martes, 19 de diciembre de 2017

LA NAVIDAD NO LLEGÓ A VENEZUELA Y A MI CASA TAMPOCO...NADA DE NADA PARA RECIBIR AL NIÑO JESÚS NI EL NUEVO AÑO 2018...



La Navidad NO llegó a Venezuela…Parecemos un país fantasma en una tercera dimensión…Nada de regalos con nadie, ni siquiera una pantaleta nueva en el escaparate. Nada de postres, ni de una sencilla cena navideña y de Fín de Año en muuuchos hogares…A pesar del panorama de una película de terror japonesa, deseaba poner con alegria el arbolito de Navidad que estaba en el closet de mi mamá Rosa Maria, que para este 2017 se cumple su cuarta ausencia de este plano terrenal, pero algún Grinch Verde me botó todos los adornos y las luces que por varios años estaban a buen resguardo…No me voy a dar mala vida por estas NO NAVIDADES, ni tampoco me dá la gana de llorar, ni de estar triste ni el 24 ni el 31 de diciembre…Voy a sonreir y sonrío porque en términos generales estoy sana, camino y corro por estas calles arrasadas de basura y de miseria como si fuese una deportista quinceañera, porque estoy bien delgada y muy ágil.

En esta Navidad SOCIALISTA, la peor del país que los venezolanos recuerden en un siglo, voy a ver mis películas y series predilectas que tanto me divierten, pero sin cotufas, ni torta negra navideña o de almendras con moka. La única visita que he realizado en el mes de diciembre y no habrá otra por este año, la hice este domingo 17 de diciembre a la casa de mi papá y de su esposa Elsa en Los Ruices, este de Caracas, a quienes no habia podido visitar desde el pasado 5 de octubre, cumpleaños de mi papá Alcides. 

Salí de la Parroquia El Valle para Los Ruices o Estación Los Cortijos de Lourdes en Metro a las 9.15 am y regresé a mi casa casi al anochecer, con un total de recorrido de 12 estaciones del Metro con la infernal transferencia en Estación Plaza Venezuela…Como el problema del transporte público y del Metro en Caracas están pésimos, hacer visitas o realizar diligencias NO son salidas de algodón de azúcar…entonces es mejor quedarnos tranquilitos en nuestras casas…

Le pediré al Niño Jesús que me dé muuucha salud y que en el 2018 los venezolanos tengamos acceso a  la alimentación, a la salud…Le pediremos al Niño Dios poder disfrutar nuevamente en paz de un cine o de una obra de teatro y luego salir a comer a donde deseemos ir porque el dinero NOS VA ALCANZAR…Le pediremos, poder volver entrar a una tienda para comprarnos algo bonito o ir a una perfumería o farmacia y poder adquirir sin sobresaltos un champoo, un tinte para el cabello, una pasta de dientes Colgate o Pepsodent, un rico jabón de baño, una colonia, un polvo compacto, un rimell para las pestañas y etc…Sonrío de mis muy alegres navidades que tuve en mi niñez, adolescencia y en la edad adulta antes que llegara el Socialismo del Siglo XXI hace 18 años y que desde que llegó Maduro al poder en el 2013, todo se fue para el mismísimo Infierno de Dante…

La Navidad NO llegó a Venezuela y a mi casa tampoco…Pero al mal tiempo pongamos una buena cara…En algún momento y espero que no sea muy tarde, los venezolanos volveremos a celebrar las navidades por todo lo alto, como lo hacíamos felizmente en un pasado no muy lejano…En esta Navidad de una película de terror japonesa, otra vez la gran ausente en mi casa será mi mamá y todo su entorno antes que se fuesen con Dios antes de tiempo, quienes me regalaron muchas navidades muy felices y de prosperidad…. Recibo este 24 de diciembre sin nada en mi casa. 

No cobré como jubilada de la Alcaldia Metropolitana de Caracas, ni  los muy pobres aguinaldos ni los aumentos salariales que el Gobierno de Maduro decretó en el 2017. Y de paso a la Alcaldia Metropolitana la volaron de un plumazo desde la Asamblea Nacional Constituyente desde el 21.12.17  Los trabajadores y los jubilados también fuimos borrados, sin saber cuál será el destino de más de 6 mil personas en el momento más espantoso de Venezuela desde el punto de vista humanitario, económico, hiperInflacción y de escasez en todo...Además de delincuentes muy  peligrosos que se hicieron dueños del pais y llevando al pais a ocupar uno de los primeros 3 lugares en el mundo, como país MUY PELIGROSO.

En medio de estas grandes tristezas y carencias infinitas que tengo en estas navidades, llevo mis recuerdos maravillosos para mis tías maternas y hermanas de crianza Lupita y Margarita Diaz Adriani, cuyas ausencias inesperadas desde 1978 están en lo más hondo de mi alma, al igual que mi abuela materna Carmen Cecilia Adriani para quién fui con mi mamá Rosa Maria, fuí  alguien importante en cada dia que vivió hasta mes del mayo del 2001…

Mis recuerdos lindos y consentidores con todos mis tios y tías GIRAUD MENDOZA en la casa con ventanales coloniales de mis abuelos paternos Federico Giraud Ramírez y Consuelo Mendoza Sotillo ubicada en la Parroquia San Agustín, en la Esquina de Paéz a Girardot...Ay por cierto, también recuerdo a la bisabuela Josefa Sotillo, que yo y mis pequeños primos como Chicho, Jhonny, Catina y El Catire Federico le decíamos ABUELA CHIQUITA, que tenia su habitación diagonal a la cocina y muy cerca del cuarto de mi tío Hector Giraud…al fondo de la vieja casona…La recuerdo con mucha dulzura y con su característico olor de mentol y hojas de eucalipto, porque sufría de asma.

Sabana Grande, Caracas de los años 70, tiempos navideños muy felices de los venezolanos en donde habian regalos del Niño Jesús, las calles y las casas iluminadas con alegres luces y arbolitos....Sin importar clases sociales, la gente se esmeraba en tener sus mesas con muchas hallacas, pan de Jamón, ensalada de gallina, postres, frutos secos como las nueces, ramilletes de uvas, manzanas, mandarinas, el tradicional Ponche Crema, Vinos, cervezas, ron, whisky del mejor y la champaña o la sidra no faltaba para le bienvenida del Nuevo Año...



Nota: Imagenes y fotos fueron tomadas prestadas de internet.