De izquierda a derecha Irene Osorio, mi mamá Rosa Maria Adriani, mis padrinos de bautizo Carmencita Osorio y el doctor Henrique Pérez Dupuy y de último mi papá Alejandro Alcides Giraud Mendoza..
Carmencita Osorio (mi madrina) cargándome y mi padrino Henrique Përez Dupuy con la vela en la mano...
Una hermosa imagen de mi mamá Rosa Maria Adriani y mis padrinos sonriendo mientras el padre de la Iglesia de la Parroquia San Juan, Plaza de Capuchinos, centro de Caracas me está bautizando...Me dá nostalgia esta foto...Todos están fallecidos !tanto que los amé y tanto que me quisieron todos!
En esta hermosa Iglesia, fui bautizada cuando era una
hermosa bebé de 7 meses de edad, por mis amados padrinos el Doctor Henrique Pérez
Dupuy, Presidente en ese momento del tradicional Banco Venezolano de Crédito y
Carmencita Osorio, perteneciente a una tradicional familia caraqueña...Eran
tiempos de una bella Venezuela, próspera y segura...La caraqueñisima Iglesia de
la Parroquia San Juan, ubicada en la Plaza de Capuchinos siempre fue y es una
maravillosa obra arquitectónica, inaugurada en el año 1852...
Caracas Country Club, el lugar más exclusivo de la capital en donde vivia mi padrino de bautizo el Doctor Henrique Pérez Dupuy...Era de una infinita sencillez, nunca se creyó estar por encima de los demás, era un hombre como decía mi mamá Rosa Maria Adriani "DE CLASE Y SENCILLO,NACIDO EN CURA DE ORO y sin ridículas poses, ni complejos sociales porque él era del Country Club de Caracas y muchos no lo eran…"
Cuando fui bautizada como una princesita, en tiempos prósperos y de libertades económicas en Venezuela: A la edad de los 7 meses de edad fui bautizada hermosamente vestida con un bello ajuar “Hecho en España” en la muy tradicional Iglesia de la Parroquia San Juan, Plaza de Capuchinos, centro de Caracas. Mis padrinos de bautizo fueron el Doctor Henrique Pérez Dupuy, Presidente y dueño en esos años con su padre Don Henrique del tradicional BANCO VENEZOLANO DE CRÉDITO, cuya sede principal está ubicada en la Esquina de Monjas a San Francisco, diagonal a la Asamblea Nacional, Capitolio Federal y mi madrina fue Carmencita Osorio, Secretaria Privada de la Presidencia del mencionado banco, perteneciente a una destacada familia caraqueña que residían en la hermosa quinta San Andrés de la Urbanización Los Caobos, subiendo por el desaparecido Pequeño Teatro del Este (Plaza Venezuela).
Mi padrino,vivía en un hermoso castillo en el Caracas Country Club. El dia de mi bautizo, con mis padres Rosa Maria Adriani y Alejandro Alcides Giraud, fuimos invitados con mi madrina y su hermana Irene Osorio,a una exquisita merienda bufett en su bellísima mansión. Mi mamá me contaba que fuimos atendidos por su mayordomo. Mi padrino, mandó sacar una botella de champaña de colección que tenia en su bodega y brindar por su amada ahijada PAULA MIRIAM GIRAUD ADRIANI.
Sirvieron exquisitos canapés y un hermoso pastel con mucho merengue, relleno con guanábana. Nunca pudo tener hijos con su esposa, pero su amor conmigo como ahijada fue muy conmovedor ¡me quería mucho!...Jamás olvidó mis cumpleaños-Santo de cada 29 de junio, Dia de San Pedro y San Pablo,ni las fechas de navidad al igual que mi madrina Carmencita Osorio.
Siendo Henrique Pérez Dupuy,un hombre de mucho poder económico y de gran influencia en el mundo de las finanzas y bancarias en esos años, el mismo manejaba su lujoso carro JAGUAR e iba personalmente a verme cuando vivíamos en un apartamento en la Avenida Fuerzas Armadas,Parroquia San José de Caracas. Era de una infinita sencillez, nunca se creyó estar por encima de los demás, era un hombre como decía mi mamá Rosa Maria Adriani "DE CLASE Y SENCILLO,NACIDO EN CURA DE ORO y sin ridículas poses, ni complejos sociales porque él era del Country Club de Caracas y muchos no lo eran…"
Sus ojos azules se le iluminaban mucho cuando me visitaba o yo iba a verlo a sus bellas oficinas del Banco Venezolano de Crédito en la esquina de Monjas a San Francisco, al igual se iluminaba mi amada madrina Carmencita Osorio cada vez que me veía, a cuya linda casa todos los años de Nuestra Señora del Carmen, cada 16 de julio jamás falté a sus hermosas fiestas y de mucha prosperidad que celebraba con familiares y amigos más cercanos.
En la Caracas o la Venezuela en la cual naci y fui bautizada,mi país era una nación próspera, de plenas libertades económicas…Habia pleno empleo. La iniciativa privada se aupaba. No confiscaban ni intervenían entidades financieras. La propiedad privada como ¡bien económico! era intocable. Teniamos una moneda EL BOLIVAR, que era de mucho poder en el mundo y el dólar estaba de “Tú a Tú” con el bolívar.