Aprende a escuchar la voz de las cosas, de los acontecimientos.Verás como todo habla, todo se comunica contigo.
* Con cada falta de delicadeza, hiero un poco a aquellos que me aman.
* Con cada desatención, no soy ni educado, ni cristiano.* Con cada mirada de desprecio, alguien resulta golpeado.
* Con cada gesto de impaciencia, doy una bofetada invisible a los que vienen a mi lado.
* Con cada perdón que niego, desprendo un pedazo de mi egoísmo.
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Con cada resentimiento que esbozo, revelo algo de mi amor propio herido.
* Con cada palabra áspera que digo, pierdo unos puntos para el cielo.
* Con cada omisión que practico, rasgo una hoja del Evangelio.
* Con cada limosna que no doy, alejo más triste a un pobre.
* Con cada juicio malicioso, aflora mi lado mezquino.
* Con cada oración que no hago, desperdicio un mundo de gracias.
* Con cada burla que hago, peco contra el silencio.
* Con cada llanto que enjugo, hago más feliz a un hermano.
* Con cada acto de fe, canto un himno a la vida.
* Con cada sonrisa que desparramo, planto una esperanza.
* Con cada espina que clavo, lastimo el corazón de un semejante.
* Con cada espina que arranco, alguien besará mi mano.
* Con cada rosa que ofrezco, los ángeles dicen ¡AMEN!
Del libro: El valor de las pequeñas cosas
Autor: Roque Schneider
Editorial San Pablo