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Llegué a mi casa de la desordenada cola del CLAP-Longaray luego de 3 horas, con el ánimo revuelto y con un dolor de cabeza gigante que me atormentó peligrosamente hasta la 1:20 de la madrugada del domingo 31 de julio, por el gran solazo que me tuve que calar este sábado 30 de julio 2016.
Mi cola del CLAP del sábado 30 de
julio (bolsa del hambre) bajo sol pelao: Este sábado 30 de julio, en verdad que
me levanté en buena “onda” y puse todas mis energías que la cola del CLAP
(Comité Locales de Abastecimiento del PSUV) no me afectara emocionalmente, ni
mi salud: ¡Ni modo de intentar ser “positivo”!. La gente del MERCAL (cerquita
de la Escuela Militar y Plaza Alí Primera), llegó cuando mejor le vino en gana.
Los horarios por grupos de mis 3 edificios en Longaray, colocados en cartelera
desde este viernes 29 de julio, no se cumplieron.
Mi amiga Luisa de hace más de 3
décadas (chavista ligh, buena persona y quien respeta a quienes piensan
distinto políticamente),me tocó la puerta a las 8:35 am, para que nos fuésemos
a la supuesta hora, que nos tocaba al grupo de nosotras. Al llegar al MERCAL
Longaray y de hacer la cola en la acera por un buen rato (vía Escuela Militar y
Autopista Valle-Coche), nos dijeron que todavía faltaba personal por llegar del
Mercal y luego tenían que organizar “las bolsas del hambre” que son vendidas en
mi comunidad cada 35 dias.
Como este Mercal queda en zona
militar, y es una “raya para el Gobierno” que los carros que van para la
autopista,puedan ver a la gente haciendo cola, nos enviaron a todos a la Plaza
Alí Primera, como si fuese una reunión de vecinos haciendo relaciones sociales
en una plaza, hasta que la gente de Mercal organizara todo con las “generalas”
del Clap rojo-rojito de mis 3 Edificios, nadie de la comunidad, y que quiera a
sus vecinos de toda la vida, si no es
radical del PSUV, puede estar en este Comité Local Popular de Abastecimiento.
La “generala” más antipática de
toda la vida y nada querida en mi comunidad, es la “generala Marisol” del piso
14 en donde vivo. Con su franela de “Chavez vive por siempre” daba órdenes antipáticamente a
todos sus vecinos en la Plaza Alí Primera: ¡Ràpido, rápido, toditos me dan la
cédula, y el que no me la de YA, se queda de último!. Yo estaba este sábado 30
de julio muy “pilas”, y le dí mi cédula de tercera dentro de un gentío. Y por
el horario de mi grupo, se suponía que debería salir entre las primeras. Nada
que ver, la “Generala Marisol” a propósito por no ser del “proceso”, mi cédula
la puso de última entre un gentío. Me mordí la lengua. Decidí no pelear: ¿Para
qué?: Élla tiene el poder de las “bolsas del hambre”, y yo las necesito
desgraciadamente. En mi casa, ¡si acaso comemos y muy mal dos veces al día!
Me vendieron 9 artículos: 2 harina de maíz
CASA, 2 arroz Casa, una bolsita de leche, un litro de leche de larga duración,
un aceite, una margarina Bonina y una bolsita de pasta corta Capri, que se
supone que todo esto me deben alcanzar por 35 días. Y la misma queja de todos,
es que cada vez la bolsita es más escueta,que también me lo corroboró una amiga
de un barrio arribota, al cual se llega en Jeep, a quienes le entregaron la
bolsita en esta semana. La azúcar (de un kilito) fue la gran ausente en esta
oportunidad. Nada de proteínas. Habían prometido, aparentemente que este sábado 30 de julio iban
incluir un pollo congelado: NOOOO vino.
Una vecina mía de hace muuuuchos años que es chavista, y
que su hija abogada trabaja en el Poder Judicial (tribunales) me dijo que las bolsas
de su hija ¡si eran bien resueltas con todo lo que No hay!, se las entregan en
el Fuerte Tiuna, para no despertar la envidia de otros venezolanos que no
tienen nada de nada. Al igual que las bolsas de los funcionarios de la
Cancillería, me contaron que eran también bien generosas en productos, de a 4
cada artículo de los que NO HAY, incluyendo carne, pollo, etc y no cada 35
dias. Creo, que es lo mismo con los trabajadores del CNE (Poder Electoral) para
tenerlos contentos y bien alimentados.
Llegué a mi casa, con el ánimo
revuelto y con un dolor de cabeza gigante que me atormentó peligrosamente hasta
la 1:20 de la madrugada del domingo 31 de julio, por el solazo que me tuve que
calar este sábado 30 de julio. Me tuve que tomar una pastilla para el dolorón
de cabeza, que guardo como “oro” que solamente me tomo, cuando tengo que pasar
inmerecidamente por estas situaciones muy infelices del Socialismo del Siglo XX, además
de ser maltratada como ciudadana.
En mi cola bajo un inclemente
sol, los chavistas radicales hablaban conmigo de la “guerra económica” y pestes
de La Polar, saben obviamente que soy periodista y nada que ver con el
“proceso”. Por decencia (no dije pío) y porque no tengo ganas de perder mi tiempo en peleas
con fanáticos comunistas que se dicen cristianos solidarios, pero en verdad son
de una gran insensibilidad social,
quienes a estas alturas definitivamente no tienen remedio, como los fanáticos
del Estado Islámico.
Este sábado 30 de julio, opté
solamente por escuchar, “morir callada” y no caer en los juegos ideológicos y
de fanatismo extremo de algunos vecinos de mi comunidad, que vean lo que vean,
todo lo niegan. ¡Y le siguen poniendo velas a Hugo Chávez en esta calamidad de
país que tenemos, pero son de una gran insensibilidad social y discriminatorios
con los vecinos que han conocida de toda una vida!.