en general.
Manuel Isidro Molina:
Generación del 28 y su importancia histórica-política en Venezuela: http://ve.kalipedia.com/historia-venezuela/tema/centralizacion-poder/generacion-28.html?x=20080802klphishve_25.Kes&ap=2