domingo, 26 de enero de 2014

LA GRAVE ESCASEZ EN VENEZUELA:ENTRO EN PÁNICO CADA VEZ QUE SE ME ACABA UN ROLLO DE PAPEL TOILET



Cada vez que se me acaba un rollo de papel toilet, no puedo evitar asustarme. Recientemente mi mamá que la tengo en cama desde hace varios meses, se enfermó del  estómago y vomitó dos veces en un dia. En situaciones normales de un pasado que cada vez es más lejano, este imprevisto orgánico de un familiar enfermo uno lo resuelve con suficiente papel toilet y papel toallín. Mi preocupación del momento no se centró en que mi mamá en ese momento tenía problemas estomacales y que se podía descompensar, sino qué hacer para resolver un PROBLEMA TAN GIGANTE de salud y de limpieza. Rompiendo todas las normas de asepsia médica para atender a un enfermo, tuve que recurrir a papel periódico que solamente uso para mi mascota,  es increíble que esto nos esté sucediendo en una Venezuela supuestamente millonaria en barriles de petróleo, pero en la cual sus ciudadanos tenemos angustiantes problemas para comprar papel toilet, servilletas, papel toallin, aceite de calidad para cocina (y  no aceite malo que echa humo hasta el techo y que además hay que considerar una gran suerte si se consigue este aceite malo y caro hasta el infinito), azúcar, harina de maíz, leche en polvo y leche pasteurizada, harina de trigo, y ahora se sumó la escasez las compotas de frutas y las leches de fórmulas para bebés. No hay excusas que esta espantosa escasez de todo, esté ocurriendo en Venezuela.
Además de una inmensa deficiencia de empresas del Estado como la electricidad: De lunes a viernes y a toda hora las colas de las personas para pagar el servicio son apocalípticas desde Los Palos Grandes hasta El Valle (Caracas). En todo momento,  CORPOELEC  tiene problemas de líneas e insuficiencia de personal para atender a centenares de usuarios, a quienes nunca les llega el recibo a tiempo, sino un mes después y por lo tanto la gente no tiene la opción de pagar con tiempo en cualquier agencia bancaria como sucedía cuando el servicio eléctrico estaba en manos del sector privado.

En definitiva la calidad de vida de los venezolanos cada vez más se desliza por un barranco, aunado a las temibles cifras de homicidios en el país que enluta diariamente diariamente a decenas de compatriotas y de ciudadanos que nos visitan de otros países.A todo esto le sumamos el viacrucis del acceso a los dólares para quien sea y   inflación que en verdad, nunca en mi vida había observado, ni siquiera cuando cuando hubo “El Caracazo de febrero 1989) cuando el pueblo se alzó por un aumento de gasolina y por el paquete de medidas económicas de ese momento, que comparándolas con lo que está sucediendo hoy en el país, eran niños tomando tetero.