Ana Frank...siempre la recuerdo y desde que era muy niña me encantó y me inspiró su historia contada en el Diario que le regaló su padre (Otto) en su cumpleaños Nro 13....
SALVANDO LAS DISTANCIAS ME IDENTIFICO CON ANA FRANK: A los 90 años del Nacimiento de Ana Frank, levanto mis oraciones por élla porque en estos tiempos de hambre,miseria y persecusiones en nuestro país, me siento IDENTIFICADA con su historia ¡salvando obviamente las distancias!. Los venezolanos , en tiempos revolucionarios hemos perdido peso de manera notoria: Yo estoy bellamente muy delgada, pero NO por dieta de Osmel Sousa el ZAR de las mises, sino por la muy efectiva dieta de Maduro.
En esta semana de junio, me entregaron la bolsa del CLAP, y me sorprendí conmigo porque ¡me sentí muy contenta!, ya que la bolsa me trajo 2 paquetes de azúcar de 1 kg, en vez de una como lo es siempre cada mes. La bolsa del mes de junio (solo trajo harinas de arepa, arroz y un kilo de espaguetis), no trajo NI granos, ni una latica de sardinas ni de atún, y mucho menos ¡ni la leche mexicana o la leche china!.
Al igual que Ana Frank, que escribia su historia en el diario que le regaló su padre Otto desde un desván de la casa de Ámterdam, Holanda, puedo decir que ¡humildemente y con el corazón en la mano!, desde un rincón de mi casa y cuando camino las calles, relato mi historia y la del país desde la computadora del recibo de mi casa..
Mis historias, son las mismas que viven millones de venezolanos que van a los hospitales públicos, que no tienen medicinas y NO comen lo que necesitan o lo que desean, sino lo que el gobierno disponga o tener una gran bolsa de dinero (dólares) para comprar los productos de la dieta básica y de la higiene personal y del hogar, en donde la mayoría solo percibe entre 8 y 16 dólares al mes.
En el año 1942 Ana Frank recibió un diario como regalo de su padre por su decimotercer cumpleaños. Élla nació el 12 de junio de 1929 en Fráncfort del Meno, Alemania.
“Tal vez uno de mis mejores regalos …” escribe. Esta celebración ocurrió tres semanas antes que ella y su familia pasaran a la clandestinidad en el desván de una casa en Ámsterdam, Holanda. De esta manera empezó la historia del famoso relato de supervivencia durante el régimen Nazi.
Ella vivió dos años escondida con su familia y otras cuatro personas, durante la Segunda Guerra Mundial. A principios de noviembre de 1944, Ana es deportada al campo de concentración de Bergen-Belsen, junto con su hermana Margot. En febrero de 1945, ambas fallecen a consecuencias de una fiebre tifoidea que contrajeron en el lugar en el cual se encontraban, primero Margot, poco después élla.
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